16 - Te quiero..

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Narra Luis:

Me acerque a Lizeth y la bese. Realmente deseaba hacerlo, pero fue algo rápido, pues Verónica me jalo y me dio una cachetada.

- ¡Eres un maldito! - me grito.

- Dime lo que quieras. Pero te vas ya. - conteste.

- Luis, tu eres el amor de mi vida..

- No soy tu amor. Deje de serlo desde hace mucho tiempo. Y una vez más te pido que te vayas.

- Luis...

- No me hagas llamar a los guardias.

- Luis, aquí la que se tiene que ir es esta gata.

- No le hables así. ¡Te vas de aquí ya!

- No Luis, mejor me voy yo. Con permiso. - dijo Lizeth caminado hacia la salida de la casa.

- No Lizeth... ¿Ves lo que provocas Verónica?

- Vamos Luis, es solo una mecerá cualquiera.

- No es "una mecerá cualquiera," es la mujer que amo. - dije y corrí detrás de Lizeth.

La pude alcanzar antes de que saliera y la tomé del brazo.

- Liz, no le hagas caso. - le dije.

Tenía sus lindos ojos llenos de lágrimas.

- Yo no soy para ti Luis..

- Si, si lo eres. Y yo soy para ti.

- Luis, tú mereces a alguien mejor. A alguien que sea como ella.

- ¿Que? ¿Como ella? Nunca. No te cambiaría ni por una princesa. Porque para mí solo existes tu. Tu eres la princesa de mi sueños.

- Pero yo no me visto con ropa elegante. Solo visto con lo que pueda comprar con $20 dólares. No tengo la misma educación que ella.

- ¿Y eso que? A mí no me importa si te vistes con ropa de marca o no. A mi me importa que tengas corazón. ¿Crees que ella lo tiene?

- Somos diferentes..

- Si Lizeth, somos diferentes, todos somos diferentes. Pero tu y yo somos iguales en algo, los dos nos amamos. ¿Cierto?

- ... Si...

- ¿Entonces? No pienses que porque mi apellido sea Coronel, quiere decir que soy como mi papá. A él no le importaría.

- ¿Estás seguro de que me quieres?

- No, no te quiero. Te amo. - dije tomando su mano.

Ella me abrazó con fuerza. Le di un tierno beso en la frente y regresamos a mi casa. Ahí seguia Verónica.

- ¿Que esperas para irte? - le dije.

- Que me beses - dijo acercándose para besarme.

Lizeth la separó de mí y le dió una cachetada.

- ¡No vuelvas a tocarme estúpida! - le grito Verónica.

Le iba a regresar la cachetada a Lizeth pero me puse en medio y me la dió a mi. Si que tiene la mano pesada esta mujer.

- Lo siento Luis.. - dijo muy "arrepentida"

- Me haces el favor, de irte de mi casa. Ahora. - le dije.

- Está bien.. - contesto.

- ¿Estás bien? - me pregunto Lizeth.

- Si estoy bien.

- Luis.. creo que mejor me voy.

- Si, quiero que te vayas de mi casa. - dijo mi padre detrás de ella.

- No, ella se queda aquí.. - conteste.

- No me vas a contradecir Luis...

- ¿Que si lo hago?

- No me retes Luis.

- Yo creo que mejor me voy.. - dijo Lizeth.

La tomé de la mano y no deje que se fuera.

- Yo traje a Lizeth aquí. Es mi casa también.

- Que no la quiero aquí - dijo jalando la del brazo.

Hizo que cayera al piso, ensuciando su vestido.

- ¿Estás bien? - dije ayudando la a levantarse.

- Si, estoy bien.. - contesto.

- ¡No la vuelva a tocar! - le grite.

- ¡Soy tu padre y no me gritas! - dijo levantando la mano para golpearme pero Lizeth me jalo.

- Vamonos por favor. No quiero causar problemas. - me dijo.

- Saca a esta basura de aquí..

- No le vuelva... - antes de terminar Lizeth me tomo de la mano.

Fuimos a mi coche y le abrí la puerta para subir. Después lo hice yo y maneje hasta su casa. No dijimos nada en todo el camino hasta llegar a su casa.

- Liz...

- Gracias, nos vemos luego - dijo bajando del coche y entrando a su casa.

- Te quiero..

Un Amor Prohibido - LCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora