40 - Adiós

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Narra Lizeth:

- Déjalo libre Ivan. Ya nos tienes aquí - le dije.

- Espera bonita, ¿no le as dicho que somos hermanos?

Voltie a ver a mi papá.

- No, porque para mí ya no lo eres.

Narra Esmeralda:

Después de que se fueron espere que pasará el tiempo acordado.

(Llamada)

- ¿Hola? - contestó el hermano de Luis.

- Hola, soy la madre de Lizeth. Sólo quería que estuviera informado de lo que está pasando.

Narra Luis:

Ivan y sus hombres nos habían dejado amarrados de unas cuerdas y a Lizeth la tenían en una silla.

- Tranquila hija, te prometo que saldrán de aquí con su bebé. - decía su papá.

- ¿Que hiciste para que nos quiera matar?

- Mato a mi hija.. - contestó Ivan entrando al cuarto donde nos tenía.

- Estas equivocado. Yo no la mate...

- Entonces, ¿donde está Halley? ¿Eh? ¡¿Donde?!

Narra Ivan:

- Fue un accidente, Ivan.

- Me odiabas.

- Yo no te odiaba, ahora lo hago por todo lo que me haz hecho.

- Ódiame lo que quieras..

- ¡Solo fue un maldito accidente!

- ¡¿Un accidente?! - dije tomando la máquina de toques - ¡Un accidente que arruinó mi vida!

<<Flashback>>

- Vamos Halley, adelantate con tu tío Pedro. - le decía.

- Ok papi - contestó dulcemente.

Tome la leña y la prendí. Todos estábamos cerca de la casa del árbol.

- Oye Halley - dijo Pedro sosteniendo a Lizeth en sus brazos. - ¿Me traerias la pañalera que se me olvidó bajar de la casa del árbol?

- Si tío - contestó Halley.

Me acerque a Pedro.

- Ya está lista la fogata - le dije.

- Todo está quedando bien.

- ¿Esta tío? - dijo Halley desde arriba de la casa del árbol.

- Corazón, ten cuidado. - le dije.

Ella se recargo demaciado en las tablas, cuales colapsaron con su peso.

- ¡Halley!

<<Fin del Flashback>>

- Mi pequeña de tan sólo 7 años.. calló al piso quebrando su cuello.. ¡Y todo por tu culpa!

Encendí la máquina de toques y la puse en su estómago causándole dolor a Pedro.

- ¡Ah! ¡Ah! - gritaba.

- ¡Ya! ¡Ivan! ¡Detente! - me dijo Lizeth.

Retire la máquina de Pedro.

- ¡Perdoname! ¡Ivan te lo ruego! ¡Perdoname! - me gritaba Pedro.

Les di la señal a mis hombres para que entraran.

- Que se diviertan - dije saliendo.

Narra Esmeralda:

Pasaron más de tres horas y ya era tiempo de hacer lo acordado.

- Dios mío, que no sea demasiado tarde...

- Vámonos señora.

- Ya voy.. - conteste.

Subí al coche y ellos manejaron.

Narra Lizeth:

Después de que se fuera Ivan, dos hombres entraron y golpearon a Luis y a mi papá.

- ¡Ya! - gritaba - ¡Por favor ya! ¡Dejenlos ya! - había gritado por lo que parecían horas.

- Ya se pueden ir muchachos. - dijo Ivan desde otro lugar. - ¿Quieres ver a tu hijo?

- ¡Si! - grite.

De una puerta entró una mujer y me desató.

- Intentas hacer una estupidez y tengo orden de matar a tu hijo. - me dijo la mujer.

Sólo asentí con la cabeza. De esa misma puerta mi bebé entró. Corrí hacia el y lo tome en mis brazos.

- Mi amor.. chiquito.. - decía dándole besos.

Mire a Luis. Tenía casi un ojo cerrado. Le habían abierto el labio. Detrás de Alejandro había un bate de beisbol. Luis sabía lo que pensaba hacer.

"No" decía con los ojos. Le dije a Alejandro al oído que se escondiera debajo de una mesa. La mujer estaba distraída. Tome el bate, toda mi valentía y lo estrelle contra su cabeza.

La mujer calló al piso inconsciente y corrí a desatar a Luis y a mi papa.

- Eso fue *tos* muy valiente hija. - me dijo mi papá.

- Estas loca.. - dijo Luis.

- Pero así te gustó ¿no?

- Me encantas - dijo mirándome a los ojos.

- Tenemos que salir de aquí - les dije.

Luis no sé podía sostener bien. Le habían quebrado la pierna izquierda. En uno de mis brazos tome a Alejandro y con el otro, entre mi papá y yo, lo ayudamos a caminar.

- Es por aquí - dijo mi papá.

Estábamos cerca de la puerta por la que habíamos entrado. Hasta que Ivan nos detuvo, apuntando su pistola hacia mi.

Luis, como pudo se puso frente a mi. Cubriendo a Alejandro.

- ¿Ya se van? - dijo.

- Ivan.. te lo ruego.. Déjame sacar a mi hijo de aquí. - le pedí.

- No.. - contestó. - Tu morirás primero. - dijo.

Alejaron a Luis y a mi papá de mi y me quitaron a Alejandro de mis brazos.

- ¡No! - grite.

El me callo con una cachetada. Después sentí la punta de su pistola en mi frente.

- ¡No! ¡No! - gritaba Luis.

- ¡Que se calle!... ¿Últimas palabras?

Mire a Alejandro, quien me miraba con temor en sus ojitos.

- Frente a Alejandro no. - pedí.

Ivan voltio a verlo. Señalo que se lo llevaran.

- Esto es para que aprendas Pedro..

Nos arrodilló a los tres.

- Ivan...

Escuche como le quitaba el seguro a la pistola.

- Adiós Lizeth...

En ese momento temí por mi vida. Crei que ahí terminaría todo. No cumpliría mis sueños y no tendría la familia que tanto deseaba tener...

Un Amor Prohibido - LCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora