22 - Nunca lo perdonaré

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Narra Luis:

Abrí los ojos lentamente. Me dolía todo el cuerpo, especialmente el abdomen. Al abrir completamente los ojos miré una luz muy brillante frente a mi.

- ¿Cómo te sientes? - pregunto alguien a mi lado.

Cuando mi vista se aclaró miré que era José.

- ¿Donde esta Liz?.. - fue mi respuesta.

- No lo sé.

- ¿Qué pasó?

- Por lo que entendí te atropellaron por salvar la vida de Lizeth.

- Quiero verla..

- Luis... Se la llevó migración..

- ¿Que? ¿Porque? - dije levantando me.

Al intentarlo me pegó un dolor en el abdomen que hizo que regresara todo mi cuerpo a la cama.

- No te muevas. Estás delicado.

- ¿Quien le hablo?

- ¿Tu quien crees que le llamo?

- No.. ¿El lo hizo?

- Si, lo escuché cuando hablaba.

- Ah.. - me queje al lastimarme una vez más.

- ¿Como se siente mi campeón? - dijo mi papá al entrar.

- ¡Lárgate! - le grite.

- Vaya, parece que ya te dijo todo tu hermanito. Y si, yo le llamé a migración para que se llevarán a esa mojada.

- No le vuelva a llamar así.. ah..

- Mejor cálmate Luis. Y hazme un favor. Recupérate pronto para tu boda. - dijo y salió.

Baje la mirada.

- Soy un idiota..

- ¿Porque lo dices?

- Por enamorarme de ella. Por mi culpa ella perdió su trabajo, por mi culpa la deportarán.. y por mi culpa.. su corazón está roto..

Narra Lizeth:

Pasaron varios días. Hasta que me sacaron de la celda y me subieron a una camioneta con otras personas.

- ¿A dónde vamos? - pregunté.

- Nos deportarán a México. - contesto una de las señoras.

- No.. - pensé.

Horas después, estaba tocando piso mexicano, otra vez. Lo primero que se me ocurrió hacer fue ir a mi vieja casa.

- ¿Lizeth? - dijo mi vecina.

- ¡Doña Sonia! - dije corriendo hacia ella.

Nos dimos un fuerte abrazo.

- ¿Que estás haciendo aquí mija?

- Pues que le digo.. me deportaron..

- Lo siento..

- Yo solo quiero hablar con mis abuelitos. ¿Podría usar su celular?

- Si mija, usa el de la casa. Porque mi celular ya no sirve.

- Está bien, gracias.

(Llamada)

- ¿Bueno? - contesto la voz de mi abuelita.

- Abuelita, soy yo, Lizeth.

- Hija, ¿Estás bien? ¿A dónde te llevaron?

- Pues yo creo que a un centro de migración, no se la verdad. Hace unas horas llegamos varios inmigrantes a México.

- ¿Estás haya?

- Si.. - conteste con tristeza.

- Vamos a mandarte tu dinero mija.

- Gracias eso me ayudaría mucho. Una pregunta, ¿Sabe cómo está Luis?

- No mija, no sabemos nada.

-... Bueno, gracias.

(Fin de la llamada)

Aunque su papá me dijera que Luis había muerto, sentía que era mentira.

Narra Luis:

Pase unos días en el hospital. Después me dejaron ir a mi casa, pero tenía que usar una silla de ruedas. Era algo temporal.

- Bueno, despídete porque ya sabes nuestro trato Luis. - dijo mi papá antes de cerrar la puerta del coche.

- Gracias por estar aqui apesar de todo lo que a pasado. - le dije a José.

- Somos hermanos.

Me dió un abrazo y mi mamá también. Quería hablar con ella pero cerró la puerta y no me dejó decirle nada.

- ¿Seguirás sin hablame? - dijo.

- Jamás perdonaré lo que hizo.

- ¿Que? ¿Reportar a esa mojada? 

- ¡No es una mojada!

- Te defiendes mejor callado Luis. - dijo y se bajo.

Me ayudaron a bajarme del coche y a subir a mi habitación. Ahí me quedé por varias semanas, hasta que comencé a caminar en mi cuarto. Después a bajar las escaleras hasta poder hacer ejercicio otra vez.

- Hola guapo - dijo Denisse.

- Hola - conteste. - no, ando sudado. - le dije al ella intentar abrazarme.

- Oh, bueno está bien.

- ¿Porque no viniste a verme cuando estuve en el hospital?

- Te juro que trate, pero mi papá no me dejaba.

- Oh, entiendo.

- ¿Aún te quieres casar conmigo?

Mi cabeza decía que contestará que no. Hasta que llegó mi papá.

- Claro que sí. Siempre me decía que no puede esperar a verte en el altar. - dijo.

- ¿Es cierto? - dijo ella con una sonrisa.

-... Si.. - conteste.

Se acercó y me dió un beso en la mejilla.

Un Amor Prohibido - LCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora