Un Amor Prohibido - LC

32 - Te doy mi palabra

Narra Viannys:

(Llamada)

- ¿Quién es? -contestó José.

- Hola, soy Viannys amiga de Luis. 

- Hola, ¿cómo estas?

- Preocupada, ayer encontraron a mi prima y a Damian heridos en el coche de Luis y el iba con ellos.

- ¿Que? ¿Luis está bien?

- No lo sabemos. El no estaba.

- ¿No saben nada de el?

- No, sólo quería avisarte porque se que tu papá no lo va a hacer.

- Gracias y si sabes algo, porfa déjame saber.

- Si no te preocupes, gracias.

(Fin de la llamada)

Narra Lizeth:

Cuando el dijo eso dos hombres entraron con.. Luis..

- Lizeth... - lo escuché decir.

- Luis.. - dije en voz baja.

- Los enamorados se vuelven a encontrar - dijo el hombre.

Colgaron a Luis con una soga amarrada de sus manos al techo, a sólo unos pasos de mi.

- Vámonos muchachos. - dijo el hombre y se fueron todos, dejándonos solos.

Narra Luis:

Después de que se fueron no podía dejar de mirarla. Dos años sin poder verla. O tenerla cerca.

- ¿Qué haces aqui? - me dijo.

- Esa es mi pregunta.  - conteste.

- Me tienen secuestrada junto a..

- Junto a, ¿quien?... ¿Cómo llegaste a aquí Lizeth?

-... secuestraron a mi hijo..

-... - esas palabras me dejaron en sorprendido.

- No se como esta, no se con quien esta, si a comido..*suspiro* no se nada - dijo a punto de llorar.

- Tranquila, saldremos de esto.. - dije para calmarla.

- Ya no lo se.. - contestó con tristeza.

Narra Ivan:

Los dejamos solos un rato. Mientras entraba a mi oficina me entró una llamada de Pedro.

(Llamada)

- ¿Qué quieres? - conteste.

- ¿Dónde está mi hija?

- Nunca lo sabrás.

- Ya veremos eso Ivan.

- Lo quiero ver...

- ¿Porque haces esto?

- Porque quiero ver que llores lágrimas de sangre por perder a tu hija y a tu nieto.

- ¡No toques a mi nieto!

- Parece que estas bien enterado de su vida..

- ¿Dónde chingados los tienes?

- Nunca lo sabras..

- ¡Patron! Alguien acaba de localizarnos.

- ¡Maldito Pedro!

- Te dije que ya veríamos..

(Fin de la llamada)

Narra Lizeth:

Al decirle que estaba aquí por mi hijo, su cara cambio. No pensó que fuera de el.

- ¿Hace cuando que estas aqui? - me pregunto.

- Aproximadamente como dos semanas.

- A ver tortolitos, nos vamos ahora. - dijo el hombre entrando al lugar. 

- ¿A Donde? - pregunte.

- Lejos muñeca.

- No me iré sin saber donde está mi hijo. - dije.

El me miró fijamente a los ojos y luego sacó su pistola.

- Vas a caminar cuando yo diga. ¿Me escuchaste? - dijo tomándome del cuello.

- ¡Deje la! - grito Luis.

- ¡Tu mejor cállate! - le gritó apuntando la pistola hacia Luis.

- ¡No! - grite. - Haré lo que usted me diga, pero no lo lastime... por favor.. - le pedí al hombre.

- Así me gusta mija.. - dijo soltando mi cuello.

- Entonces, ¿Que?.. ¿Vas a dejarla o Que? - dijo un hombre al entrar al lugar.

- Mira nomas.. quién. Está. Aqui.. después de.. 13.. no.. 21.. años...

- Dejala libre Ivan... o tendrás que enfrentar las consecuencias..

- ¿Cuáles son? ¿Qué tengo que valga la pena pelear? ¿Qué fregados me dejaste Pedro? Sólo dime, ¿Que?

En ese momento me sentí tan confundida. ¿Porque ese hombre quería que me dejara libre?

- Cuéntale quién eres.  Vamos Pedro Luna. ¡Dile que tu eres su padre!

-.. ¿Q-que? - dije.

Los dos sacaron una pistola y se apuntaron.

- Vamos Pedro, ¿no dices nada?

- ¡¿Qué rayos está pasando?! - grite.

- Tu eres mi hija.. - contestó el tal "Pedro."

El tal "Ivan" me levanto de la silla.

- No volverás a verla nunca más. - dijo poniendo la pistola en mi cabeza.

- No Ivan.. No lo hagas..

Ivan quito el seguro de la pistola.  Se escuchó un disparo después de que Ivan cayera detrás de mi. 

Narra Luis:

Con mis pies empuje al hombre lejos de Lizeth. Pero alcanzó a disparar y me hirió a mi en la parte izquierda del abdomen.

- Luis.. - dijo Lizeth.

Ella se acercó a mi, se quito las vendas de sus manos y con ayuda del supuesto Pedro me bajaron de donde me tenían. 

- No hay mucho tiempo. Tenemos que salir de aquí. - dijo el.

- No me puedo ir - dijo Lizeth.

- ¿Porque? - dijo el señor mirándola.

- No se si sepa pero, ese hombre tiene a mi hijo.

- Tenemos que irnos.

- No - dijo Lizeth.

- Hija..

- No me llame así.

- Lizeth,  te doy mi palabra de que te voy a regresar a tu hijo. Pero tendremos que salir de aquí primero.

Lizeth voltio a verme.

- Esta bien... - contestó.