58 - ¡Lárgate!

67 2 0
                                    

Narra Diego:

Estuve observando por semanas a Lizeth. Casi todos los días salía con su amigo y una chica, que se me hacia muy conocida.

(Llamada)

- ¿Qué quieres Aracely?

- ¿Ya vienes? La medicina de tu hijo se terminó.

- *suspiro* .. Bien, ya voy.

- Apúrate porque ya casi se pasa el efecto y yo no lo voy a cuidar.

- ¿Que no para eso eres enfermera?

- ¿Me pagas?

- *suspiro* Ya voy..

(Fin de la llamada)

- Pronto vas a ser mía - decía mirándola.

Narra Luis:

Compre comida china y la lleve a la casa de Lizeth.

- Hola - dijo Lisbeth cuando llegue.

- Hola, ¿Está Lizeth? - pregunté.

- Si, pásale. - dijo dejándome pasar.

- Hola bella. - dije al verla.

- Hola - contesto dándome un beso en la mejilla.

- Traje comida china para todos.

- No te hubieras molestado. - dijo Lizeth.

- No es ninguna molestia.

- Bueno, gracias. Deja la llevo a la cocina para servir.

- Yo te acompaño. - dije siguiéndola.

Fuimos los dos a la cocina y le ayude a sacar los platos y a hacer una limonada. Servimos los platos y los llevamos al comedor. Nos sentamos los cuatro y comimos.

- Gracias por invitarme. - dijo Lisbeth.

- Eres de la familia. - contesto Lizeth.

Narra Lizeth:

- Luis.. em.. ¿Me ayudarías a mover unas cosas del cuarto de Alejandro? Porfas...

- Claro, vamos campeón. - dijo llevando a Alejandro al cuarto.

Levanté los platos con mi prima y los llevamos a la cocina. En ese momento alguien tocó la puerta.

- Yo los labo, tu abre la puerta. - dijo Lisbeth.

Fui a abrir la puerta.

- ¿Que se le ofrece? - pregunté al joven alto que estaba frente a la puerta.

- Tu eres Lizeth ¿O me equivoco? - dijo.

Era un muchacho alto, Luis era un poco más alto que el pero con el cabello negro y ojos verdes.

- Hum.. Si.. soy yo. ¿Quien es usted? - pregunté.

- Hablame de tu, hermosa. - dijo antes de que Luis lo interrumpiera.

- Oye Liz, ¿Qué quieres que.. mueva..? ¡¿Qué haces aquí?! - le grito.

- Solo la quería conocer. Eres muy hermosa. - dijo tomando mi mano y besándola.

- ¡Lárgate y no regreses! - le grito Luis.

- Ya voy primo.. ah y por cierto, tienes una "amiga" - dijo haciendo comillas con sus manos - muy guapa..

- ¡Lárgate! - le dijo Luis empujándolo y cerrando la puerta.

- ¿Él era tu primo? - pregunté.

Luis me voltio a ver y me abrazo.

- Si.. - contesto. - Liz.. sus intenciones son malas.. y quiere hacerte daño...

- ¿Por qué?

- Por alguna razón nos odia a mi hermano y a mi. Y lo único que quiere es quitarme lo más valioso que tengo. Y eso eres tú y Alejandro.

- Luis.. tú sabes que yo nunca..

- Lo se, pero también se de que es capaz..

- Oye - dije levantando su cabeza. - No pasará nada ¿Sí?

Se veía que estaba estresado y cansado.

- Te amo. - dije con una sonrisa.

Esas palabras formaron una sonrisa en sus labios.

- ¿Y sabes que? Ya estuvo, ¿Quieres ser mi novio?

- ¿De verdad me lo estás preguntando?

- Si, ¿Que? ¿Me vas a rechazar? - dije haciendo pucheros.

Él se rio y me dió un tierno y suave beso en los labios. Un beso que los dos extrañamos. Luis llevo sus manos a mi cintura, sujetándome con fuerza y acercándome más a su cálido cuerpo.

Nos separamos un poco, no mucho pues nuestros labios rozaban.

- Extrañaba tus besos - dijo.

- Cállate y besame - conteste.

Narra Diego:

Regrese a mi departamento. Desgraciadamente pude ver cuándo se habían besado. Algo que me hacia desearla aún más.

- ¿Dónde estabas? - pregunto Aracely.

- No me molestes.

- Tu hijo no se volvió a dormir.

- ¿Le diste la medicina?

- Si, pero no me funcionó. Y no para de llorar.

- *suspiro* Pues haz algo.

- ¿Yo? No, es tu hijo.

Comencé a escuchar como lloraba el niño.

- ¡Que se calle!

- ¿Cómo? No puedo.

- ¡Ah! - grité. - ¡Llámale a Lisbeth y que se lo lleve!

- ¡Hazlo tu!

Tomé un maleta y la llene de todas las cosas del niño.

- ¡Ya cállate! - le grité.

No paraba de llorar. Tomé la maleta, al niño y maneje hasta la casa de Lisbeth.

- ¿Qué haces aquí? - dijo al verme su hermano.

- Vine a regresarle lo que jamás debí llevarme.

Baje al mocoso y le tiré la maleta.

- No puedes hacer esto.

- Mira como si puedo - dije subiendo a mi coche y manejando lejos.

Un Amor Prohibido - LCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora