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Hola! Antes que nada os aviso que el capítulo de hoy es bastante largo, el más largo que he escrito hasta ahora diría yo, o sea que creo que me he pasado. No esperaba que lo fuese tanto pero es que no quería partirlo por la mitad, porque hubiese quedado una parte muy de relleno y la otra demasiado intensa, así que bueno, espero que os guste! 💗

También avisaros que QLBEPL va a terminar pronto, no sé cuantos capítulos más va a tener pero ya han ido pasando todas las cosas que tenía planeadas así que tampoco quiero gastar a los personajes o hacer una historia que sea demasiado larga (que ya lo es bastante jajaja) y que os aburráis.

Muchas gracias a todxs por leer, me hacéis muy feliz cuando veo que habláis de la historia o que comentáis, votáis, etc. Nos leemos! 


  🦋🦋🦋  


Me despertaron las voces en el pasillo. En la oscuridad total, me costó ubicarme, al mismo tiempo que me costaba distinguir quienes hablaban al otro lado de la puerta, porque tenía como un zumbido dentro de los oídos.

—No me puedo creer que le dieras de eso, tía. Se os ha ido de las manos. Se te ha ido de las manos —dijo una voz masculina. ¿Ricky?

—Pero a ver, que yo no la he obligado a nada, ¡joder!

—¿No ves que es una niña? ¿Y está en modo rebelde? ¡No puedes sumarte al carro! Hay que conseguir que recapacite y vuelva con su tía —sí, sin duda se trataba de Ricky.

—Oye, bien que tú estuviste de acuerdo en irnos de fiesta y liarla gorda el día de Nochebuena.

—Sí, pero ese día. ¡No me esperaba volver de Madrid y encontrarme con esto! ¿Cuántos días lleváis en este plan? Supongo que no ha pasado nada... ¿no?

—¿A qué te refieres?

—Joder Mimi. Que ninguna de las dos es una santa aquí.

—No, claro que no ha pasado nada, imbécil.

—Cuando Noe me llamó y le dije que Ana se iba a quedar unos días con nosotros, no le comenté que te la llevarías de picos pardos cada noche y que os meteríais hasta el culo de vete a saber qué.

—Te pasas un huevo, que lo sepas.

—Mira, en cuanto Ana se despierte, la llevo a casa de Noe. Ahora me voy al Spice a prepararlo todo para la noche de mañana. Espero que ninguna de las dos muera de sobredosis o de una mala mezcla en mi ausencia. Y dile a Ana que ponga el móvil a cargar, joder. Que ya está bien de la tontería esta.

Escuché los pasos alejarse y la puerta del rellano cerrarse de un portazo. Poco a poco me di cuenta de dónde estaba.

Los últimos días habían sido un espiral muy raro de fiestas en casas de gente que no conocía, de vasos con hielo, de tabaco, hierba, humo, y sustancias raras que me ofrecían Mimi y sus amigos. A algunos les conocía de la montaña, otros del día que fui a ver a Alfred tocar en aquél bar; otros no me sonaban de nada.

En algún punto entre Nochebuena y Nochevieja, mi móvil había muerto, y yo había decidido no cargarlo. Me daba miedo lo que me podría encontrar allí.

Como cada vez que me despertaba medio serena, me acordé de Miriam. En mi vida no dejaban de pasar cosas muy raras y no quería arrastrarla más conmigo a ello. Era mejor alejarme. O por lo menos es lo que más tenía en la cabeza durante aquellos días.

Que lo bueno está por llegar 🦋 || WARIAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora