Que lo bueno está por llegar 🦋 || WARIAM

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Holita! Solo decir que el capítulo de hoy se lo dedico a Andrea (@EscLoverDreea en tw), que mañana tiene su graduación de inglés, y así aprovecho para darle las gracias por estar tratándome siempre tan bien! Que te quiero mucho, ya lo sabes amiga 💗

Lo siento si el capítulo es un poco de "transición", o se os hace aburrido, pero ya se sabe que a veces es necesario 🤷🏼‍♀️

Gracias a todxs por leer, sois lo mejorcito ✨

  🦋🦋🦋  

No sabría cómo definir los siguientes días, semanas, meses. Supongo que algo como "tranquilidad", aunque a lo mejor era algo fingida.

Las vacaciones de Navidad terminaron y volví a las clases. Sin embargo, algo en mí había cambiado: ya no había nada que me impidiese volver a Barcelona y ese pensamiento me hacía actuar un poco diferente.

Estaba a gusto con mi tía, sin embargo las cosas tampoco eran del todo iguales. Por otro lado, mi madre estaba embarazada y no quería perderme todo el proceso: iba a tener una hermanita. Después de lo mal que había tratado a ella y a su novio, estar a su lado era lo mínimo. Así que subir a Barcelona para ver a mi madre los fines de semana se volvió algo bastante común: por lo menos iba dos veces al mes.

Me centré en mis estudios, y aunque pasaba mucho tiempo con Aitana, Amaia y Alfred, la relación que tenía con Mimi obviamente se intensificó. O más bien volvió a ser la que era antes, y supongo que era de esperar. No era raro que algún día saliéramos de fiesta y nos enrolláramos, pero siempre lo iniciaba ella, aunque yo me dejase llevar y no la frenara.

No vi mucho a Miriam, aunque a veces era inevitable porque es lo que tiene ser vecinas, supongo. Yo, por si acaso, nunca levantaba la persiana antes de las siete y media para no verla salir en el coche, evitaba ir a la cafetería Salva los días en los que ella solía ir con Las Amigas, y si algún día nos encontrábamos en el Spice, nos saludábamos desde lejos y eso era todo. Por suerte eso no era muy común, ya que la según había visto en su Instagram, ella había empezado a salir más por Madrid.

Un día de febrero, al llegar del instituto, vi el coche de Héctor aparcado en casa de los Rodríguez. Sentí una punzada en el estómago y enseguida mandé un mensaje a Aitana para saber qué estaba pasando. Tampoco quería sacarle mucha información a la niña porque intentábamos que nuestra amistad no se viera influenciada por nuestros temas del corazón.

Porque sí, yo estaba bien y era feliz, pero Miriam me seguía importando mucho y a veces tenía que hacer esfuerzos para no hablar de ella o no mandarle un mensaje a Raoul para saber algo sobre su vida.

El caso es que Aitana me dijo que la ex-pareja volvía a "hablar", pero que no sabía cómo decírmelo porque Miriam le había comentado que quería que me enterara por ella. Entonces supe que no era simplemente "hablar", lo que hacían Miriam y Héctor. ¿Qué podía hacer, de todas formas?

Esperé unos días a recibir noticias sobre el tema, hasta que Miriam me mandó un mensaje. Casualmente, estaba en casa de Alfred haciendo un trabajo el día en que el anticipado mensaje llegó. Recibirlo sola me hubiese hecho más daño seguramente.

Miriam 🦁

Hola Ana

Cómo estás?

—Es Miriam —le dije a mi amigo, levantando la vista del móvil.