"Love On The Brain" † Mark Lee & Tú † [TERMINADA]

°Chapter°: Dos

Dos meses antes del accidente...

— ¿Vendrás conmigo a almorzar?

— No puedo, Kelly. Lo sabes.

Acababa de ordenar los cuadernos dentro de mi mochila, las clases se habían dado por finalizado y mi amiga Kelly, ya comenzaba a quejarse.

— ¿Por qué? — Hizo puchero.

— Kelly, mañana es la revisión de la carpeta de Comunicaciones Lingüística, tengo...— Volteé mi rostro en su dirección — Tenemos que terminarla.

— Me lo prometiste — Se cruzó de brazos, indignada.

— Pues lo siento mucho. De verdad. Pero estamos en primer año de Universidad, no pienso desperdiciarlo.

Acomodé la mochila en mi hombro, mientras miraba algo apenada a Kelly. Era cierto, se lo había prometido, pero no tenía planeado que de un día para otro nos enviarán un trabajo tan extenso.

— Mira, mañana es Viernes. Mañana si o si iremos a comer juntas — La tomé por los hombros intentando animarla — ¿Sí?

— Está bien — Suspiró desganada.

Le regalé una amable sonrisa de despedida para dirigirme a la salida. Kelly, siempre buscaba la forma de pasar tiempo conmigo, algo que agradecía bastante, me costaba hacer amistades; y no es que fuese antisocial, simplemente me costaba confiar en las personas. Prácticamente en cualquier cosa que respirase.

Me distraje buscando mi teléfono dentro de la mochila, en tanto avanzaba por la vereda camino al edificio en donde vivía.

— ¡Maldición! ¿Dónde dejé el estúpido teléfono? — Me reprochaba a mí misma, hasta que por fin toqué el teléfono con los dedos — Aquí esta...¡Ah!

Oí como mi teléfono caía al suelo, mientras yo me acariciaba la cabeza, para mi mala suerte había chocado con alguien. Levanté la vista cruzando miradas con un chico, parecía estar de malhumor por lo fría de su expresión.

— Lo siento...— Me alejé nerviosa — Estaba distraída. Lo siento mucho.

El chico simplemente me observó por unos segundos con un gesto insignificante, a lo que lentamente apartó la vista hacía otro lugar siguiendo su camino.

— Que tipo más raro — Finalicé — ¡Maldición! Mi teléfono.

Recogí el teléfono aún con curiosidad por la situación, pero decidí dejarlo pasar.

(...)

Había acabado de escribir el informe de Comunicaciones Lingüística en mi computador, por fin. Por un momento pensé que nunca lo terminaría, pero al fin y al cabo sólo me tomó tres horas.
Me estiré en mi asiento, moría de hambre, lamentablemente las ganas de cocinar las traía por el suelo. Decidida, tomé mi poleron y abrí la puerta principal para ir a comprar comida rápida, cerré esta detrás de mí divisando a el chico con el que había chocado hace unas horas atrás. Estaba de pié frente a la puerta del apartamento de al lado. Era mi vecino. Sin mirarme entró a su departamento, nunca antes lo había visto por el edificio. Alcé los hombros sin darle mayor importancia al asunto, para mí aquél chico no me iba ni me venía, después de todo.

Era sólo un chico común y corriente.