Al llegar a casa en lo único que podía pensar era en recostarme por un largo rato. Aún eran las 7 p.m, sin duda me era necesario una siesta.
Me di una ducha fría, el día había transcurrido como un horno. Si había algo que aborrecía más, era sin cuestionar, el verano. Finalmente intenté dormir.
(...)
∆ Estás en peligro. Corre. Salvate...
¡Corre! ∆
Mi cuerpo saltó agitado. Acababa de tener otro horrible sueño. Me senté sobre la cama tapando mi rostro con mis manos. Ya eran días que venía soñando lo mismo, esa voz femenina en mi cabeza, por más que tratase de dilucirla, no me era en lo absoluto conocida. Suspiré para mis adentros. A qué estaba jugando mi mente conmigo. Me comenzaba a cansar de esto.
Volteé a buscar mi teléfono para ver la hora. La luz de la pantalla me deslumbró tanto que tuve que cerrar mis ojos por unos segundos.
2:00 a.m.
Había pasado de largo, más de lo que tenía pensado. Dejé el celular encima de la almohada mientras me dedicaba a restregar mis ojos. Regresé la mirada al frente, vislumbrando una sombra que me perturbó. Pestañee dos veces más para aclarar mi vista, pudiendo notar que era mi abrigo que colgaba del perchero sobre la puerta de la habitación. Liberé una bocanada de aire sintiéndome más aliviada, pero eso inmediatamente fue alterado; Un aire frío proveniente de la ventana recorrió mi nuca logrando que rotara hacía mi costado.
— ¡Mar... — Abrí mis ojos de par en par provocando que Mark se acercara hasta mi rápidamente, cubrió mi boca con una de sus manos.
— Shh...— Puso su dedo índice sobre sus labios, mientras observaba con el ceño fruncido la puerta de mi habitación — Está aquí.
El estrépitoso ruido de cosas cayéndose en el salón me estremeció, aún así, Mark continuaba manteniendo su mano en mi boca. Los latidos de mi corazón iban en aumento cada vez que oía caer las sillas al fondo, como si estuvieran buscando algo con desesperación.
Me tomó por el brazo levantando mi cuerpo de la cama, me sentía débil. No era capaz de manejar mis propios músculos o siquiera mi pensamientos. Mark se encargó de llevarme hasta el baño de mi cuarto. Se adentró ahí junto a mi sin quitar su mano de dónde la mantenía, se le veía preocupado, aún así no estaba alarmado o ansioso. Me sorprendía la serenidad en su expresión. Apoyó su frente sobre la mía cerrando sus ojos con delicadeza, mientras yo escuchaba a lo lejos como abrían la puerta de mi habitación con una fuerza sobrehumana.
Por el rabillo de la puerta divisaba a lo que parecía ser un hombre con una mascarilla negra y una chaqueta de cuero oscuro. Sus ojos verdes brillaban a pesar de lo oscuro que estuviese el lugar. El sujeto se paseaba por todo el cuarto corriendo y tirando cosas fuera de su lugar, a medida que revisaba. Cuando parecía ya haberse rendido, miró por el diminuto espacio entre la puerta y el umbral de esta, y se comenzó a acercar lentamente.
— Cierra tus ojos — Mark susurró casi inaudible cerca de mi oído.
Obedecí sin siquiera dudarlo, podía oír los pasos del tipo acercándose a nosotros, y por sobretodo, escuchaba el eco de mis latidos por todo el lugar, hasta que el sonido de un celular detuvo los continuos pasos de aquel desconocido.
— No está aquí. Ok. Iré de inmediato.
Todo a mi alrededor se volvió un silencio rotundo, no oía ni el más mínimo ruido. Autos, gente, perros...Absolutamente nada. Casi como si estuviese en otra dimensión.
Y eso, me asustaba.
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"Love On The Brain" † Mark Lee & Tú † [TERMINADA]
FanfictionDicen que el destino decide tú camino: tú pasado, tú presente y tú futuro. Es tan poderoso que incluso decide a quien deberías amar. ¿Acaso él era mi destino? Entonces, porqué le temía tanto a la idea de que lo fuese, y a la vez...le temía a que dej...