"Love On The Brain" † Mark Lee & Tú † [TERMINADA]

°Chapter°: Treinta

Mis músculos se endurecieron por completo. Mark parecía más serio de lo habitual, lo cual me preocupaba. Demasiado.

— ¿Qué es lo que tengo que saber? — Elevé con desazón el ceño.

Observé su cuello contemplando como la saliva bajaba por dentro de este, con lentitud. Sin embargo su expresión de seriedad persistía.

— Alguien quiere lastimarte... — Desvío el rostro a un lado, mientras suspiraba pausadamente — Él es peligroso, y no está solo.

— No entiendo...

— No es necesario que entiendas — Volteó nuevamente para tenerme frente a frente, en tanto se aproximaba — Él es muy peligroso. Es lo único que tienes que saber.

Inspeccioné con detenimiento su rostro, buscando respuestas en el, hasta llegar una vez más al oscuro de sus ojos.

— ¿Es como tú? — Solté.

Mark marcó su mandíbula.
Mordí mi labio inferior decidida. Solo había una claro razón para que él asegurará que aquel sujeto fuese peligroso. Siempre me recalcaba que no podía saber la verdad por ser él alguien peligroso...Entonces.

— Mark. — Obtuve su atención — ¿Él es como tú?

Parecía no querer decir nada al respecto, casi como si quisiera evadir el tema, se distanció unos pocos centímetros.

— Hay cosas que no deben venir de mí —Afirmó — No soy humano, puedo manipular a las personas, estás en peligro, eso es todo lo que puedo aclarar. El resto debe decírtelo alguien más — Me tomó del brazo llevandome con él hasta la puerta, la cuál continuaba abierta, y se detuvo — Búscala a ella.

Finalizó, y sin permitirme agregar algo más, cerró la puerta en mi cara.

×××××

El aire era demasiado pesado para ser un día frío. Las nubes escondían la poca luz del sol. Mi cabeza estaba en otra dimensión, ahogandome en dudas inexplicables. Nisiquiera recordaba como fue que el verano terminó de una manera tan abrupta.

Búscala a ella.

— ¡Hey!

Salí del trance cayendo en cuenta de que todos en el salón habían girado a mirarme. Repasé el lugar con mi vista, confundida.

— Señorita, le hice una pregunta.

La profesora mantenía sus manos apoyadas en sus caderas, con un gesto de pesadez. Aclaré mi garganta.

— Sí. Lo siento.

Me dió una mirada de advertencia, para luego continuar con la clase.

(...)

— Ten — Kelly se asomó por mí lado con mi bolso en manos — Se te quedó ayer.

— Oh.

Había olvidado por completo mi mochila, recuerdo haberla dejado tirada en la entrada. Mi interés se fue a Kelly, al parecer ella vió la discusión.

— ¿Viste todo? — Cuestioné cabizbaja.

— Sí — Carraspeo — Pero creo que es mejor dejarlo así — Se acercó a mí costado viéndome con ternura — No preguntaré al respecto si no quieres.