— ¡_______!
La voz de Lucas entró por mis tímpanos como el choque de un trueno. Sentí sus tibias manos tocar mis hombros, consiguiendo que aterrizara.
— ¿Todo bien? ¿Por qué gritaste?
Asomé mi rostro por entremedio de mis brazos, para ver si el auto había conseguido frenar antes de dar de lleno conmigo. Pero mi sorpresa fue otra al notar de que no había ningún auto. No había absolutamente nada.
— ¡Hey! ¿Puedes oírme?
Perdí el control de mi mirada, me sentía desonrientada, pérdida. Me levanté precipitadamente, alejando a Lucas.
— Vamos.— Lo observé con precisión.
— ¿Qué?
— Quiero ir a casa.
— _______, acabamos de salir...
— ¡Llévame a casa, Lucas! — Le grité, presa de la desesperación.
Pasé por su lado directo al Jeep, para subir y abrochar mi cinturón con rapidez. Estaba tan ausente de mi propia conciencia en ese instante, pérdida en la nada, que ni cuenta me di cuando Lucas entró para arrancar el auto.
(...)
— ¡_______! Espera — Alzó la voz Lucas al verme bajar del Jeep con nerviosismo — ¡Hey! Detente.
En mi mente solo estaba la idea de ir a mí departamento y encerrarme en la habitación, siquiera me interesaba el que Lucas estuviese preocupado por mí.
— ¡_______! — Soltó un fuerte gritó, mientras me alcanzaba por la muñeca. Logrando que volteara de lleno — Detente — Me miró con depreciación.
— Sueltame. Solo quiero ir a casa — Intenté forcejear con él, a pesar de que no me sostenía con brutalidad.
— Dime que fue lo que pasó.
— No. Solo quiero irme de aquí. Déjame — Cerre mis ojos con firmeza, en un intento de no llorar.
— ¿Qué demonios crees que haces? — Una voz conocida venía hacía nosotros. Sabía perfectamente de quién se trataba.
Mark sujetó la mano de Lucas, obteniendo que me soltara. Su mirada era intensa, parecía estar furioso. Podría jurar que en cualquier segundo le arrancaría la cabeza a Lucas.
— ¿Que le hiciste? ¿La tocaste? — Lo tomó por el cuello de la chaqueta — Si la lastimaste...Juro. Que te mato.
Me interpuse , al ver que Lucas permanecía quieto con la mirada fija en él, pero aún así parecía no ejercer fuerza alguna para liberarse del agarre.
— Él no me hizo nada. Sueltalo.
Mark parecía hacer oídos sordos. Casi como si en ese instante lo único que podía ver era a Lucas. Sus puños comenzaron a tornarse rojos. Y su ojo izquierdo dejó de ser oscuro, volviéndose ceniza.
— ¡Mark! — Tomé con mis manos su brazo, pudiendo por fin obtener su atención — Déjalo.
Lo veía con súplica, temía de que esto acabara en muy malos términos. Al cabo de unos cortos segundos lo liberó. Lucas mantenía esa expresión de indiferencia en su rostro, pero aún así me vió de soslayo, dejándo escapar un suspiró, divertido.
— Veo que ya no me necesitas — Aseveró — Cuídate. Nos vemos mañana — Finalizó para luego subir a su auto e irse.
Mark, en cambio, se quedó de pié en la acera junto a mi por unos eternos instantes. No sabía que decir, hacía días que no lo veía, era tan extraño tenerlo cerca, otra vez.
— ¿Dónde estabas? — Mantuve mi vista fija en el suelo.
— Aquí.
— Entonces...¿Por qué no volví a verte después de la fiesta?
Desvío la mirada, y se quedó en silencio.
— Ok. Si vas a jugar a esto, yo también lo haré.
Decidida volteé con la frente en alto, con la intención de entrar al edificio y abandonarlo a su merced, pero Mark lo impidió sosteniendome por el brazo, provocando que retrocediera.
— ¿Qué hacías con él? Te dije que los chicos no son de fiar.
— ¿Es un chiste? — Tragué saliva — ¡Me evitaste todos estos días! Me dejaste sola a pesar de que sabías perfectamente las malditas cosas que me han estado pasando. ¿Y aún te crees en el derecho de decirme con quién debo salir y con quién no?
Me separé de él con la poca fuerza de la que disponía ante la adrenalina del momento. Mi cuerpo tiritaba por completo. Me sentía desfallecer.
— Eso no te incumbe. No tiene porqué importarte donde vaya. Solo tienes que hacer las cosas bien.
Apreté el final de mi polerón con impaciencia. Siempre me había considerado una cobarde, pero en aquel momento no pretendía dejar pasarme a llevar, menos por él.
— No puedes hacer eso — Mis piernas se enflaquecieron — ¡No puedes entrar y salir de mi vida las veces que se te antoje! — Mordí mi labio. No podía llorar, aunque tuviese mucha rabia acumulada. No podía — Entonces ¡Vete! ¡Desaparece! ¡Lárgate!...
Fue ahí que Mark me tomo de improviso de la cintura atrayendome hacia él. Acercó su rostro al mío, juntando con tranquilidsd sus labios sobre los míos, como si disponiera de todo el tiempo del mundo, simplemente...me besó.
Mi corazón latía a una velocidad sobrehumana, sentía todas mis emociones a topé. Era primera vez que sentía una sensación así. Casi como si volviese a nacer. Todo dentro de mi se volvío a unir.
El tiempo se detuvo, cuando se distanció. Observó mis ojos con detenimiento, permitiéndome apreciar aquellas encantadoras perlas negras. Una vez más, caí en ese brillo precioso. Una vez más, caí rendida ante él.
— ¿En verdad quieres que desaparezca?
ESTÁS LEYENDO
"Love On The Brain" † Mark Lee & Tú † [TERMINADA]
FanfictionDicen que el destino decide tú camino: tú pasado, tú presente y tú futuro. Es tan poderoso que incluso decide a quien deberías amar. ¿Acaso él era mi destino? Entonces, porqué le temía tanto a la idea de que lo fuese, y a la vez...le temía a que dej...