"Love On The Brain" † Mark Lee & Tú † [TERMINADA]

°Chapter°: Catorce

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— No lo sé. Sinceramente el tema de 'Políticas y Leyes' se me hace muy desesperante.

Kelly daba su "humilde" opinión respecto al trabajo que nos habían dado. A él maestro de Historia se le ocurrió la maravillosa idea de hacer una presentación en grupo. Para nuestra suerte, nosotros pudimos elegir con quienes formarlo. Kelly, Aylenn, yo; Y como era de esperarse, Lucas.

— Es el único que tiene toda la información en internet, será más fácil de buscar — Aseveró con disgusto Aylenn, a la vez que le daba una mirada rápida a Kelly.

— ¿Qué opinas ________?

Fijé mis ojos en Kelly, había estado demasiado distraída, y eso ella lo notó. Como siempre lo hace. Sonreí falsamente, mientras aclaraba la garganta.

— Creo que Aylenn tiene razón. Nos conviene que haya más accesibilidad sobre el tema, para abordarlo correctamente.

— Entonces hablaremos de 'Política y Leyes' — Sonrió triunfante la pelirroja.

Kelly por su parte bufó como seña de que estaba molesta, pero ignoré su comportamiento infantil. Tenía otras cosas en las que pensar, por el momento.

— Me disculpan, iré a tomar un poco de aire.

Las chicas asintieron sin prestarme la mínima atención, estaban más pendientes de seguir con sus luchas de miradas asesinas, que en ver mis acciones. Lucas, por su parte, me observó atento. Incluso al voltear continuaba sintiendo su intensa mirada por sobre mi nuca.

Me alejé lo suficiente del salón, sacando mi celular del bolsillo trasero, a la vez que marcaba el número de papá. Continúe mi caminata hasta el final del pasillo, con la intención de llegar a los baños.

— Aló.

— Papá.

— Mi pequeña alegría. ¿Cómo estás, amor? ¿Cómo van los estudios? ¿Algún chico al cual asustar con mi escopeta?

Encorve los labios esbozando una dulce sonrisa. Realmente extrañaba de forma abrumadora a papá, a él y a sus ocurrencias sin sentido.

— ¿Aún sigues cazando?

— Pues sí. Es lo único que mantiene activo a este viejo.

Cuando era pequeña solía ir a cazar con mi padre. Vivíamos en medio de un interminable bosque, en un pequeño pueblo a no más de cuatro horas de la ciudad. A él siempre le gustó la tranquilidad y el silencio, sobretodo por el hecho de que la próxima casa de la suya quedaba a 20 kilómetros de distancia.

— Pá, sucedido algo ayer — Sin prestarle atención al camino, me adentré a la primera puerta de baño que se me cruzó en frente — Mamá, regresó.

— ¿Tu madre?

— Hum.

— Oh...— Me dirigí a los espejos a la vez que oía a mi padre del otro lado del teléfono suspirar cansado — ¿Te dijo algo?

— Mencionó cierta cosa.

Al ver mi reflejo alcance a divisar de soslayo los urinarios, detrás de mí, a través de este. Giré mi cabeza por sobre mi hombro cayendo en cuenta de que torpemente había entrado al baño de varones. Me burle de mi misma por dentro, inspeccionando el lugar con curiosidad, era mucho más limpió que el de los femeninos. Proseguí husmeando hasta que algo en particular captó mi interés del todo. No habían ventanas.

— ¿Sobre? — La voz de mi padre me despertó del trance.

El fuerte sonido del término de la primera clase me asustó, consiguiendo que saliera de ahí.

— Pá, tengo que volver a clases, luego te llamo. ¿Sí?

— Está bien, mi pequeña. Cuídate. Te amo.

— Yo también te amo, papá. Adiós

Corté. En ese momento inumerables preguntas llenaron mi cabeza. Ese día, en el que por poco casi me desmayo en medio del pasillo, el mismo en que Mark vino a por mí. Recuerdo perfectamente cuando Kelly aseguró que Lucas había dicho que nos vió a Mark y a mí por las ventanas del baño de varones, pero...nunca existieron ventanas.

— ¡_______! — Kelly llegó hasta a mí chillando como una niña, mientras Lucas venía tras de ella — ¿Te sientes mejor?

— Hum — Asentí.

Sitúe mis ojos en Lucas, siempre tenía esa sonrisa amable, de chico bueno. Algo andaba mal. Uno de los dos estaba mentiendo. Y descubriría quién.