2 de Agosto. 2007.
— Quiero a mamá.
— ¡Cállate!
Aquel sujeto posó sus ojos llenos de odio sobre mi, mientras que el otro se encargaba de sostenerme evitando que continuará dándole patadas.
— ¡Dale más al acelerador!
— ¿Qué crees que estoy haciendo? No veo nada con esta lluvia.
— Debí haber manejado yo.
— Déjate de pendejadas y preocúpate de controlar a la mocosa.
— ¡Mamá! — Grité llorando.
El hombre que me mantenía sostenida, levantó su mano dándome una áspera cachetada. Logrando silenciarme.
— ¿Qué haremos con ella? — El tipo que conducía nos miró a través del espejo retrovisor.
— Han, se encargará de eso.
Un ruido estrepitoso nos sobrecogió, seguido de unas luces refulgentes.
— ¡Frena!
Fue lo último que gritó aquel hombre a mi lado, antes de que el auto en el que íbamos volcará. El constante chirrido de este golpeando contra la acera entró por mis oídos, hasta que se detuvo. Todo se tornó oscuro...
Abrí mis ojos con dificultad. Podía escuchar tan agudo la lluvia chocar contra el suelo. El olor a humedad. El frío incrementar sobre mi piel.
Tenía una sensación extraña. Flotante.
Mis párpados pesaban, y mi músculos no reaccionaba ante mis súplicas.
La superficie en donde estaba recostada era helada, aunque sintiese un calor palpitante en un costado de mi frente. En un intento de querer saber dónde me hallaba alcance a palpar lo que parecía ser agua. Abrí mis ojos con dificultad, todo estaba borroso y una luz no me permitía enfocar bien.Lo único que podía vislumbrar era agua sucia y unos zapatos de cuero negros empapados por la lluvia, inalterables; Muy cerca. La sangre se volvía una sola con el agua sucia que recorría por debajo de mi cuerpo inerte. Estaba segura que nadie jamás podría salvarme de esto.
Aquellas botas negras proseguían ahí, hasta que pude ver como la sombra recargaba sus rodillas contra el suelo. Con dificultad e inocencia elevé mi frágil mano hasta el cuello de su chaqueta, apretándola con las pocas fuerzas de las que disponía. Él solo tocó con una de sus manos mi mejilla.
Sus manos eran tan frías que podían transpar mi piel, como si de mil agujas se tratase. Levantó con cuidado mi cabeza. No era capaz de ver bien sus facciones, la lluvia lo impedía. Pero sus ojos, sus ojos los recuerdo. Tan oscuros como la noche y tan brillantes como la luna.
Aquel chico me tomó entre sus brazos. Y puso una de sus manos en mi cabeza.— ________— Su voz, tan delicada y ronca — Mírame — Pestañee con dificultad para luego poder fijarme en su rostro.
Ya mi vista era clara. Cada minúsculo detalle de él me era visible. Aquellos labios finos, su delicada nariz, sus largas pestañas...Aquellos pequeños ojos color ceniza, tan brillantes. Tan tranquilizadores.
— No te dejaré morir — Finalizó, mientras sus ojos brillaban intensamente.
Deje caer mís párpados. Los segundos se hicieron eternos, o por lo menos eso sentí, antes de abrirlos completamente por oír su voz a lo lejos. Ese chico me observaba expectante, pero algo había cambiado en él. Uno de sus ojos había perdido su color. Ahora uno era oscuro y el otro ceniza.
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"Love On The Brain" † Mark Lee & Tú † [TERMINADA]
Hayran KurguDicen que el destino decide tú camino: tú pasado, tú presente y tú futuro. Es tan poderoso que incluso decide a quien deberías amar. ¿Acaso él era mi destino? Entonces, porqué le temía tanto a la idea de que lo fuese, y a la vez...le temía a que dej...