°Chapter°: Treintaiuno

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Dos golpes suaves llamaron a la puerta principal. Permanecía ansiosa, era mi madre, la que juré no volver a mencionar luego de cuatro años. Y ahora veme aquí, a punto de estar un una misma habitación por más de diez minutos junto a ella.

Apenas abrí la puerta sus ojos se posaron en mí, mientras se formaba una sonrisa de alivio en sus labios.

— Hola.

— Adelante — Me hice a un lado viendo hacía el suelo.

No recordaba como lucía, parecía cansada. Sus ojeras me daban a entender de qué no dormía bien, y sus marcas de expresión contaban el hecho de que estaba envejeciendo. Me le adelanté en dirección a el salón, en tanto ella se sentaba en uno de los sillones con algo de dificultad. Me quedé de pie unos segundos pensando en que decir o hacer.

— ¿Quieres algo de beber? — Rasqué mi frente un poco inquieta.

— No te preocupes, estoy bien así.

Su sonrisa de debilidad me hacía repensar sobre el odio que le tenía hasta entonces. Ella realmente se veía mustia.

— Te traeré agua — Me giré a la cocina.

Mi mente se centró en como el agua llenaba aquel vaso de vidrio. No podía con la mezcla de sentimientos, pero debía hacer esto.
Recuperé la conciencia una vez el agua comenzó a rebalsarse.

— Maldición — Susurré para mí misma.

Ignoré el hecho, para luego regresar al salón dejando el vaso sobre la mesa de centro.

— ¿Sobre qué quieres hablar?

— Esa vez que viniste — Puse mis ojos en ella — Mencionaste un accidente.

Su cuerpo se tensó.

— No estoy segura — Soltó una risita nerviosa — Ese día no estaba del todo en mis cabales.

— Mamá. — Inmediatamente dejó sus labios en línea recta — Sé lo que sucedió cuando era pequeña. El accidente de auto. Mark me lo mostró.

— Cariño yo...— Se inclinó levemente.

— No quiero más mentiras. ¿Ok? — La mire fijó — Dame el gusto en esto y prometo que no tendrás que ver mi cara otra vez.

— Está bien. Te diré la verdad — Arrugó la frente, mientras sus ojos se entristecían — Cometí un error. Todo lo que te está sucediendo es mi culpa.

— ¿A qué te refieres?

— Decidí renunciar a mí sangre una vez conocí a tu padre — Bajó la cabeza — Quebré una de las más valiosas reglas: "No entrometerse en la vida de los humanos"

— No comprendo.

— No soy humana, cariño — Mi cabeza comenzó a dar vueltas, sentía que la vida se me venía abajo — Sé que no es fácil de digerir, pero quiero que sepas que es a mi a quien más le cuesta decir esto.

— Mark...

— Él también pertenece a nosotros. Conozco a Mark desde hace bastante tiempo, pero nunca le dirigí la palabra, sólo hasta que.

— ¿Hasta qué? — La interrumpí.

— Hasta que él te salvó — Nuevamente posó sus ojos en mí — Ellos solo querían vengarse de mí, había hecho lo prohibido, no querían que nadie corrompiera con el resto. Entonces intentaron lastimarte como una advertencia a los demás de qué pasaría si imitaban mi acción. — Sus ojos se humedecieron — Sentí que la vida se me esfumaba esa noche en que te secuestraron. Tenía rabia por no poder hacer nada. Era débil.

Mis piernas enflaquecieron. Nunca esperé esto, mi vida había sido una mentira desde el principio. Viví en una especie de película ficticia.

— Cuando el llegó contigo en brazos el alma me regresó al cuerpo. Jamás esperé algo así de él. De nadie que fuese como yo — Tomó aire — Es por eso que tomé la decisión de llevarte lejos, lo más lejos posible. Tú padre aceptó ir contigo. No te abandoné, simplemente, te protegía, de ellos...de mí.

Me era imposible poder albergar tanta información. Parecía una pesadilla. Un laberinto sin salida.

¿Qué era real? ¿Qué era un sueño?

"Love On The Brain"  † Mark Lee & Tú † [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora