°Chapter°: Veinte

1.7K 168 31
                                    

Lunes...

Habían pasado cuatro días desde esa noche. Cuatro, de la última vez que ví a Mark. Nisiquera pude cruzarme con él, parecía casi como si hubiese desaparecido de la faz de la tierra. Como si ya no existiese. Sentía un vacío inexplicable en mi pecho, quizás me sentía sola, acostumbraba tener su persisten escencia a mi alrededor. Inexplicablemente lo necesitaba.

— Desapareciste.

Mis ojos divagaron por el torso de quién me hablaba en ese momento, hasta que di con su rostro. Lucas.

— ¿Eh?

— En la fiesta, te busqué pero no te encontré — Sonrió incómodo — Desapareciste.

— Sí. Em...— Inventa algo lógico — Tuve que ir a casa temprano. No me sentía muy bien.

— ¿Cómo llegaste? Queda a una hora — Observó la mesa en la que me encontraba apoyada.

— Bueno. Mark me acompañó — Viajé con detenimiento por su mirada.

— Ya veo — Sonrió irónico.

Lucas deslizó las manos con disimulo por la mesa dando pequeños golpes con las puntas de sus dedos en esta, hasta que reincorporó su atención en mí.

— Sólo quiero que recuerdes que, si necesitas algo, no dudes en pedírmelo a mí.

— ¿Por qué?

— Porque...— Apoyó las palmas en el mesón acercándose más a mi — Ese chico, no lo sé. No confío mucho en él. — Hizo una mueca de fastidio.

— Mark, es un buen chico.

— No eh dicho lo contrario. Sólo que — Pasó su vista por todo el salón — No sabemos nada sobre él.

Era cierto. Con Mark nunca se sabía que era real o falso, algo que me sacaba de quicio y que me distanciaba cada vez más de la verdad. Bajé la mirada a mis manos. Me preguntaba por qué, a pesar de ser alguien muy desconfiada, había expuesto mi debilidad ante él, ciegamente.

— Lo tendré en cuenta. Gracias.

Asintió a la vez que sonreía dulce.

— ¡_______! — Kelly apareció de la nada con su celular en manos — No tienes idea de lo que me acaba de pasar...Ah. Hola, Lucas.

Ambos la observamos, en tanto que Lucas sacudía su mano en forma de saludo.

— Bien. Tengo cosas que hacer, las veo pronto.

Mis ojos se posaron en Kelly, quién seguía con la vista fija en la pantalla de su celular.

— ¿Y bien?

— Antes. Necesito que tomes aire — Hizo un ademán con las manos — ¿Lista?

— Lista — Reí divertida.

— Tengo novio. ¡Ah! — Un gritito escapó de sus labios.

— Kelly, la chica que cambia de novio como calcetín, ahora tiene dueño — La miré incrédula — Parece el título de una historia ficticia.

— Pues es verdad. Este chico supo cómo dominarme — Puso su mano en su pecho, suspirando.

Me reí tan fuerte que los del salón se me quedaron viendo raro.

— ¿Y quién es el afortunado?

— Se llama Leonid. Es ruso — Continuó una vez vió mi expresión de confusión — Lo conocí en la fiesta del viernes. Es tan guapo.

Estaba luchando conmigo misma para aguantar la risa, no quería que mis compañeros pensaran que me faltaba un tornillo.

— Pensé que tú y Lucas.

— ¿Lucas? — Frunció el ceño mirando un punto invisible — No lo sé, yo también creí que teníamos algo, pero...— Se fue en si — Simplemente no éramos compatibles — Sonrió.

Me sorprendí, estaba segura de que Kelly estaba muy enganchada a él, demasiado para lo fácil que es el que ella se aburra de un chico. Kelly, se sentó a mi lado una vez el maestro hizo acto de presencia por el lugar. No tenía claro de si sucedió algo malo entre ambos, pero la forma de actuar de Kelly se me hizo inusual, parecía estar confundida. Como si no recordara que pasó entre ellos en verdad.

(...)

La clases se dieron por acabado. Quería descansar un poco antes de estudiar para el examen de Comunicaciones Lingüísticas. Sin dormir, sería un desastre al intentar concentrarme.

Revisaba mi teléfono, a la vez que caminaba hasta casa, la calle parecía demasiado vacía para mí gusto. Como siempre me distraje provocando que mi teléfono cayera al suelo, no tenía claro como era que aún no se rompía, solía ser muy torpe con el. Me agaché a recogerlo, cuando algo llamó mi atención; Por sobre mi hombro alcancé divisar a alguien a unos pocos metros trás de mí. Se había detenido.

Me levanté. Quizás solo iba por el mismo camino que yo. No tenía de que preocuparme. Apreté mi teléfono con fuerza por sobre mi pecho continuando con mi camino. Podía oír los pasos de aquel sujeto avanzar de manera tranquila, como si no tuviese prisa por adelantarme. Comencé a caminar más rápido, escuchando como el tipo aceleraba su paso, hasta que me decidí por correr desesperadamente, por suerte mi edificio estaba a pocos metros.

— Señor. Ayudeme, alguien me está siguiendo — Me acerqué a un señor que se encontraba fuera del edificio apenas llegué. Mi corazón latía a mil por hora.

— Joven, ¿Se encuentra bien?

Me miro preocupado. Al parecer mi expresión lo decía todo.

— Venía un hombre siguiendome — Traté de regularizar mi respiración.

El anciano frunció el ceño mirando para todos lados. Confundido.

— ¿Está segura?

— Sí. Era alto, fornido. Una mascarilla negra ocultaba su rostro. — Comencé a describirlo nerviosa, siquiera podía formular bien las palabras.

— Disculpe, pero la vi corriendo desde la otra esquína y no había nadie detrás de usted, señorita.

— ¿Qué?

— Sólo venía usted. No había nadie más.

"Love On The Brain"  † Mark Lee & Tú † [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora