"Love On The Brain" † Mark Lee & Tú † [TERMINADA]

°Chapter°: Doce

Mark, aparcó fuera del edificio en donde ambos nos hospedamos. Como siempre, se levantó de la moto con esa expresión de molestia en su rostro. Por más que intentara decifrar que pensaba me era imposible, tenía el inquietante sentimiento de que ocultaba algo muy en lo profundo de su ser.

— ¿Cómo supiste en donde estudio? — Me quité el casco con delicadeza.

Soltó una silenciosa carcajada por lo bajo, para luego regresar su atención a mi.

— Hay un montón de cosas extrañas sobre mí, y eso es lo único que vas a preguntar — Sus ojos denotaban ironía.

— Quizás esas cosas sobre ti no me incumben.

— Definitivamente no te incumben. Como tampoco te incumbe ir hacía el peligro, para que termine protegiéndote una vez más.

— Yo no voy hacía el peligro.

— El va hacía ti. ¿No?

— No fue mi culpa el que casi me desmayara en medio del pasillo. Si no hubiese sido por Lucas, yo...

— ¿Lucas? — Me robó la palabra de la boca.

— Es mi compañero.

Mark suspiró desganado, más bien irritado. Presentía que detestaba el hecho de que otros chicos se me acercaran demasiado.

— _______ — Se aproximó a pasos lentos — Quiero que tengas claro algo — Me acorraló contra el asiento de la moto, mientras apoyaba ambas manos en esta, a mis costados, acercando su rostro a una distancia imprudente — El único chico que puede formar parte de tu vida soy yo, porque...— Pasó sus ojos con desdén por mis labios hasta mis ojos —...Me pertenece.

Tragué duro. Un nudo en mi garganta me dejó sin habla. Era primera vez que Mark actuaba así, de una forma tan, demandante. Se alejó con tranquilidad a la vez que se disponía a acomodar sus manos en los bolsillos de su pantalón, me dió la espalda sin una pizca de éxtasis en su cuerpo.

— Puedes quedarte con el casco — Me observó de soslayo por sobre su hombro — No será la última vez que tengas que usarlo.

Finalizó caminando en dirección a la entrada del edificio.
¿A qué demonios estaba jugando conmigo?

(...)

— ¿Cómo estás?

Kelly se apareció por la puerta de mi apartamento, con ese típico gesto en ella.

— Bien. ¿Por qué viniste hasta acá? — Me corrí a un lado para darle paso.

— Necesitaba saber si habías sobrevivido a la caminata hasta tu casa — Entró sin dejar de mirarme.

— Sí. Bueno. Sobre eso — Cerré la puerta sin darle cara a mi preocupada amiga.

Tomé una bocanada de aire, de qué manera podría explicarle que Mark fue a por mí de la nada. Tal vez era mejor ocultarlo.

— No fue tan mal. Pude llegar sin problemas — Sonreí.

— Ah. Ya veo — Su expresión cambió a decepción — Estoy segura de haber escuchado mencionar a Lucas acerca de que un chico te fue a recoger en moto.

— ¿Eh?

Kelly puso sus ojos sobre mi mientras fruncía el ceño algo enfadada. Sólo atiné a rascar mi cabeza buscando excusas pero ya no servía de nada mentir sobre algo de lo que ya sabía.

— Sí. Mark fue a por mí.

— ¡Lo sabía! — Sacó su labio inferior por sobre su mentón — ¿Por qué no me lo dijiste?

— No lo encontré algo relevante — Suspiré, entretanto chasqueaba la lengua — ¿Cómo es que Lucas sabía eso?

— Dijo que cuando fue al baño del segundo piso los vió por la ventana.

Una sonrisa cómplice se formó en los delgados labios de Kelly a la vez que ocultaba sus manos tras su espalda y sacudía sus hombros como niña pequeña.

— Tengo que contarte algo — Bajó la vista — Lucas me invitó a salir este sábado.

— ¿En serio?

— Iremos al lago a ver la Luna.

Un aire frío recorrió mi espina dorsal provocando que me arqueara de súbito, mientras una imágen fugaz de una luz estridente reflejada sobre un charco profundo de agua sucia pasó por mi cabeza, casi como una fotografía. Una especie de recuerdo efímero.

— ¿Estás bien? — Kelly tocó mi hombro volviéndome a la realidad.

— Sí — Aclaré mi garganta — Vamos a el salón, y me cuentas más.