Forzado

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-¡Wesker, ya basta! Esto es entre tu y yo- estaba furioso pero nada podía hacer, su alfa interno rugía molesto.

-¿Hmmm? Pero querido Chris, recién estamos empezando...- sentenció con una sonrisa cínica en sus labios.

A lado suyo, completamente sometido e inmovil se encontraba Piers, encadenado y desnudo con las piernas abiertas y atadas,  dejando expuesta su entrada y su miembro a su capitán.

El hombre rubio que alguna vez fue el capitán de Chris rozaba su cuerpo descaradamente, pasando por las partes mas sensibles del omega, torturandole al detenerse en estas para ocasionarle dolor al pellizcarle o golpearle con la palma de la mano.

-Hijo de perra... ¡He dicho que me sueltes ahora!- gruñía con las mejillas sonrosadas a causa de la estimulación y la humillación de estar expuesto.

-¿En verdad eso es lo que quieres?- preguntó el alfa rubio, rozando en círculos los muslos del castaño miel, causando pequeños gemidos-solo mírate muchacho, tu cuerpo empieza a calentarse con mi tacto...-

-¡Es involuntario!-

-¿De verdad lo es?... ¿o es que acaso te exita esta situación?-

-¡Wesker, sueltalo!- advirtió el alfa forcejeando con las esposas de sus muñecas .

Ambos habían sido capturados durante una misión de reconocimiento, Chris fue inmovilizado totalmente mientras que los hombres de su antiguo camarada se llevaron a Piers sometiendolo y rebajandolo a como estaba en ese momento.

-¡Silencio!- subió la voz y con esta también apareció la escencia del rubio, amarga y podrida por la mutación -ahora... ¿En que estabamos?- dirigió sus ojos de nuevo al omega que igual forcejeaba tratando de alejarse.

El chico frente a sus ojos era realmente lindo con ese rostro gruñón y esos ojos verdes aceitunados. Le gustaba verlo retorcerse y sobresaltarse por cada toque que sus manos le propiciaban, el como su escencia aparecía aterrada clamando por ayuda... la boca se le hacía agua al verlo tan vulnerable y completamente bajo su control.

-Oh, sería una delícia undirme en tus piernas y marcarte como mi propiedad enfrente de tu capitán- le susurró al oído tan alto para que el alfa escuchara.
Lamió el lóbulo de su oreja bajando hacia el cuello, deteniendose en su curvatura, acariciandole con sus dientes.

-ahh...- exclamó con voz temblorosa el castaño miel que intentaba resistirse al toque del rubio.

El de ojos azul grisaceos veía todo eso con ira.

-No te atreverías- escupió Chris, asqueado por lo que escuchaba de la sucia boca del otro alfa.

-Usualmente aceptaría el reto... pero tengo planes para ambos-  se alejó de Piers dirigiendose a uno de sus secuaces.

El hombre encapuchado le propició una jeringa llena con una sustancia desconocida, este la tomó y se acercó al moreno.

-Te estoy haciendo un favor... amígo mío- sus palabras le causaron escalofríos al hombre cuando las escuchó, se imaginaba lo que podría ser.

Se sacudió tratando de alejar la jeringa de su cuerpo pero fue inútil, un puñetazo en el estómago terminó por inmovilizarlo de forma temporal, Wesker aprovechó esto para clavar la aguja como si de un cuchillo se tratara en la piel tensa de Chris, inyectando todo su contenido.

-Ghrrr...- gruñó furioso sintiendo recorrer el líquido por todo su cuerpo.

-¡¿Qué le ha inyectado?!- grito Piers desesperado por soltarse.

-Eres realmente admirable, niño... aun en tu posición sigues procurando a tu capitán- rió entre dientes acercándose al muchacho, aún debía divertirse con él antes que la droga surtiese efecto.

Bearfield and Puppiers antology (CANCELADO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora