Bearfield and Puppiers antology (CANCELADO)

Cambiando roles

Se sentía cansado y apenas si podia mantener sus ojos abiertos, cabeceaba en la mesa mientras intentaba mantenerse atento a la conversación con Jill, pero era inutil, tenía esa sensación de cuerpo cortado y un leve dolor de cabeza.

-Chris, ¿me estas escuchando?- la rubia llamó su atención, parecía descontenta.

-Uh... disculpa- su voz sonaba apagada -creo que no me siento muy bien hoy, es todo-

La alfa frente a el le miró con una ceja enarcada y una mueca, le parecía curioso que el gran Chris Redfield se enfermara tan fácil. Podía pensar que era una excusa para no quedar mal con ella, le conocía muy bien como para saber cuando mentía y cuando no, sin embargo siempre era mejor asegurarse.

-Hmmmm...- puso su mano sobre la frente del hombre, sintiendo su temperatura corporal -parece que atrapaste un resfriado- bromeó un poco, su piel se sentía caliente bajo el dorso su mano.

-Eso creo...- se encogió de hombros y luego añadió -...aunque no se como pude haberme enfermado-

-Tal vez te han contagiado y no lo supiste hasta ahora, eres algo bruto como para no darte cuenta de muchas cosas, después de todo- sonrió entre dientes al dar esa explicación.

-Debe ser eso... ¡oye!- frunció el seño, ofendido por el comentario de su amiga, ella reía en respuesta.

-Bueno bueno bueno, ya me divertí un poco ahora volvamos al tema que nos competía- y con eso siguieron hablando...

***

Había un peculiar aroma en el aire esa mañana, los nuevos cadetes lo sentían  pero era confuso ¿de donde podía provenir?, se hacían preguntas entre ellos sobre lo que podía ser.

-Es como aromatizante de auto- describió uno de ellos

-Como a pino húmedo- añadió otro, aspirando el aire

-Apenas lo percibo-

-¿De que hablas? Si esta inundando todo el sitio-

-Mi cabeza da vueltas, es fuerte-

El grupo de entrenamiento de hoy se sentía agitado y algo incómodo, había un ambiente raro adornado por un nuevo olor en el aire, algo conocido pero que estaba afectando a todos por igual.

-Muy bien, muchachos, el capitán no se siente muy bien hoy así que entre más rápido hagan sus ejercicios mejor será para ustedes-

Piers, al ser la mano derecha del hombre estaba encargado de llevar a cabo los entrenamientos por si este estaba indispuesto por alguna u otra razón; a pesar de que Chris estaba ahí, por insistencia del omega decidió solo vigilar que los soldados siguieran el programa pre establecido. Hubiese declinado de no ser que la ligera fiebre que tenía pareció aumentar y la sensación de congestión y cansancio causaban escosor en su cuerpo.

Aunado a esto, el aroma a bosque era más intenso aún aunque el alfa no parecía percibirlo, en cambio, el conjunto de alfas, betas y omegas que corrían en el campo de entrenamiento no podían evitar sentirse alterados por lo invasivo que resultaba ser.

No llevaban ni media hora cuando la tensión que había en el aire se convirtió en una nube de feromonas alfa que peligraba con inducir a todos los presentes a un celo prematuro. No pasó mucho para que los menos experimentados empezarán a sentir los síntomas.

Uno de ellos, un omega joven que no tenía mucho de haber entrado al equipo alfa, se acercó casi temblando al teniente.

-Teniente Nivans- preguntó casi temeroso y sudando frío -¿Usted no siente ese olor?