Fantasma

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Yacia ahí, recostado en el càlido nido cubierto de ropa y mantas pertenecientes a ambos. Sus ojos se mantenían cerrados mientras descansaba plàcidamente, respirando suave y profundamente. Del otro lado de la habitación en la cama matrimonial su pareja le miraba, vigilando su sueño cual fiel guardián.

Una inquietud perturbaba la mente del mayor con respecto a lo que ocurría; el joven muchacho llevaba seis meses actuando de forma errática y no lo culpaba. La ultima misión había causado estragos en la psiquis del joven omega quien perdió un brazo a causa del virus c.

El virus había sido aislado exitosamente sin causar secuelas o efectos secundarios en el resto de su cuerpo, sin duda había sido admirable el haber resistido la horrible metamorfosis lo mejor que pudo... ojala se pudiera afirmar lo mismo de su mente.
Su joven amante tuvo que ser dado de baja de la bsaa con honores después de habersele detectado el transtorno de estrés post traumàtico, y esta noticia solo terminó por romperle el corazón.
Durante días, su omega se aisló por completo; cuando salía todos podían notar lo afectado que estaba pues sus sonrisas ya no eran las de antes y el brillo en sus ojos verdes desaparecio dejando en su lugar una mirada ausente.

Y en esos momentos difíciles donde parecía que los días eran grises y el sol jamas se asomaría Chris estaba ahí para él, mimàndolo, abrazàndolo, cocinandole su trozo de res favorito, haciendole ver que ese no era el fin y que pasara lo que pasara siempre estaría ahi...

-hmmm- escuchó la queja del menor quien se removía incomodo en el suave colchón formado por varias prendas -Chris?- habló somnoliento, llamandole para que fuera a su lado

El aludido no se negó y se levantó de la cama para recostarse junto a su pareja.

-¿que necesitas de mi, mi pequeño omega?- soltó en un susurro, sonriendo en el proceso

-duerme conmigo esta noche, nuestro cachorro necesita de su padre- se sonrojó ante esta confesión mientras acariciaba su abdomen de forma protectora.

-lo que sea por ti y nuestro futuro hijo- le abrazó por la cintura, acomodandose entre el cuerpo del muchacho, depositando suaves besos en su piel expuesta, y susurrando palabras de amor hizo que su amante volviera al mundo de los sueños.

Chris se abrazó fuerte a el, aspirando el aroma que desprendía su cuello y soltó un suspiro...

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Habían ido un día al médico por una revisión de rutina, Piers estaba convencido de que estaba encinta. En un inicio eso alegro a ambos e hizo que las cosas volvieran a funcionar como antes, los ojos del mas joven volvian a brillas joviales y sus sonrisas eran mas grandes que nunca.

Sin embargo la realidad era tan cruel como la salud mental del muchacho, despues de varios analisis y una ecografia el medico pronuncio lo que el menor menos queria escuchar.

-Lo siento... es negativo- negaba con la cabeza el medico

-¿Como es posible? Tengo todos los síntomas, mi vientre se ha hinchado- su voz se desquebrajaba con cada oración que su boca pronunciaba, su pareja le sostenía la mano, temiendo que fuese a alejarse.

-Es algo psicológico en realidad, le recomendaría asistir con un especialista para tratarse- una vez mas hablo el medico, su tono era neutro al igual que su expresión.

Pero a Piers le pareció un insulto, el dolor iba convirtiéndose en rabia rápidamente y su aroma lo delataba. Chris, estando al pendiente de todo ello le gruño por lo bajo, como una advertencia para que no hiciera lo que el mas joven estaba pensando.

-Usted miente- se levanto furioso de la silla, encarando al pobre medico mostrandole los dientes como una advertencia, ignorando por completo a su pareja. -No conoce nada acerca de mi o mi cuerpo, no debería ser un doctor si ni siquiera puede ver lo evidente- el tono de su voz iba subiendo al igual que la cólera que burbujeaba en su pecho, se negaba a creerlo y no queria que alguien mas le dijese lo contrario.

-Piers- el alfa le llamo firme, tratando de calmar a su omega.

-Yo se que hay un cachorro creciendo dentro mio, puedo sentirlo, veo como mi cuerpo cambia cada día, tengo los sintomas y usted viene y me dice que estoy loco- en ese punto el muchacho ya estaba sobre el escritorio sujetando el cuello de la bata blanca con fuerza, mostrando sus dientes de forma amenazante, sus ojos ardian en furia.

-N...no... lo que yo dije fue- la voz del medico ahora temblaba ante el posible ataque de su paciente que le miraba con furia irracional.

-¡Piers!- de nuevo su pareja le llamo, esta vez imponiendose entre ambos individuos usando su voz y su aroma.

El castaño claro volteo a ver a su alfa, este le miraba serio y en desaprobación con lo que estaba haciendo, el aroma de Redfield llenaba la habitacion, obligandolo a retroceder... no por miedo a lo que su amante pudiera hacerle, sino por el efecto que sus ojos azul grisaceos provocaban en el.

Soltó al medico y bajo de su escritorio aun irritado y haciendo un desastre a su paso, pateando y empujando todo lo que se interpusiera, salio del consultorio con la cabeza gacha cuando vio de reojo a Chris, se sentìa como un niño siendo regañado por su comportamiento. El mayor suspiro una vez que el omega abandonó la habitación, azotando la puerta en el transcurso.

-Lamento eso, él no se ha encontrado bien últimamente- se disculpó apenado por la escena anterior.

El medico que aún estaba aturdido y temblando asintió nervioso, era la primera vez que atendía a una pareja conformada por un alfa y un omega con caracteres demasiado imponentes. 

-T..tengo entendido que el joven Nivans fue dado de baja por TSPT- 

Chris asintio cambiando el semblante a uno melancólico.

-Le daré el número de un especialista en salud mental, tengo la teoría de que esto causo su pseudociesis... por lo mientras me gustaria que haga lo posible para mantener a su pareja lo mejor posible si es necesario-.

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El le miraba con adoración, mientra el muchacho se removía entre sueños, buscando su pecho inconscientemente para abrazarle y ocultarse en este; seguramente producto de una de tantas pesadillas.

-Shhh... aquí estoy- susurraba en su oído, repartiendo besos en su frente, secando las lagrimas involuntarias que soltaba el omega.

-Chris...- murmuraba soltando chillidos, llamándole.

-Aquí estoy, cachorrito... no te voy a dejar- acariciaba su piel nívea y aperlada por el sudor, el menor comenzaba a despertar otra vez, presa del panico y la desesperacion.

-Tranquilizate, estas alterando a nuestro bebé- habló acercandolo mas hacia el.

-Lo siento...- se disculpo medio dormido, rodeandole con su brazo, pegándose mas al pecho del alfa.

Mientras que este soltaba su escencia para calmarlo, el olor familiar y fresco pero a la vez cálido era tan reconfortante para el, los brazos de su capitán se habían vuelto su refugio y el aroma que emanaba su cuerpo como un arrullo.

-Esta bien... pero debes dormir un poco por nuestro pequeño- su voz ronca resonaba tan suavemente en los oidos del omega, que solo asintió y reacomodó en el pecho del mayor, teniendo cuidado de no aplastar su vientre.

-¿Chris?- le llamo por cuarta vez en la noche

-¿Si, Piers?- acariciaba su espalda, reconfortandolo, dandole calor...

-¿No crees que estoy loco... o si?- pregunto inseguro, escondiendo su rostro en el pecho de su pareja.

-Claro que no...- contestó, esta vez revolviendo sus cabellos, besando sonoramente su cabeza, para avergonzar al chico, que solo se quejo dandole pequeños puñetazos a su estomago.

-Descansa, soldado...- y casi inmediatamente el menor volvio a quedarse dormido.

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-Como me gustaria poder decirte la verdad...-

...

Bearfield and Puppiers antology (CANCELADO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora