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Desperté al sentir un dolor en la cabeza, una muy posible jaqueca, miré a mi alrededor, estaba en la habitación de huéspedes de Chris, sentí una presencia a un lado mío, era Kate, desnuda, supuse que lo habíamos hecho.

Me levanté a ducharme, me cambié, tomé mi celular, Kate seguía dormida,  y me dirigí a la sala de estar, la cual estaba hecha un desastre, me hice un lugar y cuando iba a sentarme escuché un ruido; todos estaban dormidos, miré hacia la puerta del baño – el cual está entre el cuarto de huéspedes y la sala de estar –, estaba entreabierta, se empezaron a escuchar más ruidos de ahí, me acerqué en silencio, suspiré y abrí la puerta empujándola con fuerza.

— ¡Woah, lo siento!

Me cubrí los ojos apenado con una mano y con la otra me sujeté el pecho por el susto que me había dado. Estaba exaltado.

— ¡¿Qué diablos haces aquí?! — hablé mientras recuperaba el aliento — ¡¿y por qué estás así?!, ¡Ponte algo.…!

Había una chica, desnuda, o éso alcancé a ver, algo bajó mi mano del rostro con lentitud, las manos de la chica me la sostenían con firmeza. Puse toda mi fuerza de voluntad por ignorar el hecho de que estuviera desnuda y me concentré en su rostro, era muy hermosa, sus ojos eran un azul metálico, y su cabello rojizo. Quedé hipnotizado por tal belleza que poseía, pero reaccioné «Estoy con Kate». Retiré sus manos con cuidado y recuperé la cordura.

— Deberías vestirte, alguien podría entrar y verte así. No creo que sea muy cómodo para ti.

La chica simplemente me miraba, tenía inocencia en su mirada, no parecía entender que estaba desnuda.

—Por cierto, soy Michael, ¡pero puedes decirme Mike! — Intenté romper el hielo —. Y... ¿quién eres tú?

No respondió, ladeó la cabeza frunciendo el ceño. Me empecé a sentir incómodo.

— Parece que no hablas mucho, eh. Voy a buscarte ropa, no me gustaría que te vieran de éste modo.

Me dí media vuelta dispuesto a buscarle ropa a la chica.

« Soy tu conciencia ».

Me voltee rápidamente, la voz tenía que ser de ella.

— ¿Dijiste algo?

Se acercó a mí con sigilo mirándome a los ojos, parecía intentar decirme algo importante. Pude notar que sus ojos comenzaban a exaltar de color.

« Nadie puede verme ».

— ¡Sí fuiste tú! — me sobresalté y los ojos de la chica volvieron a su estado normal —, ¿cómo has hecho éso? No moviste la boca para nada.

De un momento a otro puso una de sus manos en mi frente. Apareció una especie de visión frente a mí, y pude ver de nuevo el momento en el que Chris y yo estábamos en la fuente. Quitó su mano despacio y raramente pude entenderlo todo.

— Espera, éso quiere decir que tú... — la miré por unos segundos, es imposible —, iré por ropa y hablaremos de ésto en mi casa.

Tengo suerte que casi siempre me quedo a dormir aquí y por lo tanto tengo algo de ropa, tomé una camisa limpia, un short largo, y unos zapatos de metedera. Tuve que vestir a la chica porque ella no sabía como; sin embargo, sabe hacer visiones del pasado, que irónico.

— Perdona, no tengo ropa interior aquí — me sonrió con pena —. Bueno, creo que ya estás, ya podemos ir a mi casa.

La chica estuvo apunto de caminar cuando la tomé del brazo, me miró sorprendida.

—¿Tienes nombre? — negó —. ¿Quieres que te ponga uno?...

Ella me sonrió en grande mientras asentía consecutivamente.

— Te llamarás Alice — me miró extrañada —. ¡No me mires así!, a mi me gusta — suspiré para calmarme, estaba muy exaltado —, ¿a ti te gusta?

Me sonrió de una manera tierna y asintió emocionada, y comenzamos a caminar a mi casa. Ella es muy tierna, aparenta una edad como la de Chris, transmite mucha seguridad, pero no puedo dejar de sentir que algo anda mal.

La conciencia de Michael (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora