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10;45 PM.

La fiesta ya había comenzado, había gente por doquier. Las personas disfrutaban de la fiesta y de las bebidas. Los cuatro muchachos estaban sentados en el segundo piso, el cual estaba más vacío. La pelirroja traía puesto el collar que le había dado Christian.

— Se te ve muy bonito — habló Christian.

— Me encanta. Eres un gran amigo, Chris — habló Alice sonriendole.

Christian sintió una punzada en el pecho. Michael sacó de su saco una rosa azul sintética y se la entregó a Alice.

— Una hermosa flor, para una hermosa dama — Michael le tomó la mano —. Mis sentimientos por ti se terminarán cuando la flor marchite.

— Pero, es falsa — dijo Alice extrañada.

— Exactamente.

Alice entendió y sonrió mientras se ruborizaba, Christian se levantó y bajó al primer piso, se dirigió a la cocina a sacar una botella de Vodka y le dio un sorbo grande, haciendo una pequeña mueca. De repente, el celular de Christian empezó a sonar.

11;00 PM.

Christian subió con la botella de Vodka en una mano, y viendo el celular con la otra. Los demás le miraron y le hicieron lugar para que se sentara.

— Oye Mike — habló él —. Me llamó Jackson, quiere que le ayudes. Es urgente.

— ¿Y por qué no me llamó? — preguntó Michael revisando su celular.

— No lo sé, pero quiere que vayas a su trabajo — respondió dándole otro sorbo a la botella —. También te está buscando Wendy — habló dirigiéndose a Kate.

— De seguro es de mis padres — habló ella molesta —. Ya vuelvo.

Kate bajó las escaleras no sin antes sonreírle a Christian, éste sólo la miró por unos segundos y regresó la mirada a los otros dos.

— Iré rápido — habló Michael dirigiéndose a Alice —. Quédate con Chris y no tomes nada que no conozcas.

— De acuerdo — habló Alice.

Michael la tomó suavemente del mentón y le plantó un beso en su mejilla, haciendo que Alice se ruborizara completamente. Le dedicó una mirada triunfante a Christian y éste le sonrió para después empinarse la botella dejándola a la mitad. Michael bajó rápidamente las escaleras dejando solos a Alice y Christian.

— Chris, deberías dejar de tomar éso — habló ella.

— Estoy acostumbrado.

Era mentira, Christian nunca había tomado Vodka, el cual, ya estaba empezando a surgir efecto. Los ojos le pesaban y sentía mucho calor, la garganta le ardía y un sentimiento le surgía al ver a Alice.

— Por favor, no quiero que te pase algo — suplicaba Alice.

Éso hacía que el sentimiento en Christian aumentara de manera bestial.

La conciencia de Michael (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora