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Dedicado a David C.
Porque no es fácil vivir sin ésa persona que siempre estuvo a tu lado.

***

Alice ya estaba lista, se había puesto un vestido negro que Jack le había regalado, tenía su cabello recogido. Por mi parte, yo tenía puesto el único traje negro que tenía. Jack había llegado, nos indicó subirnos al volkswagen, al subir, estaba pensando en que decirle a Chris...

Jackson iba conduciendo en silencio y despacio. Estaba el ambiente muy tenso, a Alice nerviosa, es normal. Nunca había asistido a un evento de este tipo.

Tranquila — hablé —. Nadie te dirá nada.

— Pero es el aniversario de fallecimiento de la madre de Chris.

— Christian va a agradecer mucho que ambos estén presentes, pues son muy cercanos a él — habló Jack viéndonos desde el retrovisor.

— Hoy necesita de mucho apoyo — hablé —. De lo contrario, según el Sr. Mccartney, él podría caer en depresión y perder la cordura.

— ¿Y si sólo necesita de ti? — preguntó.

— Que estés también, lo va a alegrar mucho.

Nos sonreímos, pude ver que Alice ya estaba tranquila. Por la ventana de retrovisor, Jack me dio a entender que ya habíamos llegado.

Estacionó el volkswagen, bajé y luego ayude a bajar a Alice, Jackson aseguró el auto y nos acercamos a la puerta de la casa de Chris, toqué varias veces y nos abrió el padre de Chris. Un señor alto, barbudo y de piel morena al igual que su hijo.

— Buenas tardes Sr. Smith...

— Pasen. Están en su casa.

Jackson pasó primero, luego de él Alice. El Sr. Smith se la comía con la mirada, al notar esto, me acerqué a ella tomándola por la cintura.

Saludamos a la familia de Chris. Uno de sus familiares nos indicó que estaba en su habitación. Alice y yo subimos hasta el tercer piso de aquella casa.

Al llegar pudimos ver a Chris recargado en su balcón, Alice y yo nos acercamos a él en silencio. Adelanté el paso para acercarme y darle una ligera palmada en su espalda y recargarme con él, Christian me miró, su cara estaba empapada de lágrimas, sus ojos negros estaban opacos por la depresión, tenía la cara hinchada, su corbata mal acomodada y sostenía un vaso de ron con su mano derecha. Su mirada reflejaba su tristeza, su necesidad de ayuda. Sin pensarlo, me abrazó y le respondí el abrazo mientras nos palmeabamos la espalda. Alice se acercó a nosotros y le acarició la espalda a Chris, éste también la abrazó.

— Muchas gracias por venir — habló Christian con la voz quebrada mientras se limpiaba el rostro —. De verdad, lo aprecio mucho.

— Estamos aquí para apoyarte — hablé —. Y si alguien no pudo venir, sabes que también cuentas con su apoyo.

— Esté o no — habló Alice —.  Siempre vamos a apoyarte.

— Gracias, chicos.

Christian esbozó una sonrisa. No es fácil hacer éso, cuando ya no tienes a ésa persona que siempre estuvo contigo. Alice y yo lo estuvimos abrazando y consolando hasta que se calmó. Llegó un momento en el que pude notar la fuente, aquella fuente donde empezó todo.

— Quiero mostrarles algo — habló Chris —. Vamos a la fuente.

Christian tomó a Alice de la muñeca y bajaron por las escaleras, por mi parte, me sujeté del borde del balcón y tomé impulso para caer en el jardín de Chris. Ellos llegaron y empezamos a caminar hasta llegar a la fuente, Alice y yo nos impactamos, pues había mejorado mucho.

La fuente estaba reparada e incluso pintada, habían cambiado su alrededor poniendo césped falso, y habían flores azules rodeando la fuente.

— ¿Y esto? — pregunté, estaba muy sorprendido.

— Yo mandé a remodelar un poco el lugar — confesó Chris —. A ella le gustaba la fuente, siempre quiso adornarla con flores azules.

— Lo hiciste por ella — habló Alice —. Es un muy lindo gesto.

— Sólo cumplí su último deseo — sonrió con una mirada triste.

Metió una de sus manos en su bolsillo, para después empezar a buscar por todo su traje.

— ¿Buscas algo? — pregunté confundido.

— Tenía una moneda, quería que Alice pidiera un deseo — suspiró frustrado —. Creo que la dejé en mi habitación...

— No pasa nada — habló ella —. Luego podré pedir un deseo.

Alice y Christian comenzaron a hablar, no quise interrumpir, pues Chris ya se había tranquilizado. Sentí la sensación de que alguien nos observaba, dirigí la mirada a donde sentí, pude ver al Sr. Mccartney parado en una de sus ventanas, mirándonos fijamente. Lo saludé sonriendo y él me respondió de la misma manera, para después retirarse de ahí.

« Éso fue extraño. »

Los tres regresamos caminando a la casa de Christian, Alice pudo animar rápidamente a Chris, él ya estaba contento, pues no lo habíamos dejado sólo. Al llegar, Christian y el Sr. Smith ofrecieron unas pequeñas palabras en honor a su madre y esposa. Estuvimos hablando y consolando a la familia, Christian por su parte no se separaba de Alice.

Al final nos retiramos al anochecer, nos subimos al volskwagen, Jackson estaba comenzando a arrancar, me asome por la ventana del auto que el Sr. Mccartney se había vuelto a asomar por su ventana, ahora miraba fijamente hacia la fuente. El auto arrancó y nos dirigimos a mi hogar, me fuí contento, pues Chris estaba contento, a pesar de que sabía que aún sentía ése dolor, sé que nuestra presencia fue de mucha ayuda en éste día tan importante para él. Aún así, quisiera saber, por qué está tan apegado a Alice...

La conciencia de Michael (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora