Flashback
Yo era apenas un niño pequeño. El recuerdo más lejano que tengo es el de una mujer tomándome de la mano, para después entregarme a otra persona. Pude ver un auto gris irse y para éso yo ya estaba en un enorme y extenso edificio que sería el orfanato. Aquella persona me llevó al patio del lugar, era muy grande, cubierto de plantas y mesas de madera con pequeños manteles a cuadros. Había muchos niños y jóvenes corriendo y jugando, pensé que era algún tipo de escuela.
— No tengas miedo, Michael — habló la persona haciéndome mirarla —. Aquí todos te vamos a cuidar.
También era una mujer, pero con ella me sentía tranquilo. Me soltó para que yo pudiera socializar con los niños de ahí. Pero sólo me limité a mirar a través de los muros y la reja de salida del orfanato, me acerqué a ella y miré el camino por el que se había ido aquel carro gris, me sentía muy triste. Pero todo éso acabó cuando alguien me lanzó una piedrita en la espalda.
— ¡Perdón! — gritó —. Quería tirarla afuera.
Volteé para encontrarme con un niño un poco más alto que yo. El niño se acercó a mi y se pegó a la reja mirándome.
— Tú debes ser el nuevo de hoy — habló —. Me llamo Jackson Jones, pero puedes decirme Jack. ¿Cómo te llamas, pequeño?
— ...Michael... — solté, pues apenas sabía formular palabras cortas.
— ¡Bienvenido!, espero que te adopten pronto. Se ve que eres muy buen niño y aparte eres pequeño.
— ¿...On... de 'toy? — traté de preguntar.
— Estamos en un Orfanato. No sé por qué estamos aquí — respondió —. Todos los adultos vienen a dejar niños casi todos los días, son pocos los que vienen por ellos. Yo tengo 5 años, llevo aquí desde los dos años según la Srita. Ann — dijo mientras miraba a la persona que me había sujetado la mano —. ¿Cuántos años tienes, Michael?
— T'es — dije mientras se lo señalaba con los dedos de mi mano.
— No sé cuánto tiempo estarás aquí — aclaró —. ¡Pero hay que mantenernos unidos para salir cuanto antes!
Reí en forma de aceptación, no lo sabía, pero había encontrado a quien sería mi hermano mayor algún día. Pero para éso tuvo que pasar mucho tiempo...
Cuando cumplí los ocho años, Jackson y yo ya éramos mejores amigos. El tenía 10 años. Y para entonces ya teníamos una habitación juntos gracias a nuestra cuidadora. Normalmente todos tenían una habitación propia, pero parece que nuestro lazo fue tanto que nadie podía separarnos. Al cumplir los doce, Supe por medio de la Srita. Ann que era en realidad un orfanato y que nuestros padres no volverían por nosotros. Jackson y yo éramos unos amigos muy unidos pues crecimos juntos, hasta que llegó un día que cambió todo...
— ¿Te vas así como así? — pregunté al borde del llanto — ¡No puedes dejarme sólo!
— ¡Michael entiende! — exclamó él mientras sujetaba su maleta —. Si queremos seguir nuestras vidas tengo que irme y buscar un empleo.
Jackson había cumplido los diecisiete años, al día siguiente yo cumplía los quince. Sin avisarme había hecho un plan de vida y planeaba dejarme sólo.
— ¿Pero cómo sé que volverás?, ¡que no me abandonarás!
— ¡Me iré, Michael! — exclamó —. Lo que hago, lo hago por ti. Porque tú no eres un simple amigo, tú, Michael Jones, eres mi hermano.
— No quiero estar sólo — solté sintiendo las lágrimas recorrer mis mejillas. Jackson era lo único que tenía.
— Te juro que voy a regresar, hermano.
Me abrazó y respondí su abrazo. Lo acompañé hasta aquella reja donde nos habíamos conocido. Un taxi ya lo estaba esperando, me quedé recargado en la reja viendo como el taxi se alejaba poco a poco hasta que ya no lo pude distinguir. Todas las tardes iba a recargarme a ésa reja hasta que caía la medianoche.
***
— Al parecer cumplió su juramento — habló Alice mirándome.
— Tardó dos años en hacerlo. Pero valió la pena — miré una foto que tenía de nosotros en mi buró y sonreí.
— ¿Cómo regresó?
— Jack regresó justo cuando termine la secundaria. Me avisó que había movido unos papeles y que ahora soy legalmente su hermano. Era nuevo en el empleo que tiene ahora, pero nos ayuda a mantenernos bien. Él me inscribió a la preparatoria y bueno — reí —. De ahí ya sabes la historia.
— Han pasado por tanto... Siempre estabas deprimido tus sentidos lo delataban. Pero ahora que tengo uso de razón puedo entenderte — habló ella acercándose y poniendo su mano en mi pecho —. Un ser humano, es algo magnífico, innovador e inspirativo. Es una suerte que tú seas parte de ellos — sonrió.
Nos miramos a los ojos. Me sentí intimidado por ésos ojos azules suyos. Desvíe un poco la mirada para no verla, me siento inquieto cuando estoy con ella. Quitó su mano de mi pecho haciéndome un escalofrío, se retiró escaleras abajo. Me tumbé en mi cama sintiendo mi corazón acelerado.
— Ésto que piensas Michael Jones. Es imposible... Ella... es demasiado pura para mi.
Suspiré antes de quedarme dormido en mi habitación.
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La conciencia de Michael (EN EDICIÓN)
خيال علمي"Un deseo lo cambió todo." Michael Jones es un joven de 18 años que cursa la preparatoria y trata de vivir de una manera normal; Hasta que una noche, algo inusual sucede cuando comete un error y pide un deseo sarcásticamente, que le da un giro incre...