Katsuki bakugou, un chico agresivo, fuerte pero conflictivo, rubio,sus ojos dan un aspecto poco confiable y Ochako Uraraka, una chica dulce, amable y sonriente, se reencuentran en un bar después de años de no verse luego de graduarse de la academia...
-¿Como acabe aquí?- se decía Katsuki mientras el vapor del baño ayudaba a relajar su entrenado cuerpo.
-N... No tengo idea...- contestaba a su retórica, una muchacha bochornosa compartiendo la tina con el rubio.
Verán ,queridos lectores... Lo que ocurre aquí es sencillo de explicar... (Bueno, haré el intento):
Uraraka Ochako, estaba entre sus tantas borracheras depresivas, puesto que hace poco ,una gran amiga suya y ella cortaron su vinculo sin explicación coherente, al menos en palabras, cualquiera que estuviera presenciando la plática, no entendería ni un plátano. Pero lo importante aquí es... Que esta bella chica, siendo tan joven, busca refugio en el alcohol, algo muy malo para su salud...
Bakugou Katsuki, al no recibir mensaje de vida de esta preocupante chica, después de varios intentos de comunicación, fue a buscarla, encontrandose con una escena, tan embarazosa para ella como para él, e incluso vergüenza ajena hacia mi, su servidora (guiño, guiño).
-¡¡Ve al maldito punto, joder!! ¡¡QUIERO SABER POR QUE MIERDAS ME UBICAS EN SITUACIONES TAN...!!-
Kacchan, Kacchan... Tsk, tsk, tsk... ¿No lo entiendes aún? Es por que es divertido. Ahora calla niño, déjame avanzar.
Aclara garganta.
En resumen: Katsuki intentaba convencer a Ochako de que se diera una ducha fría, aterrorizada como un perrito, corre pero al final, el joven Bakugou logra su cometido. ¿Como lo hizo? Sencillo. La única forma de convencer a una adorable y fanserviciera Ochako ebria, sería duchandose con ella. ¿Por qué si tenía que ducharse con agua fría, se ve por el vapor que es agua caliente? Pues por que Katsuki de por sí no aguanta el agua tan fría.
Ahora me despido, y les dejo a la pareja, en sus manos. 💕
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-Odio esta mierda... ¡Maldita seas! ¡Tú y tu imaginación culera!-
-¿De qué hablas, Katsuki?-
-¡Nada Cara Redonda! ¡Tú ocúpate de asearte de una buena vez!-
-Lo sé, lo sé... Gracias, por ayudarme...-
-...Tienes un serio problema con el alcohol, niña.-
-¡Hmm, No soy una niña!-
-Lo que tú digas.- dijo con desgana. Tomó una esponja y empezó a enjabonarse.- No puedo creer que estoy cediendo... Otra vez.. -
Ella sonrió ante su comentario. Ambos sabían por que él, aún siendo tan malhumorado, se dejaba caer ante las tentaciones de la chica.
-¿De verdad crees que solo soy una niña?- murmuró Ochako, mirando desde su espalda a un Katsuki empapado.
