7. Sustituto.

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Ella me estaba provocando desde hace rato.
Pero la gota que derramo el vaso fue el incidente de la toalla. Si no fuera tan tonta, si tan solo ella no fuera tan ingenua.

Se olvida que a pesar de que soy yo, y parezca la persona mas asexual de este mundo, sigo siendo un hombre. Nunca seré capaz de decir de frente si alguien me gusta o no, pero es un gran error el seducirme de esa forma, y se dará cuenta de que tiene graves consecuencias en este momento.

Mi cuerpo entero estaba caliente, era algo que no podía controlar aunque quisiera ¡¿Por que mierda ella es la única que consigue dejarme en este estado?! ¡Odio esta maldita mierda!

Bese cada parte de su cuerpo con una gentileza que hasta yo desconocía, la ropa que tanto costo colocarle se había ido tan fácilmente otra vez. Era codicioso pero mantuve mi compostura. Saque cada prenda con lentitud, la cara redonda parecía desesperarse debido a eso, pero se lo merece.

Si estaba bien o estaba mal, poco me importaba, lo único que pudo frenarme antes fue  lo poco lucido que estaba en ese entonces, pero lo sabia, aun en ese estado sabia que si hacia mas de lo necesario no lo recordaría y eso apestaba

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Si estaba bien o estaba mal, poco me importaba, lo único que pudo frenarme antes fue  lo poco lucido que estaba en ese entonces, pero lo sabia, aun en ese estado sabia que si hacia mas de lo necesario no lo recordaría y eso apestaba.

Ahora no había nada que pudiera detenerme. Estaba seguro de mi mismo y orgulloso de mi virilidad por lo que jamas cruzaría por mi mente detenerme en este punto, después de ir tan lejos, seria un desperdicio no seguir.

Lo único que lamento es que la comida se fuera  a echar a perder. Una lastima. Pero esto lo vale.

Decidido, avance a hacia ella. Uraraka fue quien empezó el beso, desenfrenado, sagaz y violento, en serio no me lo esperaba de ella, pero eso no me desagrado en lo absoluto.

Pensaba en dejar algunas marcas sobre su cuello y hombros pero se me adelanto, parecía desesperada, deseosa, como si fuera el fin del mundo. De verdad se veía consumida por la lujuria y yo estaba conforme por satisfacerla.

Como ella estaba ocupada en mi clavícula no desperdicie tiempo, pase mis manos por sus glúteos, masajeé sus caderas con suavidad, sentir sus curvas solo me excitaba mas, mi cabeza solo se llenaba de pensamientos obscenos, como lo haríamos, como se vería su cara al hacerlo, como se sentiría.

Sin darme cuenta ya tenia debajo de mis jeans  algo bastante molesto.

Seguí avanzando, esta vez hacia su cintura, era mas delgada de lo que creía, eso me gustó.

Sin permiso baje un poco sus caderas para pegarla a mi, sintiendo así su intimidad junto con la mía. Al hacerlo me sorprendí de escuchar un quejido de su parte, eso solo me motivo mas de lo esperado, así que lo continúe haciendo, creando mas gemidos en esta estrecha habitación.

Cansado de tenerla sobre mi, dominante la coloque debajo. Este era mi estilo, no podía soportar por mucho tiempo su acción rebelde.

Levante su blusa sin cuidado, escuchando un jadeo de sorpresa de su parte, sabia que haría eso.

No era yo mismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora