No era yo mismo

4. Un viejo sentimiento.

Katsuki fue muy amable al acompañarme a casa, seguía extrañada por su reciente pregunta. "¿Eres virgen?"

Algo me impulsaba a negarlo con desesperación, no quería que pensara que soy una chica fácil, ya que como se acababa de enterar, yo no tuve ningún novio. Pero no quería mentirle, espero que entienda que necesidades biológicas son necesidades básicas.

Y con coraje me acerque a él antes de que se fuera para aclarar ese asunto.

-Y-y-yo... Yo no soy eso.- las palabras no querían salir.

Incrédulo volvió a preguntar, y una vez mas intente ser directa.

-Yo no soy virgen.-

Parecía aun confuso, así que le explique sin detalles lo que sucedió hace un año. Simplemente estaba curiosa por saber que era tener sexo, y un buen compañero de trabajo pasaba por lo mismo... Una parte de mi se arrepiente por no haberlo hecho con una persona que amaba y la otra se siente igual de siempre.

Avergonzada y cansada por todo lo que había pasado esa misma mañana, le di un beso de despedida en su mejilla y salí corriendo al interior de mi casa cerrando la puerta rápidamente.

Me recosté sobre la misma y me deslice hacia abajo, tape mi cara con mis manos e intente olvidar lo que acababa de hacer.

Al rato me levante y me fui a relajar en el baño.

-¡No hay nada como una buena ducha!~- suspire.

Mientras enjabonaba mi cuerpo no dejaba de pensar en aquel chico.

Su cabello rubio ceniza graciosamente puntiagudo.

Sus ojos escarlatas que da la impresión de lo enojon que es.

Siempre me pareció tan engreído, pero yo se que detrás de esa fachada hay alguien diferente, y poder ver esa parte de él ,me parece tan interesante, me hace sentir especial.

Salgo de la bañera y me envuelvo en la fina toalla, me miro en el espejo.
Las marcas aun seguían en mi cuerpo.

-¿Por que me habrá mordido tantas veces?-

Pensé:
"¿Si lo hubiéramos hecho me hubiera mordido aun mas?"

"¿Es normal morder a una persona mientras hacen eso?"

"Aquel amigo nunca me mordió, pero tampoco nos besamos"

Tenia muchas dudas, dudas que no me atrevía a resolverlas si se trataba de preguntarle a Bakugou.

Retire la toalla de mi cuerpo y me mire otra vez en el espejo.

-Me pregunto si le parezco al menos un poquito atractiva...- negué con la cabeza- ¿Que estoy diciendo? Esta claro que con lo atractivo que es ya ha estado con chicas mil veces mas lindas.- ante este comentario de mi misma entristecí.

¡No Ochako! Ten confianza en ti misma.

Mi celular sonó.
Atendí, y una voz femenina muy distinguida hablo.

-¡Ochako!-

-¡Mina!-

-¡Hey, hey! ¿Que te parece juntarnos hoy? ¿Tienes algo que hacer hoy?-

-¡No tengo nada para hoy! -Reí de forma descontrolada- ¡Tengo el día libre! ¿A donde quieres ir?-

Siempre que me sentía decaída Mina estaba ahí para mi, es como si tuviera un radar midiendo mi humor, quisiera poder hacer algo por ella por ser la mejor amiga que eh tenido.

-¿Que te parece el centro comercial? Algunas chicas de la 1-A irán también.-

-¿¡En serio!?- enrede el cable del teléfono en mi dedo- ¡Estoy emocionada! ¿A que hora esta bien?-