Especial #4: ¡Gracias 132 seguidores!

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Esta es una historia cortita, dedicada a la gente que me ah estado apoyando, comentando y votando, que cuando tengo dudas me aconsejan, todos aquellos que son pacientes y comprensibles, gracias. Aquellos que siempre están al pendiente, gracias. Aquellos que me siguen por Instagram o me hablan por WhatsApp, gracias. O aquellos que elogian mis dibujos y mi forma de escribir, que con tanto cariño se divierten junto a mi, de verdad gracias, incluso a las personas que solo leen en silencio, las tengo presentes y les doy las gracias también. Con solo leer, comentar o votar, aunque parezca insignificante, para mí vale mucho, a través de los votos sé que les gustó, a través de los comentarios que me hacen el día, también aprendo de mi misma y mis errores al igual que de mis fortalezas, y aunque solo sea para hechar un vistazo a mi historia, me contenta enterarme que les dió interés.

Mil gracias, a todos y cada uno.❣️

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•Recuerdos de secundaria•

Miré la ventana, hacia un espléndido día, pero ¿Por qué aunque hoy salía el sol mi humor era la nube negra que opaca mi felicidad? Hoy me enteré que, obviamente no le gustó a Deku-kun. Siempre lo supe pero la forma en que lo dijo, no tomó ni siquiera una pizca de consideración a mis sentimientos. Que cruel podía ser sin darse cuenta.

Es nuestro segundo año que cursamos en U.A. y jamás me vio como una posible novia, ni siquiera me ve como una chica. Nunca me verá con esos ojos.

Caminando por los pasillos, arrastraba los pies, ya sabía yo que si Iida me veía me reprendería pero no me importa en este momento.

"Ánimos Ochako, ánimos"

Fácil es decirlo...

Mis ganas de caminar así como el de pensar se desvanecían, sinceramente creo tener una clase de fuerte depresión.

"No puede ser Ochako, tienes que verte fuerte, como la heroína que eres... ¿Con esa actitud piensas en salvar a las personas?" Me reprendí mientras caminaba con la cabeza gacha en la nubes. Sin mirar doble la esquina de un pasillo, y fui bruscamente tacleada por alguien. Mi cuerpo flojo y sin fuerza calló primero, y la otra persona se enredó los pies por mi culpa.

-¡Wahh!- se me escapó sin querer al caer.- ¡Auch!- me quejé cuando sentí que me aplastaban.

-¡QUE MIERDA CREES QUE...!-

Podría reconocer ese cochino vocabulario donde sea que vaya.

Parpadee varias veces hasta finalmente comprender que se trataba de mi explosivo compañero de clase.

-¡...!- me quedé sin palabras.

En efecto, no podía haber chocado con alguien peor. A pesar de que no solíamos hablar entre nosotros, a pesar de que no nos llevamos bien... ¿Por qué? De todas las personas...
Y encontrarnos de la peor manera.

No solo me golpeó y cayó encima, si no que, cayó sobre mi pecho, SU CARA, EN MIS PECHOS. ¿Este día podía ser peor?

Parecía furioso, más de lo habitual. A pesar de mover sus labios, él era incapaz de poner emitir algún sonido. Parecía un bomba de verdad, en cualquier momento se buguearia y explotaría sobre mí, cosa que no deseaba experimentar.

Por alguna razón empezó a ponerse colorado, de pies a cabeza,y por alguna razón mi piel se erizó.

"Por favor no me digas... ¡VA A EXPLOTAR SOBRE MI!"

-¡QUITATE BAKUGOU-KUN!- Lo golpeé. Fue mi reacción por el desespero, además me estaba poniendo incómoda.- ¡PERVERTIDO!-

Sentía el frío sudor resbalar por mi cien, conociéndolo, no se quedaría callado y además de unos insultos terminaría llevándome una paliza por este desequilibrado mental.

No era yo mismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora