Realmente era difícil poder abrir los ojos, costaba bastante, cada vez eran más pesados, pero mi cuerpo se fue relajando paso a paso cuando escuché unas voces a lo lejos.
-Se recuperará de inmediato- una voz grave y suave me tranquilizó- Es una chica increíble, y se hará más fuerte, se los aseguro- continúa hablando el hombre.
-¡Menos mal!- suelta con alivio otra voz.
"¡Es Deku-kun! Es su voz si duda"
-Lo mejor será que la dejemos descansar ¿Verdad?-
"¡Y esa es la de Iida! ¡No puedo creerlo!"
-¿Kacchan?-
"Espera... ¿Bakugou-kun está aquí también?"
-Oh, está bien, él puede quedarse si quiere... Después de todo intimida bastante a las enfermeras...-
-Pero Doctor..- indagó Iida.
-Cállate- amenazó el Rubio.
"Ah Bakugou... "
Moría de la dulzura, algunas veces podía disfrutar esté lado de él, lástima que lo mostrara en tan pocas ocasiones.
Escuché el ruido de la puerta cerrándose, suponiendo que todos se habían ido menos Bakugou, decidí abrir un poco mis ojos. Y no imagine ni en mis sueños más locos ver tan deslumbrante sonrisa frente a mi, era tímida pero cálida, mostraba preocupación y al mismo tiempo estar pensativo.
En cuanto notó que lo veía, las comisuras de sus labios bajaron y volteó con rapidez su cabeza, mostrando desde su perfil un poco de amaranto en sus mejillas.
- Holi- saludé sin vueltas. Quería escuchar su voz de nuevo, aunque se tratara de algún insulto.
Tenía tan claro como el cielo el hecho de que sería regañada de mil formas pero valía la pena si eso significaba que a él le importaba.
Algo quedaba aún mas claro para ella y eso era que nunca recibiría el cariño que podría darle otro hombre más cariñoso, romántico, es por eso que no esperaba nada, y es por eso que siempre era sorprendida por él.-¿Hace cuánto estás despierta?-
-No lo sé, sigo algo confusa- y no mentía, su mente seguía borrosa, de vez en cuando recordaba algunos fragmentos de momentos en aquel desagradable lugar.
Y ahí va, su mirada fulminante quemándola con la misma. Si su cuerpo no siguiera tan entumecido, quizás hubiera retrocedido por el miedo que en ella provocaba. Pero era entendible que estuviera enojado.
-¿¡Por que demonios no me dijiste que ibas a ese trabajo!?- gritó sorprendiéndola de nuevo.
-¿P... Por que debería?- bajó la mirada, incluso ella podía ser algo cruel. Pero tenía un buen punto, al fin y al cabo no eran nada.
-¡¡Por que te pudo haber pasado algo, Carajo!! ¿¡Que mierda te pasa!? ¿¿Quieres darles un infarto a tus padres??-
-¿Mis padres lo saben...?-
-Agradece que aún no les eh dicho nada y convencí a la "ojos de mapache" para que no lo hiciera también- se cruzó de brazos.
-Gracias...-mencionó en un susurro, pues seguía mirando a la nada, tan perdida como cuando tienes sueño o estás cansada.-Mejor deberíamos discutirlo después, estoy realmente cansada...-
-Al demonio contigo, maldita sea.- resopló dándose por vencido, algo atípico de él- Casi me matas del susto ¿y solo quieres que te deje así nada más? ¿Que tal si quedaron secuelas?-
-Eso lo verá el médico- rodó dándole la espalda al rubio, tapándose hasta la cabeza.
Ella pensó que de esa forma se hartaría y se iría, eso era lo mejor, pero ¿Por que ponía distancia entre ambos? Ni ella lo sabía, no estaba enojada con él, él no tenía nada que ver, solo que ella aún estaba confundida por lo que pasó con Tsuyu, hace poco eran buenas amigas y ahora ni siquiera la vino a visitar, aún teniendo su vida en riesgo. Cerró los ojos tratando de recordar como sucedieron las cosas, aún inconsciente por el intenso veneno lograba escuchar voces lejanas, y solo tenía una pregunta en su cabeza ¿Quien fue él/la que la salvó?.

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No era yo mismo
FanfictionKatsuki bakugou, un chico agresivo, fuerte pero conflictivo, rubio,sus ojos dan un aspecto poco confiable y Ochako Uraraka, una chica dulce, amable y sonriente, se reencuentran en un bar después de años de no verse luego de graduarse de la academia...