Katsuki bakugou, un chico agresivo, fuerte pero conflictivo, rubio,sus ojos dan un aspecto poco confiable y Ochako Uraraka, una chica dulce, amable y sonriente, se reencuentran en un bar después de años de no verse luego de graduarse de la academia...
La música había cesado en el momento en el que Tsuyu había pisado el altar, nosotras como damas de honor, estábamos alineadas por un orden preciso. La primera era yo, al ser la madrina, la segunda era Hagakure, la tercera Jirou, la cuarta Mina y la última Yaomomo. Como siempre, Deku-kun estaba hecho una baraja de nervios, y su sudor era más que notorio, detrás de él estaba el padrino: Todoroki, a continuación Iida, luego Bakugou, después Kirishima y al final Kaminari. En un momento dado, antes de que Tsuyu se presentara, todos seguíamos en la posición Dada. Deku estaba frente al cura, y al no estar Tsuyu aún, era yo quien yacía parada junto a él. Los nervios me carcomían ¿Como aún después de tanto, sigo pensando en Deku-kun? Me sentía extraña el imaginarme junto a él ¿Así nos veríamos si nos estuviéramos casando? Que pregunta más impropia.
Mis ojos giraron automáticamente hacia Bakugou que estaba charlando con Kirishima. Suspiré, no se de que hablaban pero Bakugou de tanto en tanto sacaba una pequeña sonrisa. Me di cuenta, que aunque pasará el resto de mi vida junto a Deku no sería feliz. Mi tan anhelado sueño de ser yo quien estuviera a su lado, era un ideal tonto. Ni un millón de besos de Deku podrían darme la calidez que me da el ver sonreír a Katsuki. Sus gestos, sus sentimientos. Me preguntó si realmente llegaron a mi.
Tsuyu finalmente había llegado, y verla me hizo sentir nostalgia. ¿Ya no saldríamos con las chicas como antes? ¿Ya nada sería igual? Espero poder reparar lo que rompí.
Mientras el cura hablaba, noté que Katsuki me observaba y ninguno quito la vista del otro, nos quedamos así, contemplandonos como tontos. Es como si todo alrededor desapareciera y solo quedáramos nosotros dos. Katsuki apenas podía verme, pues estaba detrás de Iida y Todoroki. Sin darme cuenta ya habían llegado a la parte del dar el "acepto" y en cuanto el hombre hizo la pregunta, Bakugou me miró y sonrió, haciendo mímica con sus labios susurró: "Acepto. Te amo"
"¡¡AHHHH!!" Un grito interno hizo saltar mi corazón. "¡OJALA LO DIJERA CARA A CARA!" Tape mi rostro, me era imposible calmar mis latidos. Y él lo sabía.
-¿Te sientes bien Ochako-chan?- murmuró Hagakure. El repentino sonido de sus palabras me asustó y pegue un grito llamando la atención de los que estaban presentes.
Aclare mi garganta- ¡L-lo siento! ¡Me emocioné y... Y creo que voy a llorar Tsuyu-chan~!- sollose
La nombrada rió suave y Deku suspiro aliviado, como si mi grito hubiera sido la interpretación de su estrés durante todo el tiempo. Así mismo también sonrió.
El ritual había terminado bastante rápido, los padres de la pareja estaban sentados en un mismo lugar, junto con los hermanos de Tsuyu-chan. Inko Midoriya no paraba de llorar de alegría y Mamá Asui la consolaba. Ni faltaron las pequeñas advertencias de parte de Papá Asui y el pequeño Emo (hermano de Tsuyu) hacia Deku.
Todos disfrutaban de la fiesta en la recepción, como damas de honor, teníamos el mismo vestido, así que nos dieron la opción de cambiarnos con otros para no tener todo los vestidos iguales.
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