No era yo mismo

26. Un Antiguo Rival (Parte 4)

~Hace dos años~

-¡Uff!- resopló con cansancio- Fue un día largo y atareado ¿Tu qué crees Shindou-san?-

-Tienes mucha razón Uraraka-san- respondió junto con una risita en su serena expresión.

-¿Que te causa gracia?-

-Tu eres realmente torpe, pero eso te hace linda-

-¿Gracias? -

-Veo también que eres una chica única, no importa lo que te diga, sigues sin caer ante mí-

-Tampoco es que seas super atractivo- le hecha la lengua.

-Pero coqueteas conmigo ¿He?-

-No lo hago, solo somos compañeros, y estoy siendo amable-

-¡Ja ja ja! ¡Lo que digas muñequita!-

Desde que tengo memoria Shindou Yo siempre ah sido así, es amable contigo pero solo para sacar un beneficio, está preparado para apuñalarte por la espalda en cuanto dejas de importarle. Es un chico dulce a simple vista, tiene una hipnotizante simpatía, como si fueras su presa. No dudaría de hablar mal de tu persona en cuanto volteas. Lo eh visto todo el tiempo que llevo siendo su compañera, y ya me han advertido antes.

Pero recuerdo perfectamente el día, en que pasamos de ser subordinados, a compartir una cama.

Admito, que gran parte de mi se dejó llevar por su apariencia, que si bien o mal tiene una pizca de Deku, por otra parte era bastante fuerte y alto, tenía ese toque masculino que faltaba en la apariencia tan aniñada que poseía mi amor platónico.

Ese fue mi error, dejarme llevar, pero era inexplicable, lo persuasivo que podía llegar a ser.

Las calles estaba cubiertas de niebla como si te encontras en un sauna andante, pero este era frío obviamente. Parecía que iba a nevar pero solo nos acompañaba la humedad, en ese tiempo yo aún vivía con mis padres, y Shindou vivía de paso, éramos vecinos lejanos.

-Si que hace frío ¿Te abrigaste bien?- se coloca frente a la castaña para acomodarle el gorro de pompón- Ten cuidado de resfriarte-

-Estoy bien, gracias-

Sin importar cuales fueran sus intentos por flitear, en esa época estaba fuertemente apegada a Deku, y no había nada que me interesace más que él, bueno, consideraba a mi familia y trabajo bastante más importante, pero él era mi esperanza, mi luz y mi razón por la cual luchaba día a día.

-¿Puedo llamarte Ochako?-

-¿Hmm? ¿Por que?-

-Bueno, somos cercanos ¿No?-

-Esta bien- le sonríe paulatinamente.

-Y tu puedes llamarme Yo-

-Mm, no gracias, creo que me gusta más Shindou-

-¿Eh? ¿No te parece injusto?-

-Bueno -suelta una leve risa- Es que tú apellido tiene los Kanjis de "Verdad", lo cual suena irónico pero quiero creer que hay más en ti que mentiras.-