Iban los tres meses en aquel entonces, apenas podía sentirse los movimientos que el crío ejercía, las náuseas eran bastantes persistentes y los dolores del vientre continuaban, eso era sumamente importante ya que no era muy normal.
Después de un chequeo insistente y regular que todo estaba en orden, pidieron un taxi y se trasladaron a lo que sería su hogar.
Uraraka miraba al rubio de reojo, parecía tenso aún ¿Que no cuadraba? ¿Que estaba mal?.
Miró exhausta sus manos entrelazadas y observó con una cálida sonrisa sus alianzas."Es cierto, ahora estamos casados"
No había pasado ni un mes después de el anunciado embarazo y Mitsuki fue la primera en empezar a organizar la boda, junto con la madre de Uraraka.
"Fue todo tan rápido, pero no voy a olvidar ese día nunca..." Recordaba con amor.
Reposo su cabeza en el hombro de su ahora esposo.
-¿¿Te sientes mal??- se alarmó por el repentino toque.
-¿Eh? No... Solo estaba pensando... ¿Estas nervioso?-
Negó con la cabeza.- Como si algo así me pusiera nervioso...-
-No puedes avergonzarte a esta altura. Es lo normal ¿Sabes? Tengo miedo.-
-¿De verdad...?-
-Si, sé que actúo calmada pero... Tengo mucho miedo...-
Apretó su agarre y Bakugou mordió su labio inferior de solo pensar qué tal vez no sería capaz de protegerla o hacer nada al momento que deba dar a luz, por que eso solo depende de la fuerza y el aguante de ella. Es por eso que teme, pero para no alterarla no quería contarle.
-Estarás bien, lo prometo.-
No es cierto, y ambos lo saben, saben que nada es seguro pero prefieren aferrarse a una ilusión de esperanza.
Con el pasar de los meses la antes llamada Uraraka se sentía totalmente inútil ya que no podía cargar nada y todo el tiempo era ayudada, sabía que era por el bien del bebé, y terca ella, así mismo se frustraba.
A punto de los nueve meses, los padres de la pareja los había visitado a cenar, entre chistes y recuerdos melancólicos la noche fue transcurriendo.
-Creo que deberíamos irnos, por qué la mamá debe descansar- Mitsuki posó sus manos en los hombros de Ochako.
Entre besos y saludos finalmente se despiden.
-Finalmente solos...- suspira Katsuki. Su madre le resultaba muy estresante.
-Fue divertido, hace mucho no pasábamos una noche familiar.- sonrió nostálgica.
El rubio se acercó por atrás para encerrarla en un abrazo y acariciar el gran vientre.
-¿Sucede algo?- pregunta ella extrañada. Katsuki no solía ser cariñoso pero desde todo el asunto del niño, se había vuelto muy meloso, claro que solo cuando estaban solos.
-Para nada... Solo querí-- detuvo su hablar en el momento en el que sintió algo moverse.- ¿Eso fue...?-
-¡Acaba de patear!- exclamó Ochako emocionada.
Ya lo había hecho antes pero nunca en presencia de el Bakugou mayor.
De forma inmediata Bakugou se dió la vuelta para estar frente a frente y se inclinó para escuchar más de cerca lo que antes sintió. Parecía un niño emocionado con un regalo sin saber que hay dentro a palabras de Ochako.
Trago fuerte al volver a sentir aquel golpecito. Cerró los ojos y con entusiasmo soltó varias risillas.
-¡Lo hizo de nuevo!- exaltó él.
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No era yo mismo
FanfikceKatsuki bakugou, un chico agresivo, fuerte pero conflictivo, rubio,sus ojos dan un aspecto poco confiable y Ochako Uraraka, una chica dulce, amable y sonriente, se reencuentran en un bar después de años de no verse luego de graduarse de la academia...