Capítulo 23: Aclaración.

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Narras tú.

Compartir momentos con Jimin era realmente mi pasatiempo favorito, podíamos hablar de tantas cosas sin aburrirnos, nos reíamos con pequeñas tonterías y su tierna forma de darme a probar la comida con sus palillos me hacía sentir tan afortunada. ¿Era el mismo hombre que me acababa de follar hasta dejarme adolorida y afónica? Sí, era el mismo. Tenía lo mejor de ambos lados, el cielo y el infierno en una sola persona y estaba enamorada de él y de todo lo que era hasta el final. 

La velada fue perfecta a la luz de la luna y de todo Seúl en nuestra ventana, sentados a la orilla de la cama disfrutando de la comida y del exquisito champagne que tenía pinta de ser ridículamente caro. Mi celular empezó a vibrar y fruncí mi ceño al ver el nombre de Baek en mi pantalla, dudé un momento en contestar pero al final terminé haciéndolo. Podía necesitar algo, nunca se sabe.

-¿Hola...?

-¡___________! ¡Me he enterado que estás siendo atendida por el mejor personal de todo Seúl en este instante! 

-¿Disculpa? Me he perdido un poco.

-Estás en el Four Seasons, ¿verdad?

-Así es.

-Es uno de mis hoteles, uno de la cadena que manejo. ¿Te están atendiendo bien?

-Oh vaya... Sí, Baek. No tenemos ninguna queja al respecto.

-¿Tenemos? ¿Estás con Alessia?

-No, estoy con mi novio. 

El silencio atravesó el espacio y no pude contener mi sexto sentido de susurrar en mi cabeza la pregunta que siempre me había hecho durante todo el tiempo que tenía de conocerlo; "¿acaso le gusto?"...  Siempre había sido lenta para detectar el interés de un hombre en mí y en gran parte atribuía esa lentitud a los imbéciles que marcaron mi pasado, me habían hecho pensar que nadie se fijaría en alguien como yo y mucho menos en Corea del Sur, en donde todos los hombres son sumamente minuciosos y exhaustivos a la hora de analizar a su futura novia y definir si merecen ser cortejadas para formalizar la relación o sólo son dignas de una noche de pasión. Baek siempre había sido muy amable conmigo, siempre me perdonaba cualquier atraso en mi mensualidad y se ofrecía voluntariamente a solventar cualquier necesidad que tuviera. Era un hombre realmente guapo, no podía negarlo; pero nunca me había concentrado en verlo como algo más que un buen amigo en todo este tiempo, aunque mis instintos escondidos brillaban como luces de advertencia cada que me sonreía o se preocupaba demasiado por mí, o me llamaba de la nada para saludarme... Como por ejemplo ahora mismo. 

-¿Aló?

-Disculpa, me interrumpieron. En la mañana estaré por ahí, me gustaría conocer al afortunado novio de la hermosa chica latina que pone nerviosos a todos mis inquilinos en mi residencia estudiantil. 

-Oh, por favor Baek... Nadie se pone nervioso con mi presencia. Entonces por la mañana a lo mejor nos encontramos. 

La mirada de Jimin se oscureció en segundos y miró mi celular para luego mirarme a mí con el ceño fruncido. Entrecerré mis ojos negando con la cabeza para indicarle que finalizaría la llamada en breve, el se limitó a apretar sus labios.

-Claro que sí, __________. Pero bueno, entonces nos vemos por la mañana. Cuídate mucho y disfruta, eh.

-Sí, gracias Baek. Feliz noche.

Corté la llamada y miré al celular con el ceño fruncido, en verdad no podía asimilar lo que acababa de pasar. Jimin no parecía demasiado feliz y dando un trago a su copa me miró expectante por explicaciones concisas. Antes de que me preguntara, hablé.

MÍA » Park Jimin y tú (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora