Capítulo 25: Confesión.

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Narra Baek.

La noticia era más que pública y todos los medios estaban hablando de eso. Mi colección de whisky y vodka se estaba disolviendo en mi garganta demasiado rápido para mi gusto, pues desde el momento que ____________ se fue de mi edificio para irse a vivir con Jimin no podía dejar de beber incansablemente. También de follar con Alessia, aunque únicamente la ocupaba para descargarme, ella ya lo había aceptado y claro que le gustaba, siempre volvía por más. 

Habían transcurrido 4 semanas desde que un representante de __________ había llegado a presentar la revocación del contrato de residencia estudiantil y a supervisar la mudanza de todas sus pertenencias en íntegro estado hacia el gigantesco complejo pertenenciente a Big Hit. 

Ni siquiera pudo venir a despedirse de mí...

Era obvio mi mal temperamento durante el día, necesitaba estar ebrio para poder reírme unos cuantos minutos y después terminar exhausto para dormir profundamente, de lo contrario me era imposible conciliar el sueño.

En verdad me gustaba ___________. Desde que la vi la primera vez atravesar el marco de la entrada principal del edificio no fui capaz de articular las palabras adecuadas para presentarme con ella porque mis nervios eran un martirio con las mujeres que me parecían verdaderamente atractivas. No era el tipo de hombre seductor que se le facilitaba hablar y coquetear con las chicas preciosas en cada lugar al que acostumbraba ir, por el contrario, me quedaba estupefacto cuando una mujer guapa se colocaba frente a mí. Todas y todos a mi alrededor parecían tener un concepto errado de mí por mi manera estúpida de querer aparentar ser un hombre atractivo y ligador. El problema es que yo mismo me estaba engañando, me avergonzaba admitir que no era lo suficiente hombre para ir por la mujer que verdaderamente quería y en su lugar me revolcaba con las chicas con las que nunca tendría nada sincero.

Recuerdo sus mejillas sonrojadas y sus ojos grandes y expresivos al mirarme mientras recibía las indicaciones en la recepción junto con los otros estudiantes occidentales que se alojarían en la residencia ese día. Ella era completamente diferente al resto, pues brillaba con luz propia aunque intentara a toda costa ocultarse detrás de los demás. Cualquier hombre hubiera caído rendido con esa visión... Yo no pude ser la excepción.

Si mi confesión hubiera llegado a tiempo, probablemente ella no me habría rechazado, pues en sus ojos había un brillo especial cuando me miró por primera vez. Lo descubriré por mi propia cuenta más adelante.

En este momento, en la oscuridad de mi suite, con mi botella de ron y el fuego ardiente de la chimenea consumiéndose frente a mis ojos, me maldije por no haber sido más ágil de palabras con ella. Me maldije por no invitarla a un café, al cine o simplemente a caminar por las calles de Seúl cualquiera de los días que ella me había dicho que estaría libre. ¿Que acaso no era obvio que me gustaba...? "No, Baek. No lo era." respondió mi voz interna y ya no había manera de contener el ardor de mis lágrimas contenidas en mis ojos, tuve que dejarlas derramarse. Me estaba doliendo más de lo que creía ser capaz de resistir, no podía permitir que me la quitaran así, no sin antes luchar hasta desgastarme...

Escuché la puerta abrirse lentamente en la lejanía y sabía quién era, sus pasos marcaban un compás en específico y el filo de sus tacones me dejaba sentir su presencia aún en la oscuridad. Me limité a cerrar los ojos y secarlos con rapidez para evitar que mi invitada lo notara y fuera causa de una burla de mal gusto para mi maldito corazón roto.

-Perdón por la tardanza, querido. Tenía que verificar que las invitaciones llegaran a las manos correctas.

Sentí sus manos deslizarse en la piel de mi pecho que los botones de mi camisa no estaban cubriendo y tenía que admitir que Alessia era una buena amante. Todo lo que hacía era con intensidad, si te odiaba o te amaba lo hacía intensamente y eso en este caso nos favorecería, porque ella ya no amaba a ____________ de la misma forma que antes, en sus ojos destellaba la venganza cada que el reflejo de la televisión la mostraba triunfando de la mano de Park Jimin.

MÍA » Park Jimin y tú (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora