Capítulo 10: Detalles.

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Narras tú.

Habían pasado 10 minutos ya y no quería dejar los fuertes brazos de Jimin que guardaban mi cuerpo y me hacían sentir tan segura, pero tampoco quería quedarme sin trabajo. Levanté mi mirada y su sonrisa hizo que mis mejillas se enardecieran -como ya era costumbre-, acaricié su mejilla con suavidad y besé sus labios, esos carnosos labios que increíblemente estaban ahora entre los míos y sabían tan delicioso como los imaginaba. Me separé de él sin dejar de sonreírle y me paré para mirarme en el espejo que estaba al final de la habitación, donde todas las empleadas comprobábamos que todo en nuestra apariencia estuviera en perfecto orden.

Mis mejillas sonrojadas, mis labios hinchados y mi trenza deshecha no daban esa apariencia en definitiva, me reí al verme y mordí mi labio al sentir a Jimin abrazarme por detrás. Lo miré detenidamente a través del espejo y su mirada encontró la mía de inmediato. Sabía que era adicta a este hombre desde hace años pero no sabía cuán grave era esta adicción hasta ahora, recosté mi cabeza en su pecho y dejé que sus labios encontraran los míos una vez más, sus brazos estaban apretando mi cintura y mi mano reposaba en su cuello para acercarlo más a mí, estaba siendo tan tierno que no podía evitar querer comermelo a besos. Una de sus manos fue bajando lentamente por mi cintura hasta mi pierna y pude sentir ese calor tan distintivo una vez más. Joder, vaya que tenía problemas justo ahora mismo. El beso se tornó agresivo de un momento a otro y mis dedos se enredaban en su sedoso cabello hasta que la perilla de la puerta empezó a querer girarse para abrir la puerta y el reconocido grito de Hye inundó mis oídos una vez más en el día. Estaba jodida, muy jodida.

Abrí mis ojos de inmediato y Jimin estaba sonriendo, ¿pero qué mierdas? ¿por qué estaba sonriendo?

-¿Qué te parece tan gracioso, Jimin? ¡YA VA, HYE! ¡ESPERA! Ay joder, ¿qué hago contigo?

-Nada, nena. No puedes evitar lo que se ve, luces radiente, satisfecha, feliz... ¿Y piensas esconder el motivo? Voy a salir de acá justo ahora y tu vendrás conmigo. Hablaré con Suni, le pediré tu noche libre y me acompañarás.

-¿Qué Suni, qué? ¿Desde cuándo conoces a mi jefa? ¿Acompañarte? ¡Estás loco! ¡Esta noche es cuando mis propinas incrementan hasta los cielos!

-Nada perdía con intentarlo. Te esperaré hasta que salgas. Estaré esperando mi cappuccino pacientemente, señorita.

Con una radiante sonrisa abrió la puerta, saludó a Hye con la mano y caminó hasta el final del pasillo tan tranquilamente que sin duda nadie podría imaginarse lo que había pasado hace menos de 15 minutos. La boca de Hye se abrió lentamente y hasta ahora veía el verde de sus ojos en su plenitud, su asombro me hizo sentir incómoda. Me miré una última vez al espejo, alisé mi falda y pasé al lado de Hye lo más rápido que mis pies me permitieron.

-_________, ¿ese era Jimin? ¿El de Bangtan Sonyeondan?

-Shhhhh, Hye.

Puse mi dedo índice entre mis labios y seguí caminando hasta llegar al final del pasillo y observé la cantidad de personas que estaban en el lugar esperando por un delicioso café. Con una sonrisa me dispuse a continuar con mi trabajo, busqué a Suni con la mirada y mi sorpresa fue mayor al verla hablando con Jimin. ¿De dónde la podía conocer? Luego se lo preguntaría, porque vaya... Me iría con él esta noche nuevamente y joder, tenía que ser sincera, así después me sintiera usada no podía negarme a él, tal vez ahora firmara el contrato.

Hye se colocó delante de mí de un momento a otro y quitó de mis manos la taza en la que estaba virtiendo el capuccino de Jimin, cerré mis ojos al sentir cómo sus preguntas me atacarían una a una, ¿por qué no podía saltarme este paso?

MÍA » Park Jimin y tú (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora