Narras tú.
Cuatro semanas de estar en la gloria de mi vida y por una extraña razón podía percibir como si hubieran pasado años... Todos tenían razón, acostumbrarte a una buena vida era realmente muy fácil.Amanecer todos los días enredada en las sábanas con Jimin me hacía sonreír y sentir escalofríos leves en la parte trasera de mi cuello, nunca se iba la sensación, incluso mejoraba cada vez más. Sus tibias manos acariciando mis piernas y sus tiernos y suaves besos mañaneros eran mi cielo personalizado. Sus ojos formando las líneas más adorables existentes en la faz de la tierra al despertar, su cabello despeinado pero siempre liso y su pícara manera de saludarme mientras rozaba su erección mañanera contra mi trasero ya eran parte de mi día a día, no hacía nada más que amarlo desesperadamente... Lo amaba como loca y él lo sabía.
Pero lastimosamente la vida no podía ser así de perfecta siempre, los últimos días habían sido agotadores para mi salud física y mental, pues pasar de trabajar como barista y mesera de un café a trabajar con la magnánima Big Hit en un mes completamente ajetreado por el comeback y la promoción de su nueva gira no tenía comparación. La agenda de fechas estaba haciendo que me sintiera mareada sólo de recordarlo, no cabía ni una sola anotación en mi libreta de bocetos sobre todo el material que tenía que editar antes de finalizar la semana entrante.
Afortunadamente, tomaba mis clases dos veces por semana en unas oficinas privadas pertenecientes también a Big Hit. Ya no tenía que afrontar a toda la multitud de compañeros y profesores que desde que la noticia rompió las barreras, estaban mirándome de pies a cabeza todo el tiempo, murmurando y acercándose a mí sigilosamente para preguntarme cosas sobre los chicos, cada una más descabellada que la anterior, no lograba concentrarme en ninguna parte de la universidad y vaya que estaba exhausta de intentarlo.
Sin embargo todo valía la pena cuando por fin la noche llegaba.
Todo el estrés terminaba cuando a las 11 o 12 pm, la puerta se abría y cerraba sutilmente y escuchaba los pasos cansados de mi valiente príncipe una vez más. Eran entre esas horas que los ensayos finalizaban y todos los miembros podían tomar su descanso u ocupar su tiempo en actividades de recreación que los hicieran relajarse.
Había visto de lejos a unas chicas que siempre salían de los cuartos de Jungkook y de Namjoon, correspondientemente. Sin embargo la pena le ganaba a mi curiosidad siempre que quería preguntarles a los chicos algo sobre ellas. A pesar de las exigencias, los chicos tenían sus tiempos personales y ese tiempo lo respetaban todos a su alrededor. Nadie se entrometía en esos momentos en específico.
-Al fin...
Susurró Jimin hundiéndose en la cama y colocando su cuerpo justo sobre mí. Abrí mis piernas casi instintivamente y lo rodeé con fuerza mientras lamía su labio inferior para por fin besarnos con desesperación. Siempre era así, era un vicio muy nuestro y lo anhelaba, todas las noches lo esperaba tanto que el deseo me hacía respirar entrecortadamente.
-Amor... ¿No estás cansado?
-Mmm mmm. Nunca estoy cansado cuando vengo caminando hacia acá, no quiero que nadie se interponga en mi camino cuando nos dejan salir. Sólo por estar acá, contigo...
-Entonces no pares, bebé. No te detengas.
Siempre le preguntaba si en realidad se sentía cansado porque claro estaba, su bienestar era mi prioridad. Pero una parte de mí siempre quería escucharlo susurrar en mi oído que estaba perfectamente bien y listo para hacerme el amor por horas, por deliciosas y constantes horas.
Sus besos mojados trazaban la línea de mi clavícula mientras me arrancaba el pequeño top que únicamente tapaba mis pechos, ya en la comodidad de nuestro apartamento nunca llevaba brassier y ver sus ojos destellando por el deseo al ver mis pechos rebotar liberados del top era invaluable. Su reacción siempre me hacía sonrojar, pues parecía que nunca se cansaba de admirarme y darme amor.
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MÍA » Park Jimin y tú (+18)
Fanfiction»H E T E R O S E X U A L. »Novela original, por favor no copiar ni resubir sin mi autorización. »Lee bajo tu propia responsabilidad, no quiero traumarte. »Intentaré actualizar lo más frecuente que pueda, tranquilas/os. »Cualquier comentario ofensivo...