A pesar de las pocas horas de sueño gracias a su insomnio, se sentía de buen humor esa mañana.
Pero más que nada estaba nervioso, no podía creer lo que había hecho la tarde anterior.
¿El libro le habrá gustado a Hyungwon?
¿Y qué tal si no le gustaba ese tipo de historias?
¿Y si lo de las flores fue mucho?
Miles de preguntas inundaban su cabeza, pero después de una ducha fría se sintió más despejado.
Se vistió con el característico uniforme azul y al parecer ya estaba acostumbrandose a verse en el.
Se fue a la Universidad con una sonrisa nerviosa, estaba ansioso por ver lo que Hyungwon hacía.
Cuando llegó a la Universidad tuvo la suerte de verlo apenas a unos metros de distancia y el corazón de Wonho pareció encogerse de ternura cuando inesperadamente se dio cuenta que Hyungwon portaba 3 pequeñas flores blancas en su oreja derecha, obviamente fueron sacadas del ramillete que él le había regalado ayer.
Casi corrió a abrazarlo, pero se dio cuenta que se estaba haciendo tarde para ambos y que quizá eso sería demasiado extraño, así que mejor sacó una libreta de su mochila y decidió dejar una pequeña nota en su casillero.
"Hola bonito :D
Espero que te haya gustado mi regalo, las flores mezcladas con el color de tu cabello se ven hermosas...
¿Te parece compartir almuerzo conmigo hoy? Si aceptas te espero en la primera mesa de la cuarta fila, esa que queda justo en la esquina para que nadie nos moleste...
Muero de ganas por conocerte...
- W"
La tomó y la puso con rapidez dentro del casillero y salió corriendo, era el único que estaba en el solitario pasillo y no quería perderse la clase.
Aunque debía admitir que era una de las clases más aburridas.
Las 4 horas que el maestro pasó hablando, el las pasó durmiendo gracias al desvelo de la noche anterior y al aburrimiento que le provocaba estar escuchando a ese señor.
Pero para su buena suerte, el timbre ya se escuchaba anunciando la hora del almuerzo y se despertó adormitado.
Axel, Gabriel y Matías ya habían salido del salón así que no se preocupaba por ellos, al final ya sabía dónde encontrarlos.
Fue al baño a lavarse la cara para no parecer adormitado y luego llegó a la cafetería.
Al llegar a la mesa donde estaban sus compañeros, buscó con la mirada la mesa acordada para el almuerzo con Hyungwon.
Estaba vacía.
Él resopló con fuerza y Axel lo miró mientras comía.
- ¿Aún no lo conquistas?
Wonho lo miró serio.
- Calla Axel, no sabes nada de lo que pasa.
Axel lo señaló con el tenedor.
- Oye, quizá yo sepa más que tú, de lo que pasa... no me subestimes...