Final
Buscaba su birrete desesperadamente por cada rincón de la casa, sabía que lo había dejado por algún sitio.
En ese momento se dio cuenta que mudarse a su nueva casa justo un día antes de su graduación quizá no había sido la mejor idea, ya que habían demasiadas cosas sin ordenar.
Pero desde su reciente viaje con Hyungwon, sentía que ya no podía estar separado de él por mucho tiempo.
Miró su reloj de pulsera nuevamente y se dio cuenta que apenas le quedaba media hora para que iniciara la graduación y aún no encontraba su birrete.
Escuchó unos pasos acelerados detrás de él y se giró para mirar hacia las escaleras.
Un radiante Hyungwon venía bajando con ropa muy formal, se veía precioso.
Wonho se quedó allí simplemente observandolo, sin decir nada.
Aún no podía creer que él fuera su novio y que vivieran juntos por fin.
- ¿Qué pasa?
- Nada...
- Y si no pasa nada ¿Por qué me miras así? Estas intimidandome...
Wonho se rió y esperó a que llegara a su lado para darle un cálido beso.
- Es que te ves tan... tan...
- ¿Formal?
- Tan hermoso...
Hyungwon se sonrojo por las palabras de Wonho y sacudió la cabeza negando para posteriormente subir sus manos a la cabeza de Wonho colocando perfectamente el birrete.
Wonho lo miró sorprendido.
- ¿Dónde estaba?
Hyungwon sonrió divertido.
- Te lo dejé en la cama... Pero supuse que vendrías hasta aquí como un loco buscándolo, así que lo bajé por ti.
- ¿Ves? Es un hecho... no puedo estar sin ti... Si no estás voy a morirme seguramente, voy a intoxicarme con la comida o voy a beber algo vencido.
Hyungwon le dio un pequeño golpe.
- No seas exagerado...
Wonho dejó un pequeño beso en su nariz y Hyungwon lo observó con una sonrisa triste que Wonho notó al instante.
- ¿Qué pasa?
Hyungwon agachó la cabeza con su sonrisa triste.
- Nada... sólo que... debe sentirse muy bien saber que vas a tener una graduación...
El corazón de Wonho se rompió en mil pedazos ante las palabras de Hyungwon y suspiró con fuerza.
- Hyungwonnie... yo... creo que es mejor que no vaya a ese lugar...
Hyungwon negó con la cabeza.
- Claro que debes ir, vamos a ir...
- Pero...
Hyungwon tomó la cara de Wonho entre sus manos.
- Amor... yo quiero que vayas, quiero ir contigo, de verdad... estoy bien...
Wonho le regaló una sonrisa triste y volvió a mirar el reloj.
- Entonces quizá deberíamos irnos ya.
Hyungwon asintió, tomó sus cosas y caminó hacia el auto, Wonho caminó detrás de él y cerró la casa.
Ingresó al auto y suspiró mientras miraba a Hyungwon.