Un mes había pasado desde aquel horrible día de su inicio de clases, poco a poco iba acostumbrandose pero jamás se acostumbraría al escándalo de sus compañeros.
Aún así, le agradaban.
Eran graciosos, bromistas y al parecer eran muy alegres.
Lo trataban bien exceptuando la vez que Gabriel le amenazó con no acercarse a aquel hermoso muchacho.
Seguía sin entender mucho, muy pocas veces lo había visto igual de cerca que la primera vez, pero aún así sabía muchas cosas de él, o al menos las visibles.
Sabía que también era estudiante de arquitectura, o sea era su compañero, pero él recibía clases aparte, solo.
Sabía que cada receso se sentaba solo en última mesa de la tercera fila, comía el doble de rápido que el resto solo para volver a su amada lectura.
Sabía que al salir de clases iba a una floristería cercana, probablemente el negocio de algún familiar...
Su libro era su mejor amigo y al parecer el único.
Mucha gente que lo veía sentado en aquella mesa, parecía que lo conocían pero se limitaban a saludarle de lejos con una sonrisa triste y un ademán con la mano en forma de saludo, a lo que él respondía con una simple sonrisa.
¿Por qué pasaba eso?
Si lo conocían... ¿Por que no compartir un almuerzo a su lado?
- Hey Wonho...
Él volteó rápidamente por el susto que le provocó Axel.
- ¿Umm?
- ¿Piensas comer? Yo ya terminé y tu ni siquiera la has probado... ¿Qué miras?
Wonho se incorporó rápidamente fingiendo que nada pasaba y empezó a comer.
Axel lo miró sin creerse la actuación.
- ¿Estabas viendo a una chica? Oh... creo que alguien te gusta...
Wonho negó con la cabeza mientras masticaba lentamente la comida.
- No mientas... No es posible que no te guste ninguna chica, ya debe gustarte alguien.
Entonces Wonho lo miró a los ojos intentando que Axel entendiera sus palabras.
- No me gusta ninguna chica Axel...
Entonces Axel comprendió sus palabras y le sonrió.
- Oh... no sabía, pero aún así estoy seguro que ya pusiste la mirada en alguien... Cuéntame quien es el chico.
Él suspiro.
- Uh, eso me confirma que estas enamorado.
Wonho le dio un pequeño golpe en el brazo.
- Calla Axel...
Axel rió y alzó sus manos en señal de rendición.
- Esta bien, está bien... Pero no creas que te has salvado de esta charla... ahora debo irme, Aby está esperándome y debo volver antes de que la siguiente clase empiece... Pero recuerda, si necesitas ayuda con el chico que roba tus suspiros puedes decirme ¡conquistalo!
Entonces Axel se levantó y se fue casi corriendo evitando el seguro golpe que Wonho le daría por haber gritado al final de su despedida provocando que Gabriel y Matías escucharan la última palabra.
Wonho estaba como un tomate pero para su suerte Matías y Gabriel siguieron en sus asuntos importandole muy poco cualquier charla que hubiera entre Axel y Wonho.