Epílogo
Conducía por las tranquilas calles de su barrio, saliendo de su casa a pesar de que apenas había llegado.
¿El motivo?
Hyungwon no estaba en casa.
Había sido un día largo de trabajo en su nueva empresa y lo último que quería era llegar a casa y estar solo, así que al igual que ya había pasado en otras ocasiones, tuvo que subir nuevamente a su auto en su búsqueda.
Afortunadamente ya sabía dónde encontrarlo.
Cuando ya llegó al sitio, estacionó su auto y se quitó el saco y la corbata para sentirse menos fatigado.
Comenzó a caminar hacia el pequeño edificio con lentitud, se sentía como un celular con batería baja.
Varias personas lo saludaron en el camino y apenas respondió a su amabilidad.
A medida que caminaba hacia adentro, comenzó a escuchar una dulce melodía de piano acompañada de la melodiosa voz de Hyungwon cantando en susurros.
Una pequeña sonrisa se apoderó automáticamente de la boca de Wonho, jamás se cansaría de su voz.
La puerta estaba abierta, él llegó en silencio, se quedó allí parado para no interrumpir y lo observó.
Se veía muy concentrado en lo que hacía, tocaba el piano unos momentos y luego hacia señales al niño que tenía a la par para que él imitara sus acciones.
Wonho lo observaba con una sonrisa y no pudo evitar soltar un suspiro que llamó la atención de Hyungwon.
- Wonho...
Se puso de pie y caminó rápidamente hacia él para finalmente darle un corto beso y un fuerte abrazo.
En ese momento Wonho se sintió como un celular con la batería en proceso de carga, se sentía tranquilo, a Hyungwon era todo lo que necesitaba.
Hyungwon mantuvo su abrazo y comenzó a hablar tímidamente.
- Lo siento... la madre de este pequeño llamó para decir que iba a tardarse unos minutos más y... No podía dejarlo solo, también olvidé llamarte, perdón...
Wonho le dio un beso en la frente.
- Esta bien... aunque creo que ahora debo amarrarte a mi cinturón para mantenerte cerca.
Hyungwon rió por la tontería.
- ¿Con una correa como si fuera un perro?
Wonho asintió sonriendo y dio un besito en su nariz.
En ese momento una voz femenina se hizo presente a sus espaldas y se separaron rápidamente.
La tímida madre les sonrió.
- Hola... lo siento por tardar, ya voy a llevarme a mi pequeño.
Wonho se hizo a un lado y dejó que Hyungwon hablara con la madre y se despidiera del pequeño para finalmente cerrar la habitación llena de instrumentos.
