Los ojos de Key se abrieron con un pequeño toque de sorpresa. Sus sentimientos eran casi siempre indetectables y JongHyun solo era capaz de notar unos pocos realmente fuertes.
- ¿Qué ocurre? -su voz salió en un suave susurro por su respiración entrecortada a causa de su beso anterior. Parecía aturdido y los labios rojos solo eran una tentación mayor para el rubio- JongHyun -añadió con determinación reclamando una respuesta.
- Quiero saberlo.
- ¿El qué? -preguntó confundido. Key frunció el ceño, reflejando la molestia que empezaba a sentir, odiaba cuando JongHyun no era claro.
- Todo -el pelinegro suspiró, cansado, molesto y harto.
- Explícate -demandó alejándose del cuerpo de JongHyun.
El rubio se mantenía de pie, al lado de la silla del escritorio de Key donde este se había vuelto a sentar.
- Lo de las pastillas...
- ¡Joder, JongHyun! ¡Te he dicho que es por tu salud! ¿¡Qué mierda quieres que te diga!? -sus gritos hicieron saltar al par de mayordomos presentes, pero JongHyun permaneció impasible. Usualmente aquel enfado de Key debería haberlo asustado o hubiera querido calmarlo, pero no sabía por qué, en aquel momento solo quería contestarle gritando.
Se sentía... cabreado. Incluso más que antes.
- ¡Solo quiero que me digas la verdad!
Su pecho ardía en llamas, notaba como su cerebro ni siquiera procesaba la respuesta. Solo... gritaba. Era, de una manera extraña, realmente calmante. Como si por fin pudiera soltar todo lo que había rondado por su cabeza durante días y días.
- ¡¿Si tanto quieres saber la verdad por qué no dejas de tomar esas pastillas hasta que mueras?!
Key no quería decir aquello, se le notó en la expresión. El forastero lo sabía, después de todo JongHyun jamás le había gritado como en aquel momento. Incluso cuando se conocieron, sus gritos estaban impregnados de miedo e inseguridad y después de aquello, el rubio simplemente no quería alzarle la voz. El siempre poderoso Key ahora había caído ante él varias veces, y aquello claramente había afectado a su fortaleza. Además estaba que por primera vez el tono de voz de JongHyun no tenía más matices que el puro enfado.
Pero, pese a todo aquello, después de decir todo, Key vaciló. Sus ojos expresaban culpabilidad e inconscientemente se mordió el labio.
Eso molestó más a JongHyun.
¿Por qué decía cosas que luego le hacían sentirse culpable? Y no es que JongHyun fuera del tipo que creía que lo que uno soltaba a gritos era algo que en realidad no pensaba. No. Para él aquello era imposible. Lo que había ocurrido -y tenía más lógica- era que aquel desagradable pensamiento estaba enterrado en lo más profundo del subconsciente del pelinegro, y al estar gritándose, aunque usualmente se lo hubiera callado, simplemente lo soltó.
Desde aquella perspectiva era francamente molesto. Porque no solo Key había dicho palabras hirientes, no solo lo pensaba, sino que después se avergonzaba de ello.
- Si tantas ganas tienes de que descubra que ocurre en realidad, seguiré tu idea y no comeré nada.
Key parecía realmente preocupado y JongHyun se sintió orgulloso. Aquella expresión de culpabilidad la había causado él. Solo la haría si Key lo apreciara. Parecía devastado ante la idea de que JongHyun sufriera algún daño y aquello hizo que se sintiera poderoso.
- JongHyun, espera... No me hagas caso -le suplicó mientras se levantaba de su cómoda silla y lo agarraba de su camisa- Además, yo no he dicho que no comas nada, JongHyun, solo... no tomar las pastillas.
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Despertar una nevada medianoche 【 JongKey 】
FanfictionCuando él despierta, no sabe quién es, no sabe dónde está y mucho menos quién es ese hombre al que llaman "Key", que según le han dicho, lo salvó de morir congelado en el frío bosque que rodea toda la mansión. «Te llamarás JongHyun y adoptarás mi ap...