- Chapter XVI -

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Odiaba como todos los criados lo miraban, parecían curiosos y a la vez risueños por su enfado. JongHyun, en cambio, ardía en rabia y por si aquello fuera poco, los minutos pasaban y Key no entraba en la habitación. Cabreado y harto de las miraditas que todos los empleados le dirigían, salió de la cama y marchó hacia las plantas inferiores.

Sabía que había muchísimas probabilidades de que Key se encontrara en su despacho, ignorándolo. Los pasos del rubio eran fuertes, duros y denotaban su estado de animo.

Pero sabía que su enfado era solo una manera de ocultar todas las dudas e inseguridades que le estaban asaltando. Al fin y al cabo, jamás hubiera imaginado que el tan misterioso secreto fuera que él mismo era un vampiro. La palabra le hizo tragar y la boca se le secó, aún se sentía tan incómodo siquiera pensándolo. Él era un vampiro. Él era como Key, como Onew, MinHo y TaeMin. Él era aquel ser despiadado que no tenía problemas arrebatándole la vida a gente y degradaba a la raza humana.

Él era un monstruo.

JongHyun sintió como su corazón se aceleraba e intentó calmarse. Estaba a punto de sufrir un ataque de pánico. ¿Por qué diablos tenía que ser así? ¿Por qué se lo tenían que haber ocultado todo este tiempo? ¿Por qué no le dijeron que él era como esos a los que había llamado "monstruos"? Se sentía engañado, como si hubiera vivido una mentira. Su mano agarró con fuerza el pijama en el lugar justo de su pecho donde estaría su corazón.

Él era un vampiro. Lo más aterrador de aquella frase era probablemente la parte que no recordaba, sus días antes de llegar a Gyeoul. Por mucho que durante aquellas semanas hubiera actuado como un humano, él no lo era, sus recuerdos perdidos seguramente estaban infestados de asesinatos y pensamientos tan podridos como los Key. Es probable que JongHyun tuviera el mismo odio hacia la raza humana, es probable que él hubiera matado solo para alimentarse, es probable que fuera tan despiadado como lo era el resto.

No quería recordar a su antiguo yo. Tenía miedo de que aquella persona fuera más fuerte que el actual y acabara adoptando su antigua personalidad.

Pero TaeMin tenía razón. Él no había visto más lo que quería creer de Gyeoul, no había contemplado en primera persona las atrocidades a las que estaban acostumbrados los vampiros. Y ahora que sabía que era uno de ellos, el resto no se contendría.

Iba a poder ver realmente el infierno que era Gyeoul, porque no todos los inframundos tienen que ser devorados por el fuego, aquella zona helada iba a mostrarle la más pura crueldad.

JongHyun observó la puerta ante sus ojos, la madera de roble que tantos días había admirado. Entró sin llamar.

Key estaba sentado en su lugar de siempre, con el semblante duro y sin los signos de dolor que le había mostrado en su cuarto. Parecía cabreado y molesto, ocultaba sus sentimientos bajo una cara de póquer e intentaba reparar el corazón roto que las palabras de JongHyun, tan despiadadas, le habían causado.

— Por tu expresión supongo que JinKi te lo ha contado —comentó el pelinegro al levantar la vista y encontrarse a su protegido. JongHyun no le respondió, pero su aura expresaba una molestia similar a la de Key—. ¿Qué? —preguntó.

— ¿Por qué no me dijiste nada?

— Tenía que esperar al momento adecuado para que no te alteraras —respondió con desgana ante el enfurecido tono de JongHyun y su mirada fiera.

— ¿El momento adecuado? —susurró para si mismo con un deje de ironía.

— Sí, como has podido observar por tu actitud, aún no era el momento.

JongHyun sintió como su sangre hervía y a pasos apresurados se acercó hasta la mesa de Key, que hacía de barrera entre sus cuerpos y la guerra de miradas que se producía a ambos lados. Pero aquella muralla se derribó rápido, el pelinegro se levantó de su silla de escritorio y rodeó la mesa. Sus cuerpos a escasos centímetros el uno del otro, la tensión aumentando en toda la sala.

Despertar una nevada medianoche 【 JongKey 】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora