Abrió los ojos lentamente, los tenía llorosos y su garganta estaba reseca. Con algo de dificultad en los movimientos, se incorporó hasta que su espalda tocaba el respaldo de la cama.
— ¿Estás mejor?
JongHyun observó a Key, este se acercaba con pasos lentos desde el despacho. El rubio se alegró internamente de que su visión haya vuelto a la normalidad, el pinchazo continuo y la fiebre también se habían esfumado aunque seguía algo cansado, nada comparado con ayer... ¿porque había pasado un día no? Por la posición del sol que salía por la terraza, sería alrededor de las siete. El día era nublado y parecía que iba a haber tormenta, pero el precioso amanecer rosado conseguía devolverle parte de su belleza original.
Volviendo a centrar su vista en el otro hombre, su ceño se frunció algo molesto. Los ojos de Key tenían pequeñas motas de culpabilidad y sus labios fruncidos solo hacían que reafirmar el hecho. Considerando su estado físico, JongHyun no tardó en deducir que las misteriosas pastillas que con tanto ahínco había luchado por evitar, se le habían dado mientras dormía.
— Me has dado las pastillas.
No era una pregunta, lo estaba afirmando pero a pesar de ello, Key asintió mirándole culpable.
— Las necesitabas —sus ojos se desviaron a la terraza, donde estaba TaeMin. Parecía mirarlo para conseguir el coraje de decir lo que tanto tiempo había ocultado.
JongHyun le concedió el beneficio de la duda, sin embargo, el pelinegro parecía reacio a hablar.
— ¿No vas a contarme nada? —interrumpió el forastero.
Sabía lo gélida que había sonado su voz, estaba siendo duro con el pelinegro. Sus ojos estaban enfurecidos y pese a estar postrado en la cama, su aura no era precisamente una pacífica. Key lo miraba entristecido, culpable y rogando paciencia. Tal vez no lo expresaba verbalmente, pero sus orbes oscuros pedían una clemencia que JongHyun no tenía.
— JongHyun, entiéndeme, por favor. No es algo fácil de explicar, no quiero asustarte.
Key estaba pasando por un momento difícil, pero aquella mañana el rubio se había levantado cabreado e incluso insensible. Se sentía culpable por tratar tan rudamente a Key, pero justificaba sus actos bajo la excusa de que el pelinegro lo había traicionado. Después de que él mostrara toda su personalidad y recuerdos, Key solo hacía que ocultarle cosas ¿no era aquello suficiente razón para su enfado? ¿No estarían todos como él en su situación?
— Si no vas a decir nada, solo lárgate. Ver tu cara culpable me enferma.
Key abrió los ojos, sorprendido y herido. El rubio sabía que había cambiado, que ya no era el JongHyun inocente de antes. Cuanta más debilidad le mostraba el pelinegro, más agresivo se volvía. Las palabras y fuerte tono de voz le afectaron más de lo que JongHyun creyó posible, Key estaba con los ojos acuosos, al borde de las lágrimas que el mismo forastero había provocado. Parecía reacio a llorar en su presencia.
Y aún así, le dolía verlo en aquel estado. Era una basura, lo sabía, le hacía llorar y luego tenía la cara de dolerle verlo así.
— Como quieras —añadió apartando la mirada de él—. Taemin, si necesita algo tráeselo por mí.
El joven TaeMin entró de la terraza en el momento en el que Key bajó las escaleras para marcharse del cuarto. Había sido espectador pasivo del encuentro anterior y sus ojos fieros revelaban que estaba enfadado con el forastero. Tampoco él estaba orgulloso de sí mismo, así que le daba un poco igual lo que pensara de él el menor.
— Eres un idiota. Le cuesta decírtelo porque te aprecia y no quiere herirte —JongHyun observó duramente a TaeMin.
— ¿Sabes qué es? —el menor se apoyó en el ventanal, parecía poco interesado.
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Despertar una nevada medianoche 【 JongKey 】
FanfictionCuando él despierta, no sabe quién es, no sabe dónde está y mucho menos quién es ese hombre al que llaman "Key", que según le han dicho, lo salvó de morir congelado en el frío bosque que rodea toda la mansión. «Te llamarás JongHyun y adoptarás mi ap...