Capítulo 8

1.4K 150 2
                                        

“Todos nos convertimos tarde o temprano en adictos de aquello que nos quite el dolor que sentimos.”

Los lunes en la vida de Kate eran estresantes: Geografia, historia, biologia, y para rematar, laboratorio hasta hacer explotar la Uni. Se preguntaba dónde estaria Harry en ese momento, que estaria haciendo, en que aula, para saber si se encontraria con él durante algun cambio de clase.

-Señorita Evans-dijo el profesor Irwin-¿en que piensa? Porque me imagino que no está pensando en el modelo atómico de Dalton qu estoy explicando.

-Lo siento, señor Irwin-Respondió Katerine- ya le atiendo. Disculpe.

El señor Irwin siguió dando clase, aceptando sus disculpas sin ningun problema. Durante ese lunes, no fue sólo el profesor Irwin quién le llamó la atención: es más, no habia ningún profesor que no lo hubiera hecho. Katerine no aguantaba más, pero al final llegó la última clase; laboratio, dónde su preocupación era no equivocarse de producto y autodestruir ese edificio. Esa clase se le pasó eterna. Cuando sonó el timbre, recogió los libros para ir a buscar a Harry, que no sabia donde estaba, pero antes de que los recogiera lo vió apoyado en la puerta del laboratorio.

-¿Cómo sabias que estaba aquí?- Preguntó Kate.

-Bueno-respondió Harry- siempre tengo recursos suficientes cuando algo me importa de verdad.

Kate se sonrojó, así que giró la cara durante un instante, y después siguió con la conversa.

-¿Cómo te han ido las clases?

-Bien-dijo Harold-me gustan los compañeros, los profesores también, y las aulas son bonitas, y la Universidad también.. Y tu, tu también me gustas, y eres bonita.

Kate sonrió pero inmediatamente se puso seria.

-Vamos, que llegamos tarde al tren.

En la estación, a diferencia de esa mañana, estaba a rebosar de gente. Si tirabas un alfiler se pinchaban ocho antes de que cayera al suelo. Era increible, así que se pudieron esperar lo que habría dentro del tren, que ya venía. Y, efectivamente, el tren iba demasiado lleno, con suficientes fuerzas entraron. Se quedaron de pie, y una señora sentada se levantó para bajar del tren. Harry cogió la cintura de Kate y le hizo sentarse, a la vez que ambos se sonreian. Algunas de las caras que veian Kate y Harry eran familiares; algunos eran estudiantes del mismo sitio que ellos, y otros en cambio, simplemente eran desconocidos que se conocian por el hecho de volver cada dia a la misma hora que ellos. A Katerine les sonaba más que a Harry, cómo es lógico. A las 5 paradas bajaron del tren, y fueron andando hacia sus respectivas casas, al igual que esa mañana, sin decir nada, pero con menos tensión entre ellos, y eso queria decir estar más a gusto y tranquilos. Después de diez minutos andando, llegaba la hora de despedirse.

-Bueno, mañana nos vemos, ¿no?-Preguntó Harold.

-No me queda otra-Le dijo Kate, primero mirándolo de reojo y después sonriendo.

-Sabes que te encanta estar conmigo-Dijo Harry.

Eres un creido-Contestó Kate-eres tu el único que goza estando conmigo.

-¿Sabes cuál es la diferencia?-Susurró Harry-que yo no lo niego.

Le guiñó un ojo, le acarició la mejilla y se dirigieron hacia sus casas. Katerine no sabia hacia

donde iba, pues las mariposas que le invadian la barriga se estaban apoderando de ella. Abrió la puerta de su casa.

-¡Hola família, que bonito dia hace!

Romy y James miraron a su hija y hermana con sorpresa.

-Claro, si has estado con Harry, ¿que deberiamos esperar, mamá?-Dijo James, riendo.

-Tienes razón, hijo, ¿dónde ha quedado tu inocencia?

Kate miró a su hermano.

-Este niño nunca ha tenido inocencia. Es un cachondo.

Los tres rieron, y Kate se dirigió a beber agua en la cocina, tenia la boca seca.

-Y que-se presentó su madre- ¿cómo ha ido tu primer dia con Harry?

-Bueno, mamá-empezó a hablar Katerine-no vamos a la misma clase, sólo vamos y venimos juntos, y alguna vez nos encontramos por los pasillos. Me ha dicho que se siente bien, con eso basta.

La madre de Kate la miró de reojo, y observó su sonrisa. Con esa sonrisa lo decia todo, pero no dijo nada.

-Bueno, ¿y ahora que harás?-Preguntó Romy.

-Lo primero que haré-terminó de tragarse el agua-es subir a mi habitación. Después dejaré volar mi imaginación. Otra posibilidad es hacer deberes. Si, seguramente haga deberes.Mi vida es divertida, joder-Exclamó, alzando el puño de forma victoriosa pero sarcastica.

Romy se rió, y observó como subia a la habitación. Una vez allí, Katerine se dejó caer en su cama. Pensó en tal comodidad que se quedó casi dormida. Antes de caer en profundos sueños, o pesadillas (quién sabe), alguién la llamó.

-Hola, soy Peter.

-Ya sé quién eres- replicó Katerine- te tengo guardado, sé que existes.

-Que más da-aclaró Peter- hoy he hablado con un amigo mio, que por cierto tu conoces, y me ha dicho que te ha visto con Harry durante la mayor parte del tiempo. Estoy confundido Katerine, no sé lo que sientes.

-Ni yo, no sé ni lo que siento, ni me entiendo a mi misma. Puedo estar riendo y divertirme, pero en el fondo siento un vacio que no desaparece aunque esté riendo a carcajadas.-Dijo Kate, con voz temblorosa.

-En ese caso-suspiró- será mejor que te aclares. Es que vais juntos a todos lados, joder-su voz cada vez era más tensa- al final terminaréis yendo juntos a la cama. ¿Por qué pasas tiempo con él y no conmigo?

-¿Que acabas de decir? Esos putos celos te harán perder miles de cosas. Vigila, Peter, no es bueno- Aclaró Katerine, enfadada- Ah, y otra cosa antes e que cuelges-añadió Kate- cuando quieres a alguna tía, chica, cómo quieras llamarla, cuando estás enamorado tienes tiempo para ella, a pesar de todo y todos, y él lo ha tenido. ¿Responde eso a tu pregunta?

Katerine lo colgó, con ganas de lanzar ese móvil a algún sitio. Pero, al cabo de medio minuto, volvió a sonar.

-¡Que me dejes tranquila, joder!-Gritó, cabreada, Katerine.

-Joder, yo también me alegro de hablar contigo.

Era su mejor amiga, Anne. Su increible mejor amiga.

-¡Mi niña, lo siento! Acabo de pelearme con Peter y pensaba que eras tu. Te echo mucho de menos desde que han empezado las clases.

-Yo también-dijo Anne, tristemente-por eso estoy aquí, para proponerte-añadió, esta vez con ganas.

-A ver, sorprendeme tonta-Dijo Katerine.

-Me he enterado que éste sábado hay una fiesta en el polígono del barrio, y por lo que dicen va mucha gente, va a ser un festival, y he pensado que podríamos ir.

-Si, joder, si, necesito fiesta para olvidar toda esta mierda. Por favor, hermanita, vamos. -Suplicó Kate- ¿Va alguien conocido?

-Si, pero primero cuentame que ha pasado con Peter, herm.

-Nada, tía, se ha enterado que voy con Harry a la Uni y se ha puesto muy celoso. ¿Que quieres que haga? Es lo que toca, y no te lo niego.. Me gusta estar con Harry.

-Bf.. Cariño-dijo Anne, con preocupación-, no pienses en eso, evita pensarlo. Ya sabes que mi consejo es siempre el mismo- suspiró- haz lo que te diga el corazón, al fin y al cabo él es el que siente.

-Gracias, sist- Respondió Katerine- Eso haré. ¿Tienes la lista de la gente que va?

-Sí, la estaba buscando ahora mismo por su página oficial- Dijo Anne, y seguidamente, empezó a decir nombres. Conocidos, y también desconocidos. De repente, Anne se paró en seco.

-Anne, ¿estás bien?

-Tengo una mala noticia-respondió, tragando saliva- Harry va a esa fiesta.

-Eso no es una mala notícia, hermanita.

-Ya, ya lo sé-aclaró Anne- la mala notícia es que Peter también va.

Hold me, idiotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora