capitulo 3

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Pov's Sebastián

Me sentí extraño de que alguien de su estatus preguntara y  mostrará cierto interés en mí,
-"bueno,...en realidad tengo 25 años, mi lord"- siento mis mejillas sonrojándose, es una suerte de que ahora esté poco iluminado el jardín.

Nos sumimos en unos minutos de silencio esto se estaba haciendo un poco incómodo, y sabía que  tenía dos opciones:
a) retirarme de ahí y atender mis deberes de mayordomo
b) quedarme con este hermoso niño y tratar de aunque sea entablar una amistad

Elejí la b).

-"entonces... supongo que te gusta el jardín"- genial, tonto, no se te pudo ocurrir una mejor idea, me golpeó mentalmente.

-"en realidad, me gusta estar a fuera en general..."-dice inclinándose un poco en el barandal en una prosicion más cómodo y relajada, dándome a entender de alguna manera que también eligió la b)

-"la mayoría del tiempo, estoy dentro de la mansión y no me dejan salir"- pude ver una sombra de nostalgia en sus ojos y no me gustaba la sensación que me producía el verlo triste,  debo hacer algo al respecto.

-"bueno, pues aprovechemos que está aquí afuera, joven lord, Si gusta le podría enseñar los tulipanes, puedo adivinar que le gustan "- digo con una sonrisa de ojos cerrados y extendiendo mi mano para que la tomará.

-"en realidad, me gustan las rosas blancas"- dijo tomando mi mano, como deseo no traer guantes para poder sentir su piel y aunque sea físicamente, tener contacto.

Caminamos a través de los estrechos caminos del jardín aún tomados de la mano, y no es que la quisiera apartarla de su lado realmente,  ya que no siento incómodidad de su parte, supongo que el tampoco la quiere apartar, lo cual me hace sonreír.

Lo lleve a la parte norte-este del patio donde hay un santuario de rosas aunque me temo que el color predominando no sea el blanco sino el rojo y rosa, lo guíe hasta el banco cerca de ahí, el cielo nocturno con el brillo de una luna llena y sus constelaciones adornandola, el suave brillo de ocasionales lámparas puestas en el jardín, dios, el escenario perfecto para una noche romántica.

-"lamento que no hayan suficientes rosas blancas, joven señor"- digo con tono suave, mirando su rostro que parecía deleitado por la hermosa vista de las rosas.

-"no te preocupes,-dice distraídamente deshojando una gardenia con sus pequeñas manos - son todas hermosas, felicita al jardinero por mí"- dijo volteandome a ver, el brillo de la luna reflejado en sus profundos ojos azules
-" entonces acepto tus felicitaciones"-
-"¿qué?, Aparte de mayordomo eres jardinero"- me dijo, con una ceja inclinada exquisitamente.
-"si, lo soy, digamos que el jardinero Finnyan, no es el más capaz, cuando el mata las plantas yo me encargo"- .

-"¿Hay algo que no puedas hacer?"- dijo con un tinte sardonico
-"bueno, en realidad, nunca he podido tener el honor de ser amigo de un chico hermoso como tú"- ok, eso le pareció muy atrevido por su reacción de sorpresa en su  hermoso y muy sonrojado rostro.
Se voltea rápidamente intentando esconder su sonrojo pero era inútil ya que sus orejas también estaban rojas.

-"n-no digas esas cosas, Sebastián"- dijo en un lindo puchero inconsciente que hacía.
Al ver que su postura se volvió rígida e incómoda decidí cambiar de tema para que se volviera a relajar .

-"oh, bueno, me podría contar más de usted, amo Astre"- digo con una sonrisa
-"hummm...supongo que no hay mucho que contar..."- se llevó una mano en la barbilla pensativo-" espera, yo tengo un perro es un borzoi ruso que se llama... Sebastián, en realidad me recuerdas a él"- dijo, con una carita tan inocente y hasta emocionada de hablar de su pulgosa mascota que me hizo imposible enojarme por la comparación que personalmente me parece nefasta.
-"jaja...jajajaja"- primero una risita salió de sus rosados y apetitosos labios, después está se convirtió en carcajadas, con esa hermosa sonrisa , con un tinte rosado en sus mejillas y a ojos cerrados luciendo sus largar pestañas. Se ve tan adorable, que me es imposible enojarme con él.

Después de salir de mi trance digo -"puedo preguntar porque ríe, My lord"-
-"es que, tu cara, dios, ahora estoy seguro que no te agradan tanto los perros"- ok, creo que no disimule mi desprecio por esas bolas de pelo y dientes.

-"lo siento, Sebastián, por burlarme de tí, pero es que no tiene precio la expresión de tu hermoso rostro"- dijo aún con una sonrisa en su rostro y mejillas un poco rosadas...hasta que caemos en cuanta casi al mismo tiempo, el dijo "hermoso rostro".

-"así que, My Lord piensa que mi rostro es hermoso, ¿he?"- digo con una voz seductora .

-"¡pa-para nada!"- con la cara toda roja hasta las orejas -"cállate"- voltea hacia un lado inútilmente tratando de esconder su carita.

....este niño...

~•~

the blunette and the crowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora