Capitulo Final

1.7K 145 104
                                    

Pov's Sebastián

Las frías gotas de lluvia caían de las nubes grises y el eco de los sollozos que aparentaban provenian de un niño revotaba entre las paredes mohosas de aquel callejon.

Lo unico que podía hacer es cerrar los ojos y resignarme a recibir los golpes, sabía que si veía a Astre algo en mi se rompería y no se podría reparar. Una acción demasiado cobarde.

Si tan solo fuera más fuerte.

Me odio a mi mismo, odio mi debilidad, mi vulnerabilidad. Odio mi humanidad.

Astre empezó a gritar más fuerte-"N-no, detenganse *cof cof* malditos cerdos!"- un golpe se escuchó inpactandose contra su mejilla -"lo van a pagar, los matare a todos!"- su respiración sonaba pesada.

Instintibamemte levante la cabeza a verlo, su asma, ahora mismo esta empapado, y no ha pasado de gritar y luchar, no tardara en tener un ataque.

Si solo pudiera librarme del maldito imbécil a mis espaldas, podría...

Pov's Astre

No podía creer que esto nos suceda, nuestro destino es tan trágico que casi parece una comedia de humor negro, siempre que pareciera que por fin conseguimos la felicidad esta se escurre como agua entre nuestras manos. Ahora tal vez ni siquiera ninguno de los dos salga vivo de esto o en el peor de los casos solo uno salga vivo, ojala fuera yo quien muriera, no podría ver el cuerpo sin vida de Sebastián, enloqueceria, prefiero morir junto a él, que vivir un solo segundo en un mundo sin Sebastian.

Ojalá tuviera el poder para protegerlo, proteger nuestro amor, protegernos...

El retumbar de un disparo sonó y corto el aire dejando a todos atónitos y mudos, nadie sabia de dónde, quién y a quién habían disparado, hasta que el sonido de un peso muerto chocando contra el suelo provino detrás mio.
Inmediatamente diriji mi vista hacia la entrada de aquel sucio callejón ahí estaba alguien, que nunca pense  alegraría de ver.

-"¡Padre!"- solo una sulieta desenfocada era lo que mis ojos me podrian distinguir.
-"hermano!"- ese era Ciel, quien se acercaba apresurado sosteniendo una pistola, no era producto de mi imaginación en realidad estaban ahí, mi hermano mayor y mi padre.
-"trataron de dañar a mi hijo y así esperan vivir!"- dijo con un tono de voz de ultratumba, sin la necesidad de gritar para provocar miedo, el modus operandi del perro guardián.

En ese momento entendí que a pesar de todo, seguiamos siendo familia, nuestas diferencias y malentendidos quedan a segundo plano y nuestro bienestar es la prioridad.

Sebastián aprovecho para liberarse mientras sus opresores estaban distraidos, trate de imitar sus acciones pero prediciendo mis acciones el asqueroso de Bilson me sujeto con fuerza y puse sentir como el frio del filo de un cuchillo presionandose contra mi niveo cuello.

Mis familiares y el amor de mi vida pararon en seco al ver mi posición.

-"viejo de mierda, no hagas algo de lo que te pueda arrepentir"- siceo amenazante Ciel.

-"oh, tu no me conoces chico, ¡ningunode ust-"- fue cortado de su monólogo por un forcejeo para quitarele el cuchillo, era Sebastian quien sostenia su muñeca y los demás no dudaron en ayudar.
Como un animal acorralado el panico se apodero de Bilson, cegado por el miedo agitó como demente el filoso cuchillo por todos lados y a todos indiscriminadamente, afortunadamente mi padre habilnente logro sujetarle la muñeca para después rompersela.

Ahora todo esta bien, al parecer mi padre me ha aceptado como lo que realmente soy, Sebastian esta a salvo y tenemos grandes planes para nuestro futuro, ahora todo esta ... Bien. Lo último que sentí fue mi visión oscureciendose, mi cuerpo caer al suelo y un agudo dolor en mi ojo derecho. No lo entendía se supone que este es nuestro final felíz, se supone que en este momente Sebastián me estuviera besando y abrazando, no llorando contra mi cuerpo. Se supone que padre debería de acariciar mis cabellos y darne una incómoda charla sobre el amor, se supone que mi hermano me arrancaria de los brazos de Sebastian para después abrazarme posesivamente. Pero no, ninguno de ellos bace lo que se supone deben de hacer solo me gritan palabras que se ollen difusas y a lo lejos. Tal vez así tenía que ser, tal vez nunca fuí destinado a ser feliz pero no era necesario llevarme entre los pies la felicidad de Sebastián. No es justo para él, no es justo oara nosotros. Mi vida nunca a sido justa, desde que nací dotandome un cuerpo enfermizo e incapaz mientras que a mi lado estaba otra versión del mismo cuerpo pero saludable, fuerte y confiable cualidades que nunca alcance y ahora, ahora que tengo a alguien porque vivir me muero yo, todos nuestros sueños, nuestros planes, él ser feliz en una prospera tienda de juguetes mientras que al caer la noche llega mi amado Sebastián con el estuche de violin en su hombro y me toca una pieza mientras me cuenta como estuvo su día en el teatro, esa celestial escena se desvanece junto a mi conciencia.

the blunette and the crowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora