Pasaron alrededor de seis días de el asunto con el demonio, ni una carta, ni un llamado de agradecimiento. NADA. Pese a estar ocupado con el trabajo lo único que hacia Magnus era pensar en él y querer verlo. No podía quitarse a Alec de la mente. ¿Por qué le pasaban estas cosas? Obsesionarse así y lo peor de todo, con un Shadowhunter.
- MAGNUS!
Grito alguien desde la puerta y el brujo dejó su trago por la mitad sobre la mesita. Pensó unos minutos antes de contestar. Cuando escucho las voces de varios niños rodó sus ojos con el pesar de lo que eso significaba.
No era que odiaba ayudar a las personas pero llegaba a un punto en el que se sentía que era el único que sabía hacerlo, o tal vez era comodidad. Magnus a veces solía sentirse así, que en realidad no era porque era bueno, sino porque sabían que lo haría, era su personalidad así, siempre se tiraba a menos.
- ADELANTE! - Grito y el problema comenzó.
Lobos + Shadowhunters = Problemas.
Primero fueron vampiros y dramas con un mundano que fue asesinado justo cuando cierta persona, su ex novia Camille, le había dado de su sangre y ahora el drama era la transformación de un lobo común a un alpha... Le conocía. Su nombre era Luke y sabía de él, porque claro con tantos años encima, Magnus sabía casi de todos los subterráneos de NY. Los cuidaba y protegía como si fueran sus hijos. En conclusión:
Cualquier subterráneo + Shadowhunter = Problemas.
Esa sería la ecuación perfecta final pensó el gran brujo con una sonrisa interior mientras todos corrían con el lobo hasta el sofá y le contaban toda la historia como si no supiera cómo funcionaba el tema, luego se distrajo con un pensamiento y una voz que no escucho:
Alec + Magnus = ¿Problemas?
- Está en otra cosa, está ocupado cubriéndonos de la Clave. - Le respondió, ante la mirada de desilusión cuando no encontró a alguien que buscaba entre todos, la joven y apuesta Isabela, su futura cuñada.
- No dije nada. - Le contestó defendiéndose con altitud y dignidad.
- No hace falta - Respondió borrando todo.
Los hechizos para controlar la transformación de un lobo beta a Alpha eran agotadores, no solo eso, además Luke estaba herido por la pelea y la realidad es que Magnus ya estaba empezando a quedarse sin energía. Previamente a que se diera de quedarse completamente seco había pedido algo. No sabia si seria escuchado pero sus palabras exactas fueron:
- Necesito a Alec.
- ¿Por qué? - Acusó Jace, el rubio que le tenía ganas a la colorada.
- Necesito energía de un Shadowhunter virgen.
El brujo esboce una sonrisa a medias por el cansancio al recordar la cara de todos cuando había dicho esas palabras en voz alta. Claramente ninguno de los presentes podía soltar la piedra... Y pensar que Alec era el mayor.
En mi época, pensó Magnus, se llegaba virgen al casamiento... Aunque a la vez se vivió cincuenta años menos. Sus pensamientos se comenzaron a abrumar y todo se fue poniendo entre negro y con eco.
Estaba apoyado con sus rodillas en el piso y sus manos sobre el cuerpo del lobo. Sus manos brillaban azul, haciendo un hechizo para mantener el dolor del joven lo mas leve posible. Sintió una mano en su espalda y la voz de un joven que decía:
- Decime que necesitas.
- Tu energía... - le susurro llevando la mano a un costado y él se la tomo.
Alec.
La energía que estaba pasándole no era real. La sentía recorrer todo su cuerpo, en el éxtasis del sentimiento que le abrumaba y las manos suyas, su calor.
Abrió sus párpados y sus ojos de gato se escaparon con un destello particular, brillando con la energía jovial del niño a su lado. Sostuvo a Luke con la energía y este se relajó ante las convulsiones que ya no podía controlar.
Cuando todo acabo la chica de cabellos naranjas se fue a hablar con el hombre lobo que descansaba en la habitación de huéspedes. Estuvieron aclarando muchos asuntos por un largo rato, hasta que la joven Shadowhunter se fue. Y por fin Magnus se quedó hablando con Alec a solas.
- ¿Por qué me llamaste? - Le pregunto.
- ¿No te lo dijeron? - Le contesto y este le dijo que no con la cabeza.- Bueno, era una mentira de todas formas...
- No entiendo.. - Alexander podía ser tan inocente.
- Te lo voy a decir de una manera sutil. Quería verte.
Alec miró al trago que le estaba entregando, algo avergonzado tal vez por las palabras del brujo. Claro, Magnus quería que estuvieran a solas y disfrutando juntos de un trago, pese a que el joven no tomara. Porque quería que este fuera un momento importante para ambos.
- ¿Por qué querrías verme?
- Porque me interesas, veras Alec... No se que tienen tus ojos o tu forma de ser o, tu hermoso cuerpo - Alec miró por la ventana más avergonzado de lo que estaba antes.- pero desbloqueaste algo en mi. Siento cosas que antes no, me devolviste a la vida.
- Bueno yo... - Tartamudeo entre palabras.- No se que...
- No hace falta que digas nada, por ahora. Podemos solo tomar este trago y después vemos qué pasa. ¿Te parece?
- Si... Claro.
{ ¿Creían que todo terminaba ahí? Nop. Ahora empieza MI versión de la historia. ¿Estan preparados? Oh no creo. Se viene se viene se viene! }
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Inocencia Interrumpida
FanfictionEso que pasa cuando un brujo de 800 años sale con un Nefilim de 18 (recien cumplidos)