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Fiestas, fiestas y mas fiestas.

Eso pasa cuando se es dueño de uno de los boliches mas bizarros de todo Brooklyn. Ser el brujo mayor tiene un precio que a Magnus Bane le encantaba pagar.

Sociales y política. No eran lo mismo? A estas alturas para el solo significaba alcohol y sexo gratis. Acaso pagaba por algo alguna vez?

Hombres y mujeres, mundanos, vampiros, brujos, algún que otro licántropo alguna vez (en realidad no tanto, olían mal) siempre era lo mismo todas las noches.

Todas? Tal vez la suerte le estaba por cambiar. Esta noche era la excepción.

- Quien los dejó entrar? Los miembros del círculo no son bienvenidos en mis fiestas.

Magnus se hizo entender parándose delante de un par de hombres muy mal vestidos. Dos shadowhunters opositores al régimen de la clave. Conocía perfectamente la historia, él había estado en la "guerra" que dio forma a esos malditos, mucha gente buena (si eso podía ser el caso de los Nefilim) había muerto.

- Callado brujo, asuntos privados.

- No quiero sus asuntos de mierda cerca de mis asuntos. - Levantó su mano y con un filo hilo de luz parecido a un látigo, ahorcó a uno de los hombres.

- No te olvides quienes somos y lo que hemos hecho. No tenemos miedo brujo.

- No lo olvido para nada. Seguramente se mas de historia que ustedes. - Apretó el agarre de su magia y el hombre ya no pudo hablar. El que estaba al lado empezó a desesperar y Magnus lo miró con sus brillantes ojos de gato.

 El que estaba al lado empezó a desesperar y Magnus lo miró con sus brillantes ojos de gato

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- Ya nos vamos brujo. Tranquilo.

Magnus soltó al hombre y sonrío ampliamente, como si nada pasara.

- Perfecto. No quiero problemas con nadie así que. Buenas noches caballeros.

Política. Magnus Bane era un brujo con mucha clase y buen politólogo.

Los hombres se retiraron y Magnus se quedó en el medio del salón, con las luces jugando a su favor. Marcando su rostro que parecía tallado a mano al igual que su pecho que estaba liberado por las ataduras de una camisa lisa bordo y un saco negro levemente ajustado.

Collares varios colgaban de su cuello. Unos con piedras, otros de cadenas pero siempre colorido. Sus cabellos parados con mechones plateados eran la frutilla de la torta.

Camino varios pasos entre la gente que bailaba desquiciada y borracha.

Reposo su mirada en un par de vampiros que estaban comiéndose entre ellos, besándose con pasión desenfrenada y desmedida. Sintió envidia... Sana, pero envidia al fin.

Un empujón lo descoloco.

- Lo siento! - dijo una pequeña pelirroja que parecía apurada

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- Lo siento! - dijo una pequeña pelirroja que parecía apurada.

- Tranquila. - Magnus se acomodo las ropas y la vio irse sin escucharlo. - Nefilim? - se susurro a si mismo. Era raro que uno estuviera en su fiesta.

- Permiso! - Dijo un rubio que pasó por al lado de manera más cuidadosa pero a la misma velocidad. Otro Nefilim más, pero más entrenado.

Algo no le gustaba de esto, cuando se digno a seguirlos se fueron hacia afuera por la parte trasera. Salió hasta la calle y vio como un chico de cabellos oscuros agarraba a la pelirroja del brazo. La agarraba con fuerza y parecía que la chica estaba avergonzada.

Afilo su mirada y se congelo en el rostro del joven.

El rubio estaba peleando con la colorada. No eran interesantes.

Una chica de cabellos largos oscuros estaba mirándose las uñas y el otro.

El otro.

- Quien sos...?

Tenía los cabellos revueltos, como si no le interesara peinarse, no dudaba ni un segundo de sus acciones, era firme y se notaba que claramente trabajaba su cuerpo. Tal vez no directamente, tal vez entrenaba mucho para pelear.

- Oh... - Tenía un arco en uno de sus hombros junto con la mochila de flechas.- Que sexy eso...

Algo en su interior hizo ruido. Un ruido que no se percató. Una muralla se quebró y a medida que analizaba a ese joven Shadowhunter las grietas se iban agrandando mas y mas.

Su represa hídrica estaba en juego.

- Magnus - Fue llamado desde adentro.- Hay un hombre que quiere verte.

Se distrajo y su vista que estaba empezando a borronearse, se enfocó.

- Si claro. Ya voy.

Giro sin pensar y volvió a su fiesta. Los asuntos de Shadowhunters no eran de su incumbencia... Al menos por ahora.

{ Están listxs para sumergirse en esta nueva historia Malec? }

Inocencia InterrumpidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora