Alec se quedó mirando su reflejo en el espejo por quien sabe cuanto tiempo. Tenía marcado el brazo por el incidente en el instituto. Las cosas no estaban bien, había mucha tensión y temía lo peor.
Cerró sus ojos y recordó lo que había hecho el día anterior al incidente. El día anterior a despedirse de su.. ¿Amante? Apretó sus párpados al recordarlo, miro a un costado pese a tener sus ojos cerrados.
La imagen de él, su sonrisa y sus manos; el sonido de su voz al decir su nombre. Todo se borró con el sonido de sus propias palabras...
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Odiaba tener que hacer esto. No quería hacerlo ¿Por que tenia que hacerlo? Se puso su campera para tapar la herida y se puso serio para disimular lo adolorido que estaba. No quería curarse, de alguna forma sentía que merecía el dolor...
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Magnus camino por la entrada del instituto como si lo hubiera hecho antes, y así era, lo había hecho hacía muchísimos años. Seguramente muchos de esos niños que estaban allí en sus computadoras ni siquiera habían nacido.
- Bane. - Dijo una joven con una sonrisa amplia.- Que felicidad que estés acá.
- Deci eso cuando veas mi cuenta.
Luego de un incidente en el instituto, fue llamado para reforzar las guardas que el mismo había puesto unos 70 años atrás. El tiempo pasaba volando...
- Oh ... - La chica empezó a reír.- Eso no es un problema, la seguridad el instituto es lo mas importante.
- Seguramente... - Revoleó sus ojos y miró hacia atrás.- ¿Dónde está Alec?
- Esta con los últimos detalles de la boda. Esas invitado si queres venir, es importante que vengan miembros de los subterráneos. Bueno, para mi y para Alec, es el mensaje que queremos dar.
- Suenan a que están saliendo hace tiempo y tienen todo muy claro. - Dijo el brujo con el semblante firme y enfatizando el MUY de sobremanera..
- Nos conocimos hace un par de semanas.
- Que romántico! Amor a primera vista! - Bromeo completamente sarcástico pero la chica no pescó la onda.
- Los negocios son los negocios, ambos necesitamos este refuerzo para nuestras familias y es una unión muy importante en estos momentos de guerra próxima... Pero Alec es una gran persona. ¿No crees?
- Si. Lo creo.
Ambos se miraron en silencio y por una extraña razón, Magnus entendió que la chica sabía todo o al menos sospechaba.
- Bueno. Debo comenzar lo antes posible, tengo trabajo mas tarde.
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- Magnus! - La joven le tomó del hombro cuando este estaba ya retirándose.- Gracias. - Le comento con honestidad para luego irse con la última palabra.
