→ 29 ← (Tokyo)

3K 209 27
                                    

Japón, Tokyo ↔ Cherry Blossom

Alec dio unos pasos soltándose de la mano de Magnus que con fuerza le había tomado luego de cruzar. Lo que veía no le alcanzaba para procesar. Un parque cubierto totalmente de pétalos rosa pálido y unos árboles de cerezo que cubrían hasta donde el ojo llegaba a ver.

- Esto es... Esto es hermoso. - Alec le miró y Magnus sonrió acercándose a él.

- Supuse que nunca había visto esto.

- No se que "esto" es pero... Lo ame.

- Estamos en Japón. Es la época en la que las flores de los árboles explotan y florecen. Gente viaja de todas partes del mundo para verlo... - Le volvió a tomar la mano.- Me pareció ideal para celebrar.

- ¿Qué cosa? - Dijo un cazador que estaba embobado mirando al árbol mas cercano.

- Nuestro amor. - Alec le miró y por primera vez desde que lo conocía, le sonrió con la mirada, no solo con sus bellos dientes blancos y labios carnosos.

- Sos hermoso. - Susurro.

- Lo se. Pero no vinimos a eso. - Alec soltó una risa divertido.

El brujo pegó un tirón y llevó la mano de Alec sin soltarla detrás de su espalda para que se acercara, este lo hizo y por sorpresa de Magnus, inicio el beso.

×

Caminaron de la mano hasta la habitación del lugar que Magnus le dijo "Le pertenecía", las palmas del joven cazador estaban húmedas por los nervios y puede ser que el brujo haya hecho algo para que estas estuvieran secas ni bien cruzaron la puerta de loft.

Asomo su rostro por el ventanal que daba al parque, estaba alucinado por la vista y por lo romántico y especial que todo parecía. Todo para el. Para un simple niño que apenas hacia unos meses había cumplido los 18 años. Dudo de si merecía tanto pero la voz de Magnus que venia desde los pies de la inmensa cama le descoloco.

- Todo esto es nuestro, podemos venir cuando quieras. En invierno es doblemente hermoso por la nieve y la montaña de fondo... Es un paisaje digno de ver cada mañana. Amanecer con eso y la persona que uno quiere... Es el paraíso en esta tierra.

Alec lo observó mientras hablaba y no dudo en caminar hasta la cama y subirse al regazo del brujo que estaba sentado allí mirándolo como si él fuera el amanecer y el la noche oscura. La perfecta combinación. Sus ojos se encendieron cual gato en la oscuridad cuando tuvo a su pretendiente encima. 

Las manos del cazador eran suaves pese a siempre estar usándolas para matar, le acariciaron los brazos hasta llegar a su cuello y con sus largos dedos guiaron el rostro de Magnus hacia arriba donde le esperaba una boca llena de deseo. Le beso con lengua sin rodeos. 

Las manos del brujo respondieron al ataque y se posaron en la espalda baja del joven que le derribaba el mundo con sus labios. Se dejó caer en la cama llevando sus brazos hacia arriba, Alec los recorrió con sus manos hasta llegar a las suyas donde entrelazo sus dedos y apretó el agarre.

¿Podía ser este niño mas hermoso? El inocente muchacho encima de él, ni siquiera atinaba a moverse y eso le hizo soltar una leve risita al brujo que pensaba que si fuera el en esa posición ya estaría haciendo miles de cosas.

- Alexander... - Susurro y este se separó para mirarlo a los ojos.- ¿Estas seguro? - Le pregunto.- No quiero que después te..

- No quiero pensar. - Le dijo contundente.- Quiero sentir.

No bastaron mas palabras para el subterráneo que con un ágil movimiento hizo caer al nefilim sobre su espalda, el colchón lo recibió con suavidad.

Le acaricio y beso entero mientras le quitaba las ropas molestas que impedían que sus pieles se tocaran, se conocieran, se amaran como querían. Alec levantó su cola para que quitara su última prenda de una manera que Magnus logro comprender como un mensaje.

Un mensaje de "Estoy listo."

Inocencia InterrumpidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora