Algo malo ocurre con Jounochi-kun.

Jounochi.

Todo esto se ha tornado muy tenso... Desearía que no hubiese tanta gente abusiva en este mundo... Pero lastimosamente no es algo que me corresponda cambiar.

Ni soñando tendría una oportunidad de hacerlo...

A decir verdad el despertar en este lugar desconocido ya no era sorpresa, perdí la cuenta del tiempo que invertí tonteando en las calles. Cuando me sentí menos mareado detalle mi entorno y entendí que me metí en una grande... Lástima de que no recordaba con claridad lo que había ocurrido, solo que me dieron la paliza de mi vida y me dejaron tirado en un lugar oscuro... ¿He?... No espera... Bueno, no recuerdo bien que sucedió, Escuche mi nombre y... ¡Ahhh!

--- ¡Joder! ¡Duele cuando pienso! ¡¿Que demonios es esto?! ---

--- Se llama resaca, perro. ---

Escuche una voz masculina bastante irritante, prepotente y ligeramente enojada no muy lejos de mi. En estos momentos fue cuando pude dimensionar la tan maldita mala suerte que me persigue como para que de todo el millón de personas que existen en Japón justo tenía que ser Seto Kaiba el que me recogiera de la calle. Ahora podía llamarme perro faldero todo lo que quisiera y con razón gracias a mi totalmente desastrosa apariencia.

--- Muy gracioso... ---

Un silencio invadió el lugar, a ninguno de los 2 le apetecía intercambiar palabras era entendible... No es como si fuéramos los amigos más cercanos para tener una conversación amistosa... Y no quería aguantar más está posición. Tome la tela que me estaba cubriendo como ropa, me senté sobre el bordillo de la cama no sin antes retorcerme del dolor por el montón de heridas que habían en mi cuerpo cubiertas con vendajes.

Ra... Que mierda de situación.

Cuando iba a ponerme de pie casi me voy de cara contra el suelo por no darme cuenta antes de que una de mis piernas estaba completamente herida y enyesada. De alguna manera Kaiba reaccionó rápido y me sostuvo a pleno vuelo... Fue algo bastante incómodo además de doloroso para mi, ya que no había ni un solo centímetro de mi cuerpo que no estuviese herido, lastimado o con hematomas en especial mi cintura... Dolía de los mil demonios.

--- ¿¡Que demonios es esto!? ¡Kaiba bastardo! ¿¡Que fue lo que me hiciste!? --- Grite a pesar de que me doliera del diablo, y sorpresivamente este solo me ignoro y me volvió a postrar sobre la cama.

--- Te salve la vida, eso fue lo que hice. --- Respondió con fastidio, esquivando me la mirada como siempre.

--- ¡Como si pudiera creerte! ---

--- Es tu problema si no quieres creerme. Pero no encontrarás otra respuesta más que esa. --- ... Tan frío como siempre... Ja, maldito...

--- ... Pero es que no tiene sentido. ¿Por que me salvarías? Nos odiamos. ---

--- Esto no cambia nada Katsuya. Solo por qué te recogí de la calle no significa que ahora seamos amigos o algo por el estilo. Lastimosamente estuviste en el lugar equivocado en el momento equivocado así que no me vi con más opción que aceptarte en mi hogar... De todas formas... No debes agradecerme a mi, Mokuba fue quien te encontró y te trajo. ---

--- No voy a agradecerte. ---

--- No espero que lo hagas. Solo no causes daños y procura no infestar mi hogar con tus pulgas... --- Después de eso solo se marchó, dejándome con más de una duda en la cabeza.
Pero sobre todo confundido por lo que pasaba, por que no podía creer aquello ¡Kaiba me había salvado! ¡A mi!

¿Hoy es el día al revés o algo por el estilo?
Por qué lo que dijo tiene más sentido, me esperaría por mucho ese comportamiento compasivo del pequeño Kaiba pero de el... Para empezar no creo que exista.

¡Haa! Mi cabeza arde ¡Maldición!... Hasta la luz me molesta ¿Qué es esto?

Literal es un milagro que esté durmiendo en una cama cuando esta es su casa, por que si fuera por el me haría una casita de perro solo por burlarse.
Me desabotone la camisa que traía y observé a detalle mi abdomen, estaba bastante herido y en mayor medida cubierto por vendajes... No pude evitar ponerme triste y algo frustrado por todo lo ocurrido... Tch... En serio ¿A donde se fue toda mi suerte? ¿Por que pasa todo esto?...
En verdad que todo es una reverenda mierda.

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